A veces, en filosofía, se dice: si un árbol en un bosque cae, y nadie lo vio caer, ¿ese árbol cayó? A veces, en la realidad, en la actualidad, se dice: si un disco no tiene sonido, si no suena, si es silencio, si nadie puede escucharlo, ¿ese disco existe?

Quizá, desde el experimento de la banda americana llamada Vulfpeck, ese disco sí existe.

Hablar de Vulfpeck es hablar de esa banda cuyos miembros asistieron a la escuela de música de la Universidad de Michigan, de esa banda que se reunió por primera vez en una sesión de grabación en el Centro Duderstadt (una instalación de la universidad que tiene una biblioteca de arte), esa banda que fue concebida por el fundador de la banda Jack Stratton luego de leer una entrevista con el productor alemán Reinhold Mack. Esa banda, entonces, que fue imaginada como una versión alemana de los músicos de sesión americanos de la década del ´60 (Funk Brothers, Wrecking Crew, Muscle Shoals), que tenía como objetivo tomar esos ritmos en vivo.