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Música
Sol de otoño

Dostrescinco: la banda que sobrevivió a 20 años de cambios sigue experimentando sin filtro

El grupo comenzó en 2005 de la mano del rap, y hoy se prepara para presentarse en el festival Buena Vibra el 20 de septiembre.

27.08.2025 14:23

Lectura: 17'

2025-08-27T14:23:00-03:00
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Por Catalina Zabala
catazabalaa

Su amor por el rap nació a eso de los 17 y los 20 años, entre skates. Envenenados por la disciplina que conquistó sus años adolescentes, iban a los campeonatos y los ídolos desfilaban por sus caras. La esencia de esta tribu urbana les dio, sin quererlo, algo que se guardaron para siempre: una vocación. 

Empezaron grabando en cassettes, lo que su rudimentario conocimiento joven les permitía, hasta su primer show en vivo en 2005. Primero fueron cinco, ahora quedan tres: Santiago "Taio" Bouzas, Gabino Suanes y Bruno Cammá. Pero en sus idas y venidas, la esencia de Dostrescinco siempre se mantuvo. Mirar a su alrededor con ojo crítico. 

Entre EPs y álbumes de estudio no tienen del todo claro cuantos lanzamientos concretaron, pero son bastantes. Aunque para ellos, el hacer música nunca pasó por ahí. Se juntan, comparten, y obtienen un resultado. Una especie de ejercicio para el que estuvieron preparados toda su vida. 

Hoy, a 20 años de carrera musical, comprenden que las fronteras de los géneros musicales son cada vez más difusas, y agradecen que así sea. La experimentación sigue siendo su motor creativo principal, sin atarse ni casarse con nada. A un año del lanzamiento de su último EP Sol de otoño (2024), uno lleno de colaboraciones y sonidos novedosos, hoy se preparan para tocar en el festival Buena Vibra. Las entradas se encuentran disponibles y pueden adquirirse aquí

Comenzaron con el rap en el 2005, cuando grababan en cassettes. ¿Qué queda hoy de esos inicios en la identidad de Dostrescinco?

Taio Bouzas (T.B.): Lo que queda seguro es el amor por la música, pero en aquel momento era distinto. Quizás era más ingenuo pero queda seguro, junto con el entusiasmo.

Gabino Suanes (G.S.): Quedamos tres también. Todo lo demás es completamente diferente a ese inicio, que fue hace mucho y con otra realidad. En el comienzo no sabíamos muy bien qué era tener una banda, las responsabilidades que implicaba.

Bruno Cammá (B.C.): Claro. Qué era hacer música profesionalmente, cómo se hacía, no sabíamos nada. Nosotros no veníamos de familia de artistas ni de músicos, entonces fue un aprendizaje totalmente de cero y en un principio muy lento. Primero por no estar expuestos directamente a eso, y segundo porque no había YouTube ni siquiera. Recién estaba arrancando, no había tutoriales ni nada, entonces fue muy lento.

También eran chicos. ¿Cuántos años tenían?

B.C.: No muchos. En el 2005, con el primer show, teníamos 20. Todo lo de los cassettes fue antes, con 17 años capaz. Pero a los 20 años pasa lo mismo. Yo soy el que hace la música generalmente, y lo que en aquel momento aprendías en cinco años hoy en día lo podés aprender en seis meses tranquilamente.

Tuvieron cambios en la conformación, antes eran cinco. ¿Cómo ha sido a lo largo de estos años la dinámica de trabajar en grupo? ¿Cómo fue su adaptación a dichos cambios?

G.S.: Sigue siendo un aprendizaje hoy, con 20 años de banda. Intentamos que siempre prime el diálogo, el estar alineados entre nosotros, hacia dónde queremos ir, cuáles son los objetivos de la banda, eso es importante. Tener todos un objetivo común para poder avanzar de forma práctica. A su vez, cada uno tiene determinadas tareas que tienen que ver con el funcionamiento de la banda. Eso creo que ayuda a que cada uno de nosotros pueda delegar determinadas actividades a otro. Poder liberarse al saber que el compañero lo está encarando. Eso también ayuda a balancear un poco el funcionamiento de la banda.

T.B.: También se ha ido integrando gente al equipo, fue cambiando en tantos años. Pero siempre fue gente que además de querer trabajar con nosotros le gustaba la banda, entonces se ha dado todo muy natural. Así es como estamos acostumbrados a trabajar también, con gente que le gusta lo que hacemos artísticamente.

G.S.: Sí, que haya afinidad artística con la gente con la que trabajamos.

T.B.: Primero se acercan por eso, y después trabajan.

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

¿Cómo recuerdan que fue su acercamiento al rap? ¿Por qué creen que tuvieron afinidad por ese género y no otro?

B.C.: Cuando nosotros teníamos 12 o 13 años empezamos a andar en skate, y el rap era la música que más sonaba en los campeonatos. Ahí era donde veíamos a todos los skaters que más admirábamos, gente más grande, creo que más que nada fue por ahí.

G.S.: Fue una influencia de las generaciones más grandes que nosotros, que ya estaban en esa.

B.C.: También era algo de la época. Yo tengo el recuerdo, y creo que Taio también, de que siempre me llamó la atención escuchar León Gieco, por ejemplo. Siempre hubo un interés ahí. Pero la época que más nos marcó y donde nos atrapó la música, fue ahí. Cuando teníamos 12, 13, 14 años.

El rap siempre tuvo una tendencia hacia temáticas sociales y de crítica a lo establecido. ¿Sienten que sigue siendo así hoy en día?

G.S.: Creo que no solo. De hecho en los inicios había mucho de fiesta, y era un movimiento que lo que buscaba era entretener y reunir a la gente en comunidad, no solo usarlo como fines sociales.

B.C.: Y hacer la paz también.

G.S.: Sí, es parte de los pilares del principio del movimiento. El hip hop es la unidad, generar una comunidad. Pero sí también tiene una cuota de un origen social.

T.B.: Es también muy expresivo, tiene una parte de poesía que engancha mucho con eso que tu decís, pero en realidad es muy amplio.

B.C.: Ahora lo que se hace es trazar una diferencia. Rapear puede rapear cualquiera, es una manera de cantar. Vos lo podés usar para lo que quieras. Después, lo que es o no es hip hop, ya es otra cosa. Quizás en la cultura del hip hop está más relacionado con una consciencia social y un montón de cosas así.

G.S.: Claro, no es la única forma en la cual se puede comunicar.

T.B.: Desde nuestro lado lo tratamos mucho más hacia la introspección, de vernos como individuos dentro de una sociedad y los problemas que estamos teniendo con eso. Quizás no usamos un lenguaje tan callejero.

G.S.: Tan social explícito, digamos. No somos de denunciar cosas explícitamente. A veces a través de la poesía podés decir un montón de cosas. No hay una denuncia explícita, pero a través de las letras podés expresar cosas sin ir desde lo directo. Pero es una herramienta que existe. Nosotros hemos pasado por muchas etapas y muchos años de banda, y tuvimos etapas quizás más contestatarias sociales de denuncia, otras mucho más de competición, que es algo que es muy propio del género del rap. Es parte de toda una experimentación y una búsqueda.

T.B.: Hablar de amor también. Del amor de pareja y del amor en general.

O sea que lo social no es algo esencial, no hace al género.

G.S.: Sí, claro que es parte. Quizás nosotros no estamos transitando por eso expresamente, pero sí, siempre va a ser parte del género. Como lo son otros aspectos, otras formas o cosas que comunicar.

¿La denuncia sigue estando igual de presente en el rap de hoy?

B.C.: Yo creo que en la sociedad de hoy se está usando menos. Está menos presente la revolución, por lo menos a nivel de lo mainstream. Hoy sería imposible que un artista como Bob Marley estuviera de moda con esas letras. Sin embargo por suerte siguen habiendo casos, yo creo que en el underground de todo el mundo sigue estando.

G.S.: Sigue existiendo, sí. Después hay un tema que tiene que ver mucho con la industria y lo que esta exige. Todo lo que no le interese a la industria va a quedar en un lado minoritario de exposición, si se quiere, porque no es lo que consume la mayoría de la gente. Hoy en día se maneja todo mucho más así. Siempre fue, pero hoy está todo en la cuestión de los algoritmos y cómo está segmentado el público. Qué es lo que consume cada sector de la población, y también eso permite que lo que le importa a poca gente quede relegado. A la vez, lo que le importa a la masa va a tener mucha más exposición. Tiene que ver un poco con eso también. Existir existe, sigue existiendo, hay un montón de movimiento y muchísimas bandas que todavía están de alguna manera embanderadas en eso. Está buenísimo y tiene que existir, a mi entender.

Siempre está esa presión. Esa concepción de qué es lo que se espera de un artista. Sos una persona que tiene un alcance a muchísimas otras personas, y por eso tenés un compromiso extra que un habitante común sobre qué es lo que estás comunicando. Qué estás haciendo con ese canal tan poderosos que tenés. Existe esa presión, y cuanto más reconocido es el artista me imagino que mayor es esa presión. Siempre vas a tener a alguien reclamándote, y es parte de.

B.C.: Me parece que algo que también pasa con muchos artistas, es que no sé si se consideran estrictamente raperos o simplemente se sienten músicos. Es muy difícil a veces sentir esa presión extra por considerarte estrictamente algo, cuando además ya hay poca gente que haga los géneros puros también.

T.B.: Pero si vas a Estados Unidos, el "Black Lives Matter" sigue estando. Capaz que la manera de decirlo no es "Fuck The Police", pero también han ido cambiando las formas para que el mensaje tenga sentido hoy.

G.S.: Todos esos movimientos se tienen que adaptar un poco a las reglas del marketing. Existen artistas muy mainstream que realmente tienen eso todavía muy presente, como parte de su impronta y de lo que transmiten. Todavía existen.

T.B.: Nosotros desde nuestro lado no vivimos en la calle, no tuvimos necesidad de pelear, seríamos unos falsos si habláramos de eso. Pero sí tenemos nuestras cosas para decir desde nuestro lugar, de lo que vivimos y lo que vemos. Nuestra edad también tiene que ver. Hemos ido pasando por diferentes etapas dependiendo de nuestras inquietudes.

¿Cómo es el hip hop en Uruguay? ¿Cómo conviven con otros géneros quizás más populares, como el rock nacional?

T.B.: Y tenés un hip hop que capaz te habla de las diversidades, que está embanderado, como Se Armó Kokoa o Eli Almic, más feminista, pero también tenés a Natura Sabia hablando desde una consciencia social. Tenés toda la gama del hip hop en Uruguay. Capaz que es más underground, ya sabemos que son menos.

G.S.: Sí, quizás hay pocos exponentes dentro de cada subgénero.

T.B.: Claro, pero decime una rama y te encuentro la banda uruguaya que lo esté haciendo.

B.C.: Y por otro lado, sin hablar del público, creo que a nivel de escenarios están mucho más abiertos a los géneros distintos que en otros tiempos. A nosotros nos costó mucho poder llegar a tocar en festivales, y hoy en día nadie lo ve como algo raro. Ahí se tocan un montón de terrenos que están buenísimos. Después, a nivel de público, es medio difícil medirlo de nuestra parte. Si les gusta más, si lo ven bien, si lo ven raro. Pero por el lado de la industria y de la producción musical y todo, hay una apertura súper grande, y creo que cualquier proyecto que logre determinada exposición o público tiene las puertas bastante abiertas a poder acceder a esos escenarios.

G.S.: Hoy en día hay cierta apertura de las productoras que organizan esos festivales, que convocan a mucha gente de diferentes géneros, y quizás hace algunos años estaba mucho más enfocado en el rock. Hoy en día es mucho más amplio.

T.B.: Hoy es al revés casi.

B.C.: Pero las cabezas de cartel siguen siendo las bandas de rock de toda la vida.

G.S.: Yo creo que sí, fijate en el Cosquín anterior, lo siguen siendo.

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

Entre álbumes y EPs, cuentan con varios lanzamientos. ¿Cómo han sido sus procesos creativos a través de las obras? ¿Cómo se organizan a la hora de componer? ¿Siguen resonando con sus primeras canciones?

G.S.: Sí, con algunos temas sí. Hay canciones muy viejas que yo siento que todavía nos representan. Quizás no a nivel técnico musical.

T.B.: Les tenés cierto amor, aunque no las tocarías en vivo quizás.

B.C.: Sí, es más un tema de que no están subidas porque nos parece que la calidad no está buena. No nos gusta cómo suenan, sentimos que no rapeabamos bien, que la música no estaba bien hecha. Pero les tenemos tremendo cariño, porque en ese momento iba un montón de gente a vernos y a agitar esas canciones.

T.B.: La gente se acuerda y te lo dice, pero nosotros preferimos que se escuche lo que tenemos más trabajado.

G.S.: No necesariamente el último tema que salió, es una última etapa si se quiere. Pero con respecto a los procesos, los tres presentamos ideas de canciones. Generalmente el punto de partida de la música lo pone Bruno, y a partir de ahí empiezan a salir ideas.

B.C.: Cada uno escribe lo que rapea él mismo sin ser los estribillos, que a veces lo escribe uno y lo cantamos varios. Lo que estamos haciendo mucho es juntarnos a escribir juntos, tomarnos unos varios días e irnos para afuera. Ahí tratamos de pasarnos todo el día escribiendo y que rinda más. Después corregimos en el estudio, pero estar entre semana haciendo los huecos para meter juntaditas que generalmente son cortas, no te permite concentrarte demasiado.

G.S.: Sí, nos está rindiendo más eso. Irnos unos días y estar enfocados ahí, tomarlo con calma y fuera de la rutina de cada uno.

B.C.: Después tenemos etapas en las que escribimos un montón y sacamos mucho material, singles y eso, y tenemos otros momentos como este año, que lo estamos tomando más tranquilos para escribir una buena cantidad de canciones y poder salir con un disco el año que viene. Paramos de sacar en cantidad, y nos enfocamos en hacer un producto de calidad y que la gente nos aguante un ratito sin sacar canciones.

Lanzaron el EP Sol de otoño en 2024. ¿Marca una etapa? ¿Cómo lo presentarían para quien aún no lo escuchó?

G.S.: Creo que fue un trabajo muy puntual, y sí, marcó una etapa breve si se quiere post Esencia (2023), que fue el álbum que sacamos antes. Nos permitimos contar con colaboraciones muy diversas entre sí para cada canción, lo cual creo que le da una particularidad a la obra. Nuestros álbumes generalmente no son solo de colaboraciones. Pero este tiene cinco tracks, todos colaboraciones menos uno. Eso le da una diversidad que me parece súper interesante.

B.C.: Además es el trabajo con más fusión, hay solo un tema rapero. Fue algo que queríamos probar también en ese momento, y nos sacamos las ganas.

Son muy abiertos a otros géneros, han colaborado con artistas muy diversos de nuestro país. ¿Cómo logran poner cosas en común con puntos creativos tan distintos? ¿Qué tanto hay que ceder?

B.C.: Generalmente se demora mucho. Tenemos fichado a un artista con el que queremos colaborar, pero de ahí a que caiga la canción puede demorar un año o dos en aparecer. Ahí, tenemos que esperar a que al otro le guste la canción y quiera. A veces tenemos una canción y sentimos que le falta un cantante, y ahí empezamos a buscar hasta que encontramos a alguien que junte todas las cualidades. No hemos tenido muchos problemas de tener que ceder.

G.S.: No, siempre fue súper natural. En todas las canciones a las que nosotros invitamos gente, lo que presentan nos copa, porque ya estás predispuesto también. Te gusta lo que hace el artista, sea del género que sea.

B.C.: Generalmente te sorprende para bien, tampoco dejamos una libertad enorme.

G.S.: Claro, la cancha está marcada, en cuanto a la idea y todo. Generalmente la persona viene a potenciar esa idea.

B.C.: Hay que ceder un poco más cuando te juntás con el artista a hacer la canción de cero, pero ahí el proceso es distinto.

T.B.: A veces pasa al revés, y ellos nos piden a nosotros. Eso es incluso más fácil.

G.S.: Siempre está bueno y nos parece súper interesante el hecho de colaborar, ya sea como invitados o invitando a gente a nuestras canciones. Me parece que está buenísimo y siempre fortalece las canciones y las ideas. Es muy raro que sea para peor, generalmente se logra algo mejor que lo que podríamos haber hecho solo nosotros.

Tocan el 20 de septiembre en Sitio, en el festival Buena Vibra. ¿Cómo se están preparando?

G.S.: Con ensayo, pero también estamos en un proceso de las canciones paralelo al ensayo, de la puesta en escena y eso. Estamos queriendo afinar bastante ese aspecto de la banda, porque sentimos que hay cosas que pueden mejorar y está bueno. Es un proceso extra, si se quiere. Ahora miramos nuestros movimientos, cómo nos paramos en el escenario.

T.B.: Los visuales, la parte técnica y el equipo que precisás para un festival tan grande.

B.C.: Es un montón de laburo, la verdad. No es solo ir y tocar bien, porque para que suene bien tenés que tener un montón de cosas solucionadas desde antes, y nosotros también estamos bastante involucrados en todo ese proceso. Pero nos encanta porque está buenísimo poder ir a tocar a un escenario así de grande, con esos artistas tan copados y ese público.

G.S.: La propuesta del festival está buenísima. Nosotros también estamos en un proceso de desprendernos de la idea de banda de rap, por lo menos a la percepción general del público. Estamos en ese proceso desde hace un tiempo, y este tipo de festivales creo que colaboran con eso. No estamos haciendo solo rap, es parte de un proceso que llevamos. Entonces nos viene ideal el formar parte de este festival, creemos que le va a sumar a la banda.

¿No se sienten más representados por el rap?

G.S.: Yo rapear pienso que voy a rapear siempre, pero es una herramienta. 

T.B.: Queremos tocar más con instrumentos, que siempre lo hemos hecho, pero es algo que tenemos un poco pendiente.

B.C.: Lo decimos un poco porque hay una percepción de gran parte del público de que ir a un show nuestro es ir a cabecear y nada más. Y en realidad, hace pila que estamos haciendo otra música también, y la gente la ha acogido muy bien. Está bueno que la percepción del público sea la realidad actual de la banda. Es más amplio que solo eso.

T.B.: Claro, a veces por ejemplo nos preguntan si podemos improvisar —que es algo muy del rap— pero nosotros en verdad nunca lo hicimos. Nos damos cuenta de que nos siguen viendo así.

B.C.: La gente que ya te conoce sabe que no sos un clásico rapero, y que no todas las canciones son hip hop en cuanto al sonido y a las formas. Pero el público que recién nos conoció dice que somos una banda de rap, y de alguna manera estamos intentando reconstruir esa percepción. Todavía no hemos encontrado un título, "banda de música" es lo que mejor nos define.

Por Catalina Zabala
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