Mirador
Celebrar la vida

Un cumpleaños de gala

20.06.2022 07:00

Lectura: 3'

2022-06-20T07:00:00
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La diseñadora de modas Victoria Damiani cumplió 37 años y su novio, Marcelo Mercant, consideró que luego de dos largos años de “abstinencia” social debido a la pandemia del coronavirus estaba más que justificado hacer una fiesta para celebrar la vida.

Marcelo quería agasajar a su novia con una fiesta de cumpleaños personal, que organizó en el hotel Le Bibló, ubicado en Carrasco, y a la que asistieron unos 170 invitados siguiendo el código de vestimenta sugerido: formal.

Victoria y sus hermanas lucieron un total look VDamiani vintage, con piezas de distintas colecciones de la marca. “Tanto las bucaneras negras, como la falda de cuero y la blusa bordada son prendas que permanecen en mis looks”, explicó Victoria. “Siempre es bueno saber que podemos seguir usando prendas de temporadas pasadas y mezclar con lo nuevo de la última colección, eso es parte del mensaje de la marca: piezas versátiles y que no pasan de moda”.

El maquillaje y el peinado de la protagonista de la fiesta fue realizado por Fernando Ramírez, al que considera “un artista”. Los DJ a cargo de la música se ubicaron en el piso superior, desde donde podían ver cómo se desarrollaba la fiesta para ir acompañando su ritmo natural. Primero fue el turno del DJ Gonzalo Magallán, al que se sumó la intervención en algunas pistas de electrónica del violinista Piero Vittori Locatelli y el acordeonista Horacio Arbiza Griffin, lo que provocó que los invitados disfrutaran de la fusión del DJ y la música en vivo. El broche de oro fue la música de la DJ Ciara Nin. 

Para la ocasión, el hotel se vistió de gala. La fiesta tuvo lugar en la biblioteca, que estaba iluminada con luces rojas para quitarle la solemnidad a la madera de la decoración clásica del hotel. Marcelo contó que la consigna fue darle un toque de la moda, el glamour y el estilo que Victoria le pone a su ropa.

La gastronomía estuvo a cargo del restaurante del hotel. Comenzó con bocados fríos y calientes y siguió con el  plato principal, un risotto de hongos. Se dispuso además una barra con variedad de tragos; la vedette fue el gin artesanal de Sacro, aunque también se podía elegir cerveza y champagne.

En lugar de torta los postres se sirvieron en shots, para que los invitados disfrutaran sin cortar el baile. 

Según Marcelo, la fiesta tuvo “todos los condimentos de lo que es Victoria, en aromas, sabores, música y moda”, y así fue recibida por los invitados.