Escribe Juan Gabriel López | @galopezjuan
Peter Sagar, mejor conocido como Homeshake, es uno de los proyectos musicales canadienses con mayor reconocimiento a nivel global. El 10 de marzo estará presentándose en Santiago de Chile, mientras que el miércoles 12 lo hará en la Argentina en el mítico Niceto Club, el 14 en San Pablo y el 16 en la capital peruana, cerrando su gira por Sudamérica.
El propósito es la presentación de Horsie (2024), su séptimo álbum en 11 años como solista. En conversación con LatidoBEAT, declaró estar ansioso por traer su música nuevamente a estas latitudes, pero que para disfrutarlo trata de “no tener muchas expectativas sobre las cosas porque todo show es diferente, todo viaje es diferente”.
Hasta la renuncia de este año de su Justin Trudeau, su primer ministro, la vida en Canadá pareció estar en un letargo sin sobresaltos. El acomodo como mediana potencia económica por décadas enteras a la sombra de los pomposos Estados Unidos, sumió al país norteamericano en una nación, a priori, sin mucha novedad que contar. Sin embargo, al posar la lupa en los movimientos culturales y sobre todo artísticos, se destaca una generación inédita.
En primera instancia, la explosión del “Canadian Weird” como nicho heredero de David Cronenberg y que consolidó al país en el circuito cinematográfico. De la mano de Xavier Dolan (35 años), Sarah Polley (46), Denis Villeneuve (57) y Brandon Cronenberg (45) hizo del cine canadiense una marca registrada que, por momentos, nada tuvo que envidiarle a Hollywood.
El segundo fenómeno cultural que despertó el sueño canadiense, fue el dream pop (o synthwave, o bedroom-pop, como se lo quiera nombrar). Lo cierto es que nombres como los de Mac DeMarco, Men I Trust, Tops, Sean Nicholas Savage y Blue Hawaii, lograron subirse junto a Homeshake a la vanguardia de esta sonoridad, logrando un lugar bastante externo a los circuitos habituales.
Tal es la independencia "DIY" de los canadienses, que entre el nicho de Montreal y el de Toronto apareció una escena única. Al respecto, Homeshake dice: “No sé dónde están las escenas del mundo. Escucho música de todos lados, pero como no estoy en lo actual, no me entero de nada de lo que pasa”.
Con una atmósfera más densa y una mayor presencia de percusión, "Blunt Talk" aporta una variación necesaria al álbum. Los efectos vocales y la instrumentación crean una sensación nebulosa que enriquece la paleta sonora de Horsie.
"Nothing 2 See" es un track melancólico que aborda la sensación de desconexión con el mundo exterior. Con un uso minimalista de sintetizadores y una voz susurrante, esta canción se erige como una de las más emotivas del disco.
El punto de inflexión en el disco se da con "Easier Now", en el que Sagar parece encontrar cierto consuelo en la introspección. La instrumentación es más luminosa y el ritmo relajado invita a una sensación de calma después del viaje emocional previo.
Los seguidores y fanáticos del canadiense están palpitando su regreso en los próximos días, y podrán disfrutar de su música en vivo una vez más en las mejores venues de Sudamérica.