Los vecinos de Punta Carretas se han acostumbrado a ver cómo la oferta gastronómica de la zona crece cada año, con la inauguración de nuevos restaurantes, cafés, bares y mercados. Una esquina que se mantiene igual es la de Luis de la Torre y José María Montero, donde funciona desde 2002 Francis, un restaurante que, sin perder su esencia, ha ido mutando al ritmo del barrio.
El local, que en sus inicios tuvo el foco puesto en la comida de mar, hoy también ofrece opciones de parrilla gourmet, pastas, ensaladas y una línea de productos urbanos que cuenta con hamburguesas y sándwiches.
Según Alberto Latarowski, que dirige Francis junto con su hija Mariel, los platos de mayor destaque son los chipirones a la plancha, los ñoquis rellenos de queso gruyere y mozzarella gratinados en salsa rosa con chips de jamón crudo, el risotto de cordero y hongos frescos, el cordero confitado y la milanesa gourmet rellena.
Con el objetivo de llegar a más consumidores, Francis ha comercializado algunos de sus platos más icónicos en ferias gastronómicas, siguió desarrollando su servicio de catering para eventos y continuó perfeccionando Francis Express, un servicio de delivery por el cual usuarios de Punta Carretas y zonas aledañas pueden ordenar a domicilio los mismos platos que se sirven en el salón a un precio reducido.
El momento más duro. El 13 de marzo de 2020, cuando se anunció el primer caso de Covid-19 en el país, el equipo de Francis se estaba preparando para una movida noche de viernes. La noticia cayó como un baldazo de agua fría y obligó al restaurante a cerrar por unos 20 días. Durante ese tiempo, Alberto y Mariel se enfocaron en optimizar los recursos y mejorar el servicio de Francis Express, que sostuvo al restaurante y sirvió como forma de mantener el vínculo que tiene con sus clientes habituales.
“Durante la pandemia, la gente nos apoyó mucho en el salón y con el servicio de delivery. Francis Express no fue una solución, pero sí una ayuda. Implementamos todo un sistema que incluyó un nuevo packaging y un método para no tener contacto con el cliente. La cantidad de ventas por esa vía tuvo un crecimiento importante”, explicó Alberto.
Trato diferencial. Pese al éxito de esta modalidad, Alberto considera que el diferencial de este restaurante está en el trato del personal hacia el comensal. “Buscamos que el cliente tenga una experiencia completa, que se sienta como en su casa o mejor aún. Lo agasajamos y queremos que pase bien”, dijo.
El restaurante aún extraña el flujo de turistas que tenía antes de la pandemia, que lo llevó a obtener certificados de excelencia de Tripadvisor. De todas formas, Francis busca mantenerse cerca de sus clientes habituales y captar nuevos siguiendo una consigna que Alberto repite constantemente, la de “generar experiencias memorables” en cada persona que se acerca al lugar.
Francis está abierto todos los días de 19:30 a 23 horas, viernes y sábados hasta 23:30; y se sirven almuerzos los fines de semana de 12 a 15:30 horas.
