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Teatro
Lo que vale la pena

Natalie Pérez: “Las cosas maravillosas son las más simples de este mundo”

La artista argentina se presentará en el Teatro El Galpón con la unipersonal dirigida por Mey Scápola.

22.07.2025 18:33

Lectura: 7'

2025-07-22T18:33:00-03:00
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Por Sofía Durand Fernández
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¿Qué es lo que hace que los días tomen otro color? ¿Qué hace que la vida tenga significado? ¿Se pueden encontrar rincones luminosos en medio de la oscuridad?

Las cosas maravillosas busca contestar estas preguntas. 

La obra de Duncan Macmillan y Johnny Donahoe llegó a Argentina en 2022 bajo la dirección de Mey Scápola. Peter Lanzani, Andy Kusnetzoff, Candela Vetrano y otros artistas han protagonizado esta unipersonal. En esta ocasión, la elegida fue Natalie Pérez. 

Ella dice que conquistó el corazón del público uruguayo por su participación en Las Estrellas (2017) y con su canción "Algo tiene". Pero su carrera comenzó mucho antes. Debutó en 1999 con Chiquititas y participó en Rebelde Way (2002-2003), entre tantos otros proyectos televisivos. Se subió por primera vez a un escenario en 2007 con Alicia, un país de maravilla. Lanzó Un té de tilo, por favor, su primer álbum, en 2017.

"A veces pienso que la vida pasa muy rápido, entonces quiero hacer muchas cosas y no quedarme esperando a nada", explica Pérez en entrevista con LatidoBEAT

Habla de Las cosas maravillosas como una obra que "rompe con todos los esquemas" y que es una experiencia en la que el espectador atraviesa todos los estados. 

Las cosas maravillosas se presentará este 24 de julio en doble función. Las entradas se pueden adquirir aquí. 

Cortesía de la producción

Cortesía de la producción

Varios artistas han protagonizado esta adaptación de Las cosas maravillosas. ¿Cómo te llegó esta oportunidad? ¿Fue inmediata tu decisión de aceptar el rol? 

Me están llamando desde que la terminó Peter Lanzani, hace cinco años, y como estaba con muchas cosas de laburo, por una razón u otra, no podía. Un día me pidieron que vaya a verla. Fui y me encantó. No pensaba hacerla porque tenía otros planes, pero como es un proyecto corto, son cinco meses entre los ensayos y las funciones, me entusiasmaba hacerla mientras trabajaba en mi próximo disco. Encontré la forma de estar haciendo un poco de todo y me servía, me divierte despuntar el vicio.  

Tenés experiencia tanto en teatro como en televisión y cine. Desde tu perspectiva, ¿qué cambia al actuar sobre un escenario frente al trabajo ante la cámara? 

Tengo mucha experiencia en teatro, acá en la calle Corrientes en Buenos Aires hice muchos espectáculos, desde obras de texto hasta musicales, así que ya es un terreno en el que me sé mover, me gusta y disfruto. El teatro es un poco más parecido a la música porque hay algo de la adrenalina y la incertidumbre del vivo, así que tiene un plus superespecial para mí. Esta obra es muy particular, diferente a todas las que alguien haya visto, porque rompe con todos los esquemas. No existe la cuarta pared, estás todo el tiempo mirando al público, que es parte de la obra, entonces tiene muchas particularidades, además de que es una unipersonal. 

Es una obra que aborda un tema tan complejo como la salud mental. ¿Este proyecto te llevó a pasar por un proceso de reflexión o introspección?

Cualquier obra te lleva a reflexionar, pero me parece que esta te invita más a compartir que a ponerte introspectivo. Acá se cuenta una historia en primera persona, toca temas de salud mental muy importantes, habla de una familia y de cómo se maneja. Habla de una nena chiquita con una madre que tuvo intentos de suicidio y depresión, con un padre poco comunicativo, y cómo esas dos personalidades hacen que la de su hija sea particular. Quizá, bajo todo tipo de malos augurios, esta chica comparte su historia y logra sanar algunas heridas o tratar de iluminar esos lugares oscuros que tiene su vida.  

Cortesía de la producción

Cortesía de la producción

Para Natalie, ¿qué son las cosas maravillosas?  

Para mí, las cosas maravillosas son las más simples de este mundo, las que no son materiales y que te alegran el minuto a minuto de la vida.  

¿Qué expectativas tenés para las funciones en Uruguay?

En Uruguay tengo la suerte de que me reciben siempre con todo el cariño, creo que me gané sus corazones con Las estrellas (2017) y con “Algo tiene”, son nuestras conexiones más arraigadas. A mí me encanta ir a Uruguay, disfruto mucho cada vez que voy porque bajo un cambio. Hace un tiempo me enteré de que hay un índice de suicidios muy alto ahí. Para mí no es un dato menor al ir con esta obra, y mucho menos haber vendido una primera función totalmente llena y estar haciendo esto porque queremos llenar otra sala entera.

Sabiendo el trasfondo que hay, que a muchas personas les puede tocar de cerca, porque más allá de que no hayas vivido un episodio cercano de alguien con depresión, en algún lugar el texto toca alguna fibra personal que te mueve. No es una obra para ir a llorar y deprimirse, todo lo contrario, pasás por todos los estados: te divertís, te reís, te emocionás, te acordás de algo de tu pasado, empatizás con la historia. Creo que llega al corazón y me parece que justamente por este dato no deberían perdérsela, deja un mensaje increíble. 

En setiembre voy a estar grabando mi disco en vivo en Uruguay. Estoy trabajando con Diego Matturro, que es un productor uruguayo. Venimos trabajando desde el año pasado y el disco se va a grabar en vivo en el estudio de No Te Va Gustar, así que también estoy supermotivada a viajar un montón; en cierto punto, lo siento como una especie de casa.

Cortesía de la producción

Cortesía de la producción

Estás en Mazel Tov (2025), abriste un show de Shakira, hacés teatro, música... ¿Cómo se organiza una vida con tantos frentes abiertos? ¿De dónde sacás la energía?

A veces pienso que la vida pasa muy rápido, entonces quiero hacer muchas cosas y no quedarme esperando a nada. A veces pienso que hago demasiado y no descanso lo suficiente, pero digo: “Bueno, ya está, voy a descansar cuando me muera, la vida es ahora y hay que hacerla". Esta obra me da la libertad de hacer varias cosas porque solo la hago tres veces a la semana, lo cual para mí era un dato importante, porque sabía que tenía otros días para hacer cosas que me gustan hacer.

Cuando a uno le gusta lo que está haciendo es más fácil hacerlo, más allá de que cualquier trabajo, por más que te guste, después de un tiempo tenés obligaciones, tenés que cumplir y es un trabajo, pesa de la misma manera. A veces no tenemos ganas, pero acá hay algo que es que siempre hay otras personas que están esperando, y que depende de vos que, por un rato, se olviden de su vida, de sus problemas. Pueden ser tres minutos de una canción, una hora en una obra o en una película, media hora en una serie, por un rato te olvidás de lo bueno o lo malo que puede ser tu presente.

Pasás del humor al drama. ¿Hay algún género en el que te sientas más cómoda, o disfrutás de esa versatilidad?

Me siento cómoda en todos los terrenos, por eso me atrevo a hacerlos. Creo que todos tenemos esa virtud, somos capaces de adaptarnos a cualquier ámbito. 

¿Qué sentís que te llevás de esta interpretación?

No lo había ni pensado. Creo que me llevo una experiencia hermosa y bastante sabiduría. Eso de estar hablando directamente con el público, mirándolo a los ojos, intercambiando palabras, ver a la gente reírse a carcajadas y llorar. Me voy motivada, con ganas de hacer más teatro. Me gustaría que lo próximo que haga sea colectivo, porque en este espectáculo estoy sola, a veces extraño tener compañeros. Tengo compañeros: tengo un asistente de dirección, un sonidista, pero no están en contacto directo conmigo en el escenario. Es una sorpresa constante esta obra.

En Uruguay va a ser un formato bastante particular por cómo es el espacio. Es un teatro mucho más grande que el de Argentina: acá hay una capacidad de 168 personas y en Uruguay es de 700. Hay que cambiar un poco la forma en la que va a suceder, que es más parecida a lo que realmente debería ser, entonces estoy motivada.

Por Sofía Durand Fernández
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