“A Luisito Suárez, lo fuimo’ a buscar hasta arribos en el aeropuerto. También estaba Sofi que empezó a pirar la locura de este sentimiento. Delfi, Benja y Lauta no pueden creer, no comprenden bien esta alegría”. Así dice parte de una canción que hinchas del Club Nacional de Football le dedicaron a Suárez, antes de que confirmara su vuelta al club, con el objetivo de convencerlo de fichar por el equipo.
Y una vez que el sueño se concretó, los hinchas cumplieron con lo prometido: lo fueron a buscar al aeropuerto. El 31 de julio pasadas las 11 horas, el delantero aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Carrasco con su esposa Sofía y sus tres hijos en el avión privado de Lionel Messi. Allí lo esperaron amigos, familiares e integrantes de la comisión directiva de Nacional, que compartieron junto a él una recepción privada en la Sala VIP. También se encontró con el cantante colombiano Sebastián Yatra, que vino a Montevideo a presentarse en el Antel Arena y se llevó una camiseta autografiada, que luego vistió en su show.
Minutos más tarde, Suárez se subió a una camioneta, ploteada con los colores del club y conducida por el exjugador de Peñarol Rodrigo Cubilla, que lo llevó hasta el Gran Parque Central. Una multitud de hinchas tricolores lo esperaban en la rotonda del aeropuerto viejo, donde iniciaron una caravana que tomó Avenida a la Playa, la rambla hasta bulevar José Batlle y Ordóñez para finalmente llegar al estadio donde lo esperaban unos 25.000 fanáticos.
Algunos hacían largas colas para comprar las camisetas que el club puso a la venta a 4.900 pesos con el número 9 y el nombre del goleador. Pantallas gigantes mostraban el minuto a minuto de la caravana, en una transmisión especial que organizó Nacional TV y que fue conducida por Facundo Ponce de León, Pablo Fabregat, Magdalena Correa, Sofía Romano, Sebastián Almada, Lalo Musso y Noelia Etcheverry.
Cada vez que un exjugador de Nacional se acercaba a la entrada principal de la tribuna José María Delgado todos buscaban la selfie. Álvaro Recoba, Juan Carlos Blanco, Nelson Abeijón, Dardo Pérez, Jorge Seré y Ruben Sosa, entre otros, fueron invitados a recibir el cariño de la hinchada y compartir ese momento con Suárez. Sebastián Abreu, que estuvo en el plantel de Nacional con “El Pistolero” hace más de 15 años, condujo parte de la presentación, aportándole su sentido del humor y anécdotas.
El festejo tuvo la música de Los Del Parque (una murga que le canta a Nacional), Dj Sanata, La Furia, Martín Quiroga y Cumbia Club. Los hermanos Yamandú y Martín Cardozo, Guillermo Peluffo y Ana Prada cantaron por primera vez en vivo la canción oficial de Nacional El club gigante, que compusieron para los 123 años de la institución.
Pero sin subestimar los espectáculos musicales, la realidad es que todos estaban esperando la gran entrada. Minutos antes de ese momento, a través de la pantalla gigante ubicada en la unión de las tribunas Atilio García y Abdón Porte, se vio cómo el futbolista, acompañado del presidente de Nacional, José Fuentes, firmó los documentos que lo unieron definitivamente al club y se dirigió al vestuario locatario, donde saludó uno por uno a sus nuevos compañeros y a los integrantes del cuerpo técnico.
Con una cuenta regresiva, Suárez terminó con la ansiedad de todos al salir a la cancha acompañado de su familia. Lo esperaban en el centro del campo los integrantes del plantel principal, exfutbolistas, dirigentes, directivos históricos, y líderes políticos como el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber y el senador Óscar Andrade.

Luis Suárez con sus hijos Delfina, Benjamín y Lautaro
En un discurso que fue varias veces interrumpido por las canciones que la hinchada le ofreció al goleador, Suárez afirmó que vino al club a pelear por todos los títulos que Nacional tiene en juego: el torneo Clausura, el Campeonato Uruguayo, la Copa Uruguay y la Copa Sudamericana.
“Quiero estar acá por el cariño que me dieron, porque más feliz que acá no voy a poder estar. Porque tengo tres maravillosos hijos que tenían el sueño de verme jugar en Nacional. Lo que quiero hacer a partir de ahora es devolverles todo lo que hicieron por mi familia. Devolverlo dentro de la cancha, junto a mis compañeros, porque sin ellos nada será posible”, dijo la figura de la tarde, entre lágrimas.
Abrazado a sus hijos, Suárez disfrutó de un video que Nacional le preparó con las repercusiones que tuvo a nivel mundial el hashtag #SuárezANacional, incluyó un repaso de sus goles más importantes con la camiseta del bolso y el saludo de Messi, íntimo amigo de Luis y para muchos el mejor futbolista de todos los tiempos.
La tarde también tuvo momentos emotivos. Nacional recordó a los fallecidos Santiago “Morro” García, exfutbolista de Nacional, y al kinesiólogo Walter Ferreira, quien fue clave en la recuperación física de Suárez tras su operación de rodilla a semanas del Mundial 2014.
Minutos después, la tribuna se vino abajo cuando el delantero argentino Emmanuel Gigliotti le entregó la camiseta con el número 9 —que él usó hasta el día anterior— a su nuevo compañero. Junto al capitán del equipo y golero de la selección, Sergio Rochet, le dieron la bienvenida pública en nombre del plantel.
El cierre lo marcó el propio Suárez, que, acompañado de su familia, dio la vuelta al estadio para saludar de cerca a todas las tribunas.
Cuando ya la presentación había terminado y la mayoría de los fanáticos habían abandonado el Gran Parque Central, siguieron por horas las largas filas para comprar la camiseta de Suárez. Todos querían el recuerdo de un día que será difícil de olvidar y que muchos aún no pueden creer que de verdad sucedió.