Contenido creado por María Noel Dominguez
Salud

Con bajas defensas

Qué es la neumonía bilateral y por qué es más grave en personas mayores

Afecta ambos pulmones y puede agravarse en adultos mayores con antecedentes de problemas respiratorios.

21.04.2025 13:01

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2025-04-21T13:01:00-03:00
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La neumonía bilateral, enfermedad que afecta simultáneamente a ambos pulmones, representa una de las formas más severas de infección respiratoria, especialmente en personas mayores o con historial clínico pulmonar. El reciente fallecimiento del papa Francisco, quien estaba en recuperación tras un cuadro de este tipo, ha vuelto a poner el foco en sus riesgos y evolución.

Según explicó el neumólogo Ignasi García, miembro de la Sociedad Catalana de Neumología en España, “la edad juega mucho” en el pronóstico de esta afección, ya que el sistema inmunológico tiende a ser más vulnerable con los años y la respuesta al tratamiento puede ser más lenta o ineficaz.

La neumonía bilateral compromete la capacidad respiratoria de manera significativa, ya que inflama los alvéolos de ambos pulmones, dificultando el intercambio de oxígeno. Los síntomas típicos incluyen fiebre, escalofríos, tos persistente, dolor en el pecho, fatiga extrema y sensación de ahogo.

El pronóstico se agrava en pacientes con factores de riesgo, como inmunosupresión, desnutrición, comorbilidades crónicas o antecedentes quirúrgicos pulmonares. En el caso del papa Francisco, se había sometido en su juventud a una resección parcial del pulmón debido a una grave infección, lo que limitaba aún más su capacidad pulmonar.

El tratamiento estándar incluye el uso de antibióticos adecuados al microorganismo causante —ya sea bacteriano, vírico o por hongos—, además de soporte respiratorio mediante oxígeno suplementario e incluso ventilación mecánica en los casos más severos.

Un riesgo latente en contextos de inmunodeficiencia

Especialistas advierten que el riesgo de neumonía bilateral aumenta con la edad y es aún más elevado en contextos donde existen enfermedades respiratorias previas o condiciones inmunológicas comprometidas. También influye el entorno: la exposición a patógenos en hospitales, residencias, o entornos con alta circulación de personas puede ser un factor determinante.

Si bien no es una enfermedad exclusiva de personas mayores, sí tiende a generar complicaciones mucho más serias en esta población. La prevención —a través de la vacunación, el control de enfermedades crónicas y la detección temprana— es clave para reducir su impacto.

Con información de Europa Press