Cada año se estima que se realizan unas 300 mil cirugías de implante mamario, pero no todas las mujeres a las que les gustaría ser más voluptuosas se animan. Para ellas, desde hace unos años está la alternativa del breastox, una técnica que solo dura media hora y consiste en inyecciones de bótox.
Según explicó la doctora británica Neetu Nirdosh al Daily Mail, con una sesión de tan solo 30 minutos, una mujer puede cambiar de talle. Esta técnica está siendo cada vez más demandada por las celebrities que se animan a utilizar sugerentes vestidos sin llevar sostén. "Es el tratamiento ideal para aquellas mujeres que han sufrido la caída del pecho después del embarazo o por el paso de los años, o bien para las que tienen arrugas marcadas en el escote, fruto del daño solar" asegura.
El tratamiento cuesta unos 600 euros e implica la inyección de bótox en los músculos pectorales, que se levantan y se ponen más firmes. El efecto dura unos seis meses.
El bótox es, según la Sociedad Internacional de Cirujanos Plásticos Estéticos, el tratamiento cosmético no quirúrgico más popular en el mundo.