A Florencia Bonavida se la conoce como Boni. Es psicóloga y artista. Uno podría pensar que se trata de dos mundos que no se cruzan, pero en la vida de Boni, son dos ramas intrínsecamente entrelazadas. Porque para resumir el rango bastante amplio que abarca su vocación, eligió contar que le encanta conocer las historias de la gente. Buscar un ápice desde el cuál empatizar.

Sus letras nacen de su vida y la de quienes la rodean. No concibe la escritura de sus versos sin historias reales para narrar. Recientemente lanzó Avant Première (2025), su primer álbum de estudio. En él, relata de manera conceptual sus primeros pasos en el mundo del espectáculo. Sus experiencias en torno a la luminosidad de los focos. Pero su atención no está en las zonas esclarecidas por la luz, sino en las partes que quedan en lo oscuro. En aquello que se esconde y que no fue tan positivo. Participó de La voz Argentina en 2022, y eso le permitió construir un fuerte vínculo con el público argentino.

Se presenta este 6 de diciembre en la Sala Zitarrosa. Propone un show con invitados y mucha energía compartida con el público, esa que solo nace en el escenario y que ningún álbum puede ofrecer por sí mismo. La ebullición de lo colectivo y la transformación de las canciones. Las entradas se encuentran disponibles y pueden adquirirse aquí. 

Lanzaste Avant Première (2025), tu primer álbum. ¿Cuál fue tu motor creativo?

Avant Première significa "preestreno". Quise sacar el foco del concepto de estreno o el resultado y focalizarme un poco más en lo que es el proceso. Avant Première comprende un momento de mi vida en el que sentí que estuve bajo los reflectores por cosas que pasaron en ese lapso, y que me llevó a reflexionar mucho sobre lo que es el show, la performance, la puesta en escena, pero también lo que hay atrás. Ese backstage, que a veces es un quilombo. Pero no solo el backstage físico, sino el emocional. Todo lo que no se muestra. Porque cuando se muestra algo, cuando hay una luz apuntando, también hay sombra, entonces va un poco por ahí.

Participaste en La voz Argentina en 2022. ¿Tu experiencia tiene que ver con este sentir que habita el disco? ¿Cómo fue tu experiencia en el programa?

La voz fue un hito dentro de ese lapso de tiempo, sí, fue un cambio. Además, Argentina es algo mucho más grande y más pasional por momentos. Estar en ese mercado y en la televisión argentina fue algo que estuvo buenísimo por la puerta que me abrió. Yo quería audicionar para mostrar lo que hacía, entonces eso estuvo genial. Pero después vino toda esa parte más de show y de la exposición máxima, que me dio mucho para reflexionar. No es que no estuvo bueno, pero sí me generó ciertas impresiones sobre la locura que era. Primero necesitaba revisar lo que sentía, que eran un montón de cosas. Después, lo plasmé en estas canciones, que me gusta entenderlas como si fueran el soundtrack de ese momento.

¿Apuntar al público uruguayo representa una dificultad para vos? 

A mí me gusta el público uruguayo. Sé cómo somos, porque yo he estado y estoy también en ese lugar. Conectamos y nos entendemos de una manera que está buenísimo explotar. Además, no me gusta esto de poner el foco afuera cuando en realidad acá adentro es donde están nuestras raíces. Entiendo que puede ser un camino más lento o más difícil en algunos aspectos, pero el conectar con la gente de acá, conectar entre nosotros, es algo muy fuerte también.

¿Tenés como objetivo desarrollar también una carrera en Argentina?

A mí me gustaría las dos cosas. Primero apuntaría al público de acá, pero con Argentina tenemos un vínculo que quiero explotar mucho más. De repente, me encontraba con argentinos que me escribían desde distintas partes del país preguntando cuándo volvía, porque querían escucharme. Y eso me encanta, siento que ahí también hay proyección, y con gusto. Voy feliz a Argentina, he ido a tocar un par de veces y siempre es algo muy hermoso. Elijo todo, pero, ordenadamente, primero empezaría acá, y después sí iría para allá.

Cortesía de producción

En términos de proyección de tu carrera, ¿te identificás con proyectos más mainstream, o con aquellos que se mueven por fuera del público masivo?

Qué pregunta. En una carrera ideal o lo que yo proyecto, está esto de internacionalizar el proyecto. No me gustaría encasillarme en algo mainstream 100%, porque es encasillarme a mí también y a mi creación. No iría buscando eso. Entiendo que hay algunas de mis canciones que capaz son más mainstream, pero también hay otras que de repente pueden ir más hacia lo alternativo, y me gustaría seguir con esa libertad. Quiero poder crear lo que quiera pensando en mí y en quien pueda conectar con eso.

¿Generalmente componés tus letras desde tus experiencias y tu vida personal, o intentás partir de historias ficticias? 

Cuento más bien mi vida, o por lo menos intento contar algo pasado por mi filtro o por mis experiencias. Uno de los temas del disco, por ejemplo, que se llama "Plot Twist", no es necesariamente una experiencia mía, sino de una amiga que contó algo que me cautivó. Resonó conmigo, sentí algo parecido. Me gustó jugar con eso, con su vivencia y la mía en otros aspectos, y a partir de ahí, crear. Siento que cada canción tiene un porcentaje enorme de mí y de mi vida. Si yo no siento algo, no lo canto o no lo digo. También soy psicóloga, y si no siento lo que voy a decir prefiero quedarme callada. El de la psicología igual es otro ámbito, pero también me pasa con las canciones. Tampoco significa que la ficción no me haga conectar, pero si no conecto, olvidate. Si hay algo que estoy armando que tiene un poco de ficción, pero también un poco de mí y de lo que siento, ahí sí.

¿Cómo creés que influye tu carrera como psicóloga en tu carrera musical? ¿Qué conexión encontrás?

A mí me encanta conocer las historias de la gente, no desde el chusmerío. Además, me siento muy agradecida con quien viene a mi consultorio, abre su corazón y su vida y me cuenta lo que siente en crudo. Eso me apasiona; es tremendo que te cuenten cosas íntimas, que te abran su mundo. Entonces siento que de ahí saco mucha inspiración. Capaz no tanto en hechos reales, pero sí en esas sensaciones de animarse a explorar lo que pasa por dentro y decirlo. También al decir las cosas, estas se vuelven más reales.

Tu EP Impuntual (2021) fue nominado a los Premios Graffiti 2022. ¿Qué cambios sentís desde ese proceso creativo en comparación con tu trabajo en este álbum?

Siento que el EP y este disco tuvieron procesos totalmente diferentes. Me acuerdo de que cuando me nominaron a los Graffiti yo venía de haber estado en La voz, que era todo muy cover. Esa nominación llegó como una caricia a mi música, y yo volví con muchas ganas de retomar mis canciones y sacar el disco, que salió mucho después. Me acuerdo de eso, de sentir un mimo de Uruguay hacia mis composiciones. El proceso del EP fue un poco lo que me iba saliendo, y así también lo fui sacando. Fueron cinco singles que después, cuando salió el último, se convirtieron en un EP. Pero fue un poco así, nacía una canción y la hacía. Después vi que todas tenían una esencia en común, pero no era algo conceptual, pensado, como sí lo fue el proceso del disco. Ahí fui de a poco, porque empezó siendo un proceso independiente. Después se sumó Bizarro y estuvo buenísimo el apoyo. Fui de a poco pero ya con una idea más clara, y me pasa que cuando tengo un concepto ya todo fluye diferente. Me gusta lo conceptual. Siento también que cuando saqué el disco ya era más madura en ciertos aspectos, y no lo siento tan así con el EP. Pero fue mi carta de presentación.

Cortesía de producción

Mirando para atrás, ¿hay alguna canción de la que te arrepientas o que hoy no te represente tanto?

No, creo que eso de poner de mí en cada canción es clave. Capaz no comparto algo de alguna canción, pero igual lo veo con cariño de quién fui en ese momento. Se me ocurre ahora la primera canción que hice, que se llama "Overall". Un tema en inglés que no tiene estribillo, que fue mi manera de sacar lo que sentía cuando todavía no estaba preparada para decirlo en español. Esa canción hace tiempo que no la toco, pero me hace recordar ese momento y me da cariño, me despierta afecto.

Tenés una amplia experiencia con covers, tanto en La voz como por fuera. ¿Recordás alguna actuación que te haya marcado? ¿Hay alguna canción de otra persona que te gustaría que fuera tuya?

Yo tocaba mucho covers en el Shannon, y me acuerdo que una vez, ahora que nombré "Overall", yo ya tenía esa primera canción. Estaba tocando y disfrutando, el Shannon se prestaba mucho para eso, y en un momento dije que iba a tocar una canción mía. También había muchos amigos y familia. La canté, el aplauso fue hermoso y muy cálido, y me acuerdo que disfruté tanto ese momento de haberla cantado, sentí algo tan distinto, que después miré para abajo y estaba la lista de los temas que seguían, y eran solo covers. Creo que toqué dos más y me fui, fue un momento muy lindo y después bajó la energía. Por un tiempito estuve un poco peleada con los covers por eso, porque había conocido esa otra sensación. Pero después me amigué, fue todo un proceso de haber conocido algo nuevo y sentirme de una manera que no me había sentido antes. En cuanto a alguna canción que me hubiera gustado escribir, hay una que es tremenda que sacó Florencia Núñez hace poco en el disco Fe (2024), que se llama "Lo canté". Me encanta, la escuché y me pareció tremendo. Cruzando el charco también me pasa con "María" de Zoe Gotusso, es una canción que me genera cosas. Pero hay muchas, y bien que no las haya escrito yo, porque me encantan.

Colaboraste con el Fata Delgado en "Una cumbia más". ¿Cómo surgió la iniciativa? ¿Tenés colaboraciones a futuro que te gustaría conseguir?

Lo del Fata fue muy loco. Yo fui a un programa de televisión de la mañana a cantar "Rouge", una canción mía. Me acuerdo que en ese momento tenía el pelo rosado. El Fata estaba mirando ese programa, me habló y me dijo que estaba planeando hacer un disco con distintos artistas, que le había gustado mucho lo que había visto y que quería hacer un tema conmigo. Hablamos sobre dónde nos podíamos encontrar en cuanto a los géneros y llegamos a una cumbia latinoamericana, del estilo Julieta Venegas y Los Auténticos Decadentes. A mí me parecía una locura, para mí era un delirio, porque además yo estaba cantando una canción mía, no estaba cantando una cumbia. Pero conectó con lo que escuchó y lo que vio, y además su apertura de querer hacer algo conmigo, cuando tiene su trayectoria, me conmovió.

Después eso quedó medio en pausa por La voz, y a los años hicimos finalmente la canción. Yo le pasé la canción que estaba haciendo en ese momento, "Una cumbia más" que tenía otro nombre y era más de salón. Se la pasé, le gustó y le vio potencial. La grabamos y para mí fue una locura escuchar al Fata cantando algo que yo había compuesto, palabras que yo uní en una oración. Me tuve que adaptar, pero al principio no podía creer y me parecía una locura. Me encantaría colaborar con mucha gente que admiro, me gusta también colaborar con personas cercanas, y lo vengo haciendo: Lucas Cary, Gonza Brancciari. Venimos disfrutando mucho de compartir nuestra música. Después, Zoe Gotusso me encantaría, me gustaría ser amiga de ella.

Cortesía de producción

Te presentás el 6 de diciembre en la Sala Zitarrosa. Venís de cantar en festivales grandes y en televisión, y esta es una propuesta más íntima. ¿Cómo la estás preparando? 

La idea es que sea una fiesta grande, pero que no se pierda esa cercanía y esa cosa íntima, entonces hay un desafío también. El show va a tener distintos momentos, algunos más full band para arriba, otros más introspectivos o más íntimos. Van a ir pasando cosas también, cada músico invitado va a ser una pieza que va a aportar algo a todo esto. Va a haber momentos diferentes. Hay una canción que a mí me gusta mucho tocarla en vivo y sé que muchas personas se divierten, que es "Canción de desamor". Tiene una dinámica especial y es que en el estribillo, que dice "ya no te amo mi amor", en el espacio que queda la gente putea. Se genera una avalancha de puteadas e insultos que me encanta, es una canción que funciona como una catarsis. Antes de cantarla yo siempre explicaba que la canción tenía un juego que había surgido con amigos. Del repertorio de puteadas que uno tiene, la idea es agarrar una y tirarla. Eso pasa como seis veces en la canción, y la gente se cuelga en seguida a hacer eso. Te están pidiendo que putees, que saques lo de la semana. Y con todas esas palabras y esa energía fuerte, yo me gozo.

¿Fue una dinámica creada por vos o nació del público?

Se dio cuando yo estaba componiendo la canción, se la mostré a unos amigos y surgió. Se ve que muchos estábamos atravesados por experiencias amorosas y desilusiones. Eso, que en realidad era una puteada de uno u otro, lo quise llevar al vivo. Se da algo muy poderoso, la energía del enojo es muy poderosa. Ya grabamos un disco, que tiene su arte, pero ahora viene el arte del show en vivo, que es diferente. La idea no es reproducir lo que la gente escucha en Spotify, sino remarcar toda la parte humana y de conexión. A mí, personalmente, me encanta el show en vivo. Si te gustó el disco venite a ver el show, porque van a pasar cosas. Es un ítem que yo disfruto mucho. También creo, por cómo se ha dado mi carrera, que empecé tocando muchos covers en casamientos y eventos, y de a poco fui encontrando mi propio estilo a través de las presentaciones con el público.