Man´s Best Fríend: “El mejor amigo del hombre”. Cuando escuchamos esta frase, pensamos en un perro. En la imagen, una chica joven de melena rubia en cuatro patas protagoniza el plano. Una golden retriever. Del lado izquierdo, asoma un hombre de pie vestido de traje. Su cara no se ve, porque es lo que menos importa. Le tira del pelo a su protagonista, pero esta parece disfrutarlo. Como si de una correa se tratara.
La portada de Man´s Best Friend (2025) de Sabrina Carpenter, lanzado el pasado 29 de agosto, vio la luz el 11 de junio y despertó críticas en todos lados. Era misógina, promiscua, atrasaba. Calificar a Sabrina Carpenter de machista es el camino más sencillo: letras hipersexualizadas, outfits reveladores en los shows, seducción en todas sus formas. Todo su universo parece girar en torno a los hombres. A través de un claro trabajo de rebranding comercial, Short N Sweet (2024), su álbum previo, jugó con lo erótico de la inocencia y la femenidad. Fue un éxito en ventas y la posicionó como una de las estrellas pop más famosas del momento, cuando en verdad lleva siete álbumes de estudio y más de 10 años de carrera musical. Una muy reducida al público estadounidense y las consecuencias de ser una chica Disney, hasta 2024 y su Short N Sweet. Color rosa, encajes, pijamas aniñados. Picardía y doble sentido en cada verso de sus canciones.
En respuesta a las críticas, Man´s Best Friend tuvo un par de portadas más. En una de ellas, posa en el centro de una mesa llena de hombres trajeados, y otra vez, solo se ve su rostro. Perdida entre hombres. Disfruta su atención, pero se la ve aturdida. Sabe que se tiene que ir, pero no termina de hacerlo.
Man´s Best Friend relata de manera irónica y humorística un proceso de entendimiento. Con una búsqueda más clara de profundidad logra ir más allá que Short N Sweet, que se quedaba en el placer de la conquista. Por eso, funciona como una excelente parte dos: sufre las consecuencias negativas de la cacería masculina que contaba en el primer álbum. Aunque la primera impresión lleva a pensar que tiene un target masculino, la realidad es muy lejana. Tampoco se trata de lo opuesto, sino de una jaula con la puerta abierta. Puede salir, pero por ahora no quiere.
Su complicidad solo pertenece al público femenino: invita a reírse de las propias fallas, a no ser tan dura con una misma. La burla a la dinámica heterosexual entre hombres y mujeres es el centro de su imaginario. Genera empatía, porque a través de sonidos pop livianos y canciones sobre chicos, invita a mirar hacia adentro y entender que hay partes de dolor que elegimos libremente volver a atravesar. Revivirlo de manera incesante por temor a reinventar.