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Contenido creado por Catalina Zabala
Historias
Conexión colectiva

Cauce: el festival que congrega música y cine con su epicentro en Mercedes

El evento tendrá lugar el 27, 28 y 29 de noviembre con accesos gratuitos.

12.09.2025 14:44

Lectura: 10'

2025-09-12T14:44:00-03:00
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Por Catalina Zabala
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Patricia Papasso y Felipe Doro trabajan en gestión cultural desde hace años. Esta exposición les permitió conocer miradas, opiniones. Enfoques diversos sobre la expresión, el arte, la vida misma. Formas de entender el mundo. 

El Festival Cauce nace en la necesidad de debate. El mundo del cine y la música uruguaya se unifican alrededor de preguntas a responder en comunidad. ¿Su intención? Rescatar lo colectivo: enriquecer, desde su lugar, la experiencia cultural de quienes integran su mundo. 

Con el objetivo de descentralizar, la sede de esta primera edición ocurrirá en Mercedes los días 27, 28 y 29 de noviembre, con foco en el potencial turístico de la ciudad. En setiembre, previo a la fecha, el festival será presentado en Salto, Treinta y Tres y Maldonado para terminar en la Sala Zitarrosa, Montevideo. 

El evento constará de la proyección de cortometrajes y largometrajes tanto nacionales como internacionales, shows de música en vivo, talleres de formación y conversatorios sobre los proyectos. En palabras de Felipe, su curaduría se concentra en una "forma armoniosa de vivir". Pensamiento crítico y conversación. 

Patricia desde lo musical, Felipe desde el cine. La dirección y producción del festival están a su cargo. Invitan a todos los interesados a compartir esta experiencia con entrada gratuita, y a quienes quieran participar de la propuesta con sus proyectos, no quedarse afuera de la convocatoria, con fecha límite el 29 de setiembre. 

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

¿Cómo surge el festival y cómo llevan a cabo la organización? 

Felipe Doro (F.D.): Fuimos gestando todo Patricia y yo. La idea de hacer un festival de cine y música nació un día que nos encontramos en verano. Ella había vuelto de "Jazz a la calle" en Mercedes, copada con toda esa experiencia. Yo también venía hablando con amigos y colegas de Mercedes sobre toda una inversión que hubo en educación y cultura, en la UTEC puntualmente, muy importante para la cultura del jazz. Ahí se dio una efervescencia que nos hizo mirarnos y pensar en un festival de cine. Con ese ímpetu, nos decidimos por cine y música, porque en Mercedes ya hay una relación muy fuerte con la parte musical.

A partir de ahí fue que le empezamos a dar forma, y nos intentamos atar un poco las manos para la primera edición. Son tres días, es bastante grande. Hay muchos festivales que para su primera edición solo tienen un set de cine. Con esa idea decidimos ir a Mercedes y plantearlo a la UTEC, a "Jazz a la calle" y también a la parte de cultura de la Intendencia, para hacer un sondeo y ver si había ganas, y nos dieron para adelante. Con base en eso y uniendo la experiencia de ambos, Patricia más desde la gestión cultural y yo desde la música, se dio muy natural. 

Patricia Papasso (P.P.): Cuando empezamos a hablar de lo interesante que sería llevar un festival de cine y música fuera de los lugares habituales donde ocurre, fuera de temporada alta, fuera de Maldonado y de la franja costera, empezó a surgir también un interés por hacer cosas de forma descentralizada. Una necesidad de trabajar en red también con esos amigos, gestores y músicos que están en otras partes del país. Es una parte importante del festival el apostar y generar sensibilidad a esos contenidos. Trabajar en red con otros actores y gestores de la cultura que están en el interior. De hecho yo soy de Canelones, y Felipe es de Maldonado. También está eso que él decía de la interacción entre los dos mundos: él viene desde lo audiovisual y yo más desde el palo de la música, pero a su vez los dos tenemos un perfil en común, que es la gestión cultural. En seguida generamos una sinergia muy natural, y nació esto que está por pasar.

Desde lo artístico, ¿cómo conversan la música y el cine dentro del festival?

F.D.: Creo que las artes se tienden a mezclar cada vez más, y es difícil hacer cosas sin estar influenciado por las otras artes. De tanto que se produce hoy en día, solo filtrar el contenido buscando aquello que tenga un foco especial en la música ayuda a que la búsqueda tenga un sentido. Por eso también largamos una convocatoria. La idea del festival era ver la diversidad de abordajes que hay de lo mismo. Yo creo que conversa mucho, suma muchísimo a la experiencia. Y cuando pasa al revés, cuando a la música se suma lo audiovisual de una forma integrada, lo artístico se eleva fuertemente.

P.P.: En el momento en que pensamos en las dos cosas juntas, pensamos también en experiencias colectivas como espacios de pensamiento mítico, de reflexión. Justo estas dos disciplinas o áreas artísticas tienden bastante a generar esa conexión en lo colectivo, y promueven una convivencia súper saludable y enriquecedora desde la experiencia cultural. Creímos que era una buena forma de poner en valor esa experiencia colectiva del hecho cultural o artístico. Nos resultaba interesante rescatarlo en el festival.

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

Su trabajo se enfocó mucho en la descentralización de la cultura en Montevideo. ¿Cuáles fueron los principales retos que tuvieron en ese sentido? 

F.D.: Por un lado estuvo el enfoque inicial de que al haber pocas cosas, había que ir para adelante y lograr que sucediera. De la mano del cambio de gobierno hay muchas cosas que presupuestalmente son cuidadosas, entonces la financiación no es tan fácil como parecería en un primer momento. Hablando del interior, todo lo que quieras llevar va a ser siempre un poco más caro. Creo que el público va a ser un reto; entendemos que hay un primer nicho que seguro va a ir, que es el local. Pero el reto va a estar en ampliar ese público.

P.P.: La idea es promover que la gente salga de Montevideo. Mostrar que las cosas no pasan solo ahí. Eso para mí es tremendo reto. Los capitalinos somos muy vagos, siempre esperamos que vengan todos para acá. Está bueno también aprender a viajar para compartir otras experiencias en lugares que no sean en la capital. El viaje en sí es una experiencia que está buenísima, yo los invito a todos a viajar al interior. El tema del público y su movilidad también es un gran reto. Tiene que ver con el tema de los sponsors privados en el interior: conseguir sponsors en afuera no es fácil como en Montevideo, porque acá hay una cuestión de visibilidad evidente.

F.D.: Creo que en la capital también está todo tan saturado, que al salir un poco creo que puede pegar la vuelta y terminar teniendo otra visibilidad, que es a lo que apuntamos.

¿Cómo trabajaron lo creativo para generar una propuesta diferente a los ojos del público montevideano, y lograr que se traslade? 

F.D.: Creo que en el público ya se siente una cantidad como para que valga la pena hacerlo, que es el público de Mercedes y alrededores. Para esta primera edición además estamos intentando ofrecer transporte, como una forma de acercarnos y hacerlo más accesible. Bajarle esa barrera del precio de ir hasta allá.

P.P.: Creo que la programación que se está armando es muy potente, con estrenos que nunca fueron proyectados en la capital e incluso en el Uruguay. Después, cuando empecemos a revelar un poco más de la programación de los shows, creo va a aparecer un gancho importante de toda la experiencia. Mercedes es una ciudad bellísima, con una Rambla encantadora que te enamora y te invita a quedarte ahí. Está lleno de árboles y pájaros, tiene un camping increíble, las personas de ahí son geniales y se come muy bien. Salir de Montevideo por el cine o por la música me parece que está bueno, y como punto turístico Mercedes es interesante ya desde la efervescencia cultural que tiene la ciudad. Es como un paquete de cosas, y creo que si hay alguien vibrando igual que nosotros, va a estar ahí.

F.D.: La ciudad siempre se presta mucho, y el circuito que se arma entre los lugares de proyección, la Casa de la Cultura, la sede de la UTEC y la Rambla, todo a siete cuadras a la redonda, hace que recorrer la ciudad en esa dinámica sea parte de lo que proponemos.

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

En cuánto a la programación, ¿cómo fue el proceso de curaduría? 

F.D.: La parte de curaduría fue clave para lo que es hoy en día el festival. Como base, hay una mirada del mundo que compartimos con Patricia, o que por lo menos queremos presentar a través del contenido de cine y música. Eso en mente ya nos sirve para filtrar, y buscamos algo que transmita una forma armoniosa de vivir y de disfrutar de la música, del cine y de la vida misma. Después está la parte de lenguaje audiovisual, y algo que nos llame la atención desde el cómo está hecho, también suma puntos. Como el festival es reciente los contenidos también son recientes. Eso sumado a una diversidad de países, del Cono Sur pero también de Alemania, por ejemplo. 

P.P.: Estamos trabajando con varias instituciones, y la programación también va a tener contenidos de distintos lugares. El Centro Cultural de España y Cinemateca también forman parte de nuestras alianzas, y todavía tenemos puertas para tocar.

F.D.: La gira propone un repaso de lo que se ha hecho en Uruguay, estamos recibiendo muchos cortos locales. 

¿Qué le dirían a un futuro espectador del festival que no se ha acercado a experiencias previas de este tipo? ¿Con qué se puede encontrar? 

F.D.: Se va a encontrar con una diversidad de miradas del mundo sobre la música y sobre la vida misma. Eso en conexión con gente que está haciendo o estudiando música, como de la UTEC o "Jazz en la calle". La propuesta durante esos días es que se viva el cine y la música recorriendo la ciudad. Poder conversar de lo que vemos, conocer las vidas de otros músicos y realizadores.

P.P.: Conectar con otros profesionales o personas que están estudiando lo mismo que vos. Siempre son experiencias enriquecedores que te amplían el horizonte creativo. Para la ciudadanía siempre es hermoso poder compartir experiencias de disfrute colectivo.

Respecto a la curaduría, ¿tenían algún tema o concepto concreto en mente que englobara a los proyectos participantes? 

F.D.: Esta idea de una mirada en armonía hacia el mundo, y de disfrutar desde lo individual hacia lo colectivo.

P.P.: Que esté representada la diversidad y la heterogeneidad respecto a cómo hacemos música y cómo hacemos cine.

¿Cuáles fueron las premisas a seguir a la hora de diseñar todo el aspecto visual del festival? 

F.D.: Creo que va también en línea con el concepto de “Cauce”. Lo elegimos pensando en la corriente, en sintonía con lo visual del Río Negro en este caso. Todo eso sumado al momento que vivimos en el mundo, que pareciera que no dependemos del agua para vivir. Lo nuestro es un festival de cine y música, pero no deja pasar de largo todo lo que está pasando en el mundo y puntualmente en Uruguay, entonces nos interesa que esté sobre la mesa al menos de manera subyacente. 

Queremos entusiasmarlos a todos con la gira, que se propone repasar lo último en el cine y la música uruguaya. Después, invitarlos a presentar sus trabajos a la convocatoria, que todavía sigue abierta y tienen tiempo hasta el 29 de setiembre.

Por Catalina Zabala
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