Editorial
Editorial

Selfies que sí

Las selfies sacadas durante la vacunación, conocidas como vaxxies, invadieron las redes sociales por varios días, a toda hora y con todo tipo de protagonistas

15.04.2021 07:00

Lectura: 6'

2021-04-15T07:00:00
Compartir en

Por Daniela Bluth

El lunes 29 de marzo mis tres sobrinos mayores, de entre 23 y 29 años, se fueron a vacunar al Antel Arena. El procedimiento fue rápido, eficiente e indoloro. Todos se sacaron una foto antes, durante o después de recibir la vacuna. Y casi todos la mandaron al grupo familiar de WhatsApp. No era cuestión de generar un efecto contagio, todos los mayores de edad en ese grupo estábamos convencidos de los beneficios de la vacunación y ya teníamos la cita coordinada. La selfie era más bien una confirmación de ir por el buen camino y una forma de compartir una alegría: ya estábamos más cerca de poder retomar la tradición de los asados del domingo. Dos días después, al mismo grupo, llega la foto de la foto, esta vez registrada por el lente AFP y con la siguiente leyenda (originalmente en inglés): "Un hombre se saca una selfie mientras es inoculado con la vacuna Coronavac, desarrollada contra el Covid-19 por el laboratorio chino Sinovac, en el centro de vacunación armado durante la nueva pandemia de coronavirus en el Antel Arena de Montevideo, el 29 de marzo de 2021". El retratado, celular en mano, era Ale, el mayor de los hijos de mi hermana, ingeniero de profesión y encargado oficial de agendar para vacunarse a todos los mayores de 70 años de la familia y aledaños. La catarata de emojis no demoró en caer.

A esa altura, la pandemia ya había dejado varios hitos en las redes sociales. Desde los videos de los hisopados y las fotos de los resultados negativos hasta la captura de pantalla del mensaje del MSP con la fecha de vacunación y la posterior foto.

Lo que desconocía era que esas selfies, como muchas otras, tenían nombre propio: vaxxies. "Esto es: sacarse una foto mientras le inoculan la vacuna contra el Covid-19 y subirla a las redes; esta suele ser acompañada de un hashtag tipo #YoMeVacuno, una alabanza al equipo de sanitario, un breve comentario sobre lo magno del momento y la necesidad de estar juntos y, optativo, los dedos de la victoria", describe Leonel García en la nota que escribió sobre el tema, que puede parecer banal pero no lo es tanto.

La palabra selfie, antes autofoto, se empezó a usar hace casi 10 años, con la popularización de los celulares con cámara y el nacimiento de las redes sociales. En 2013 el diccionario Oxford la nombró palabra del año y el año siguiente la Fundación del Español Urgente (Fundéu) hizo lo mismo con el término selfi. Con el tiempo aparecieron distintas categorías, welfie para retratarse haciendo ejercicio, belfie para mostrar la cola a través de un espejo o foot selfie para compartir la imagen de los pies descalzos sobre la arena, el pasto o un mullido sofá como sinónimo de vacaciones. Qué lleva a las personas a compartir la intimidad de su vida cotidiana en las redes sociales se ha analizado hasta el cansancio. Psicólogos, semiólogos y expertos en marketing digital hablan de una búsqueda de aprobación, de llenar el vacío de la soledad, de la necesidad de mostrar que uno también estuvo allí o, simplemente, de querer compartir una alegría o novedad.

Pero las vaxxies, que en estas semanas tuvieron su pico en Uruguay y el mundo, tienen una carga adicional. La preocupación por el avance del coronavirus y la necesidad de ir encontrando soluciones -sin duda, la vacunación es una de ellas- hizo que este tipo de selfies invadieran las redes sociales por varios días, a toda hora y con todo tipo de protagonistas. Aquí vimos a políticos como el presidente Luis Lacalle Pou, la vicepresidenta Beatriz Argimón y la intendenta de Montevideo Carolina Cosse, artistas como María Noel Riccetto o Luciano Supervielle, futbolistas como Sebastián Abreu, médicos, cocineros, empresarios e incontables periodistas de prensa, radio y televisión. Incluso, como dice en la nota la experta en marketing digital Raquel Oberlander, hay muchas personas que subieron esta foto y no tienen otra selfie en su feed. "En el caso de las vacunas, se trata de una emoción fuerte por todo lo vivido este año, una época rara donde todos nos hemos sentido mortificados".

Mientras que en los posteos que acompañan las vaxxies sus protagonistas suelen dejar bien clara su voluntad de producir un efecto contagio, los expertos coinciden en que difícilmente una foto en redes tenga real incidencia en la decisión de la gente. La semana pasada, la doctora Mónica Pujadas decía en entrevista con Galería que es difícil modificar la decisión de aquellos que sienten rechazo por la vacuna, pero que hay mucho trabajo por hacer con los que están vacilantes. "Muchas veces se puede cambiar la opinión con adecuada información, sobre todo en cuanto al análisis de la seguridad, por eso es tan importante mirar con mucha atención los efectos adversos y comunicar que realmente son seguras". En la nota que publicamos hoy, la psicóloga Mariana Álvez comentaba, un poco en broma, un poco en serio, que las fotos de la vacunación también servían para mostrar que a nadie le salió un tercer ojo o se convirtió en zombie después del pinchazo. Como siempre, es difícil generalizar y cuantificar estas acciones. También es difícil negar que hay, en este escenario casi de guerra, cierto efecto ejemplificante, donde los líderes de opinión juegan un rol relevante. De hecho, ya empezaron a aparecer las selfies de personas que tuvieron covid y no se pueden vacunar donando plasma, un recurso médico que el GACH estuvo difundiendo en los últimos días.

En este número de Galería, donde por suerte no todo es coronavirus -hay, entre otras notas, una que cuenta las historias de varios jugadores de fútbol profesionales que hicieron una carrera universitaria, una entrevista con Irene Delponte a partir de su nuevo libro de delicias dulces y un recorrido por las mil caras del príncipe Felipe-, Claudia Amengual también dedicó su columna a estos 13 meses de pandemia. Analiza sus percepciones iniciales, la añoranza de los tiempos precovid, las esperanzas que llegaron con las vacunas y las infinitas reacciones de los uruguayos. "Está claro que la pandemia ha sacado de nosotros lo mejor y lo peor de la especie. Como cualquier circunstancia extrema", dice. Y agrega: "No es momento de juicios. Cada uno hace lo que puede". Me quedo con eso, con el nombre y el título que cada uno quiera.