Terrible: bebé murió desangrado tras circuncisión clandestina hecha por alguien no apto

Las fuerzas españolas de seguridad detuvieron a tres personas por la muerte de un bebé a causa, supuestamente, de una circuncisión clandestina en el domicilio familiar, situado en la localidad costera mediterránea de Roquetas de Mar, en la provincia de Almería.

Según informaron este martes fuentes de la Guardia Civil a la agencia noticiosa EFE, el lunes fueron arrestados los padres de la criatura, que murió el domingo, y también se detuvo a la persona sospechosa de practicar la intervención quirúrgica, que no cuenta con formación médica.

El periódico local Diario de Almería informó que la familia del bebé es oriunda de Mali y que el pequeño, de cuarenta días, sufrió “una grave hemorragia como consecuencia de esta cirugía ilegal”.

A pesar de que los padres lo trasladaron a un centro de salud al ver la pérdida de sangre, los sanitarios no pudieron salvarle la vida.

Se sospecha que el falso médico detenido por practicar la operación podría haber realizado más intervenciones similares, pues en su domicilio se encontró instrumental destinado a la práctica de circuncisiones. En este sentido, el hombre negó ser un curandero o dedicarse profesionalmente a esta práctica, e incluso aseguró que rechazó realizarle la intervención al bebé, pero dijo que cedió ante la insistencia de los padres, que le instaron a hacerlo “hasta en cuatro ocasiones”, según declaró.

El sujeto dijo ante la jueza del caso que permaneció solo diez minutos en la casa y que, cuando se marchó, el bebé “no sangraba”. De acuerdo con el testimonio del padre del pequeño, la hemorragia se habría producido hacia las 16:30 horas, más de cinco horas después de la intervención, pero no llamaron a emergencias hasta casi las 20:00 horas. En ese tiempo, el bebé estuvo únicamente al cuidado de sus progenitores.

Por ello, el detenido mantiene que su actuación “no fue la causa directa de la muerte” y que, en todo caso, podría tratarse de un delito de lesiones, pero no de homicidio imprudente, ya que cree que, de haber sido atendido antes, el bebé podría haber sobrevivido.

El sujeto habría cobrado cien euros por la operación, que se llevó a cabo “de forma totalmente precaria” y en la que “no se emplearon instrumentos esterilizados ni se adoptaron medidas de control médico”, de acuerdo con el citado periódico.