¿Escasea la bibliografía acerca de Juana de Ibarbourou actualmente?

Es la primera biografía que se escribe sobre ella, a excepción de una biografía oficial, autorizada por ella hace 50 años.

¿Es una biografía en sentido estricto, o posee elementos de ficción?

Se trata de una biografía novelada, pero que se atiene con rigor a los hechos. Yo diría que lo perteneciente a la ficción podría cuantificarse en un quince por ciento. La obra está basada en una investigación de mucho tiempo, sobre correspondencia de Juana, documentos, y testimonios de personas que la conocieron, y que compartieron con ella diferentes etapas de su vida.

En lo que respecta a la documentación, fui rastreándola en diversos lugares, como la Biblioteca Nacional, algunos archivos ministeriales, e incluso en las Universidades de Stanford y Harvard, ya que esas dos instituciones poseen archivos muy completos, con importantes documentos originales acerca de Juana.

¿Y encontró alguna información que no esperara?

Sin duda. Juana fue una mujer que padeció violencia doméstica y adicción a las drogas. Hasta en esos aspectos difíciles, su vida tiene plena vigencia. Fue también una mujer transgresora, cuyo gran amor correspondió a un prestigioso científico argentino, que -por supuesto- no fue su marido.
Por otra parte, siempre existieron versiones que intentaban vincular a Juana con el gobierno de turno, lo cual es completamente falso. Ella era una poetisa, no una militante política.

Se le acusó en alguna ocasión de ser complacencia para con la última dictadura, a pesar de que en esa época ella era ya muy anciana ¿hay algo de cierto en estos cargos?

En absoluto. Eso es una infamia y una canallada. La dictadura quiso acercarse a Juana, que tenía entonces 83 años. Pero ella no buscó en ningún momento a los militares, sino lo contrario, porque la dictadura necesitaba un icono, y Juana podía representar ese papel, porque es una figura mítica, legendaria, que representa lo mejor de la cultura uruguaya.

Respecto a Juana, lo que todos olvidamos es que fue una mujer, y una gran escritora. Y como mujer tuvo debilidades, además de una vida muy difícil, con muchísimo sufrimiento. El poder político siempre la quiso usar, pero ella, con gran inteligencia, supo mantener una distancia con ese poder, y es falso lo que se afirmó, en el sentido de que ella fuera la escritora del oficialismo. Juana fue una mujer que se auto recluyó en su casa desde siempre, no sólo en su vejez, y desde allí mantuvo amistades -a veces de manera epistolar- con tres figuras importantísimas de la política del momento: Eduardo Víctor Haedo, nacionalista y mecenas de la cultura; Justino Zavala Muníz, que era colorado, melense y poeta; y Emilio Frugoni, líder del partido socialista que también era poeta. Juana era amiga de estas tres personas de diferente signo político, pero su relación tenía que ver con el arte, no con la política.

En honor a la verdad, es preciso decir que la clase política la ayudó económicamente, ya sea votándole una pensión graciable, o al comprar los derechos de su obra. Pero no hubo más que eso. Juana nunca fue una mujer que hiciera política, sino una verdadera poeta, y los poetas verdaderos no hacen política.

¿Cómo llevó a cabo sus investigaciones en el extranjero?

A través de Internet, que es una herramienta maravillosa para el trabajo del investigador. Navegando, un dato conduce a otro, y se llega a encontrar valiosa información.

¿Y pudo percibir cuál es la visión que se tiene de Juana de Ibarbourou en el extranjero?

A Juana se la estudia en las principales universidades de los Estados Unidos, y es también estudiada en España. También tiene u a importante presencia en Alemania y Francia.

Finalmente ¿qué motivos lo llevaron a escribir sobre ella hoy día?

En parte el que no existiera una biografía novelada sobre Juana de Ibarbourou, y además, hace unos quince años, me llegó una carta que ella le escribió a un médico amigo, donde le relata dos de sus historias más ocultas. Yo conservé esa carta, y comencé, con tiempo, una investigación, porque me pareció que valía la pena.

Además, al igual que todos los uruguayos que la leímos en primaria, tenía la imagen del mito, y me resultó absolutamente fascinante hacer la investigación, y descubrir detrás de esa leyenda a la mujer y a la gran escritora.

En cuanto a eso, quiero destacar que Al encuentro de las Tres Marías no es un libro de poesía ni sobre literatura, sino sobre la vida de una mujer, y una enorme artista.


La obra se presentará el 11 de agosto a las 19.30 horas, en Museo Zorrilla