Publican estudio sobre el Síndrome de Excitación Sexual Persistente

Aunque apenas existen unos 1.000 casos diagnosticados en todo el mundo, los científicos creen que el número podría ser mucho mayor pero se desconoce por la falta de investigación y conocimiento que existe al respecto de este síndrome.

La doctora Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona y vicepresidenta de la Federación Española de Sexología (FESS), presentó recientemente una ponencia sobre este trastorno, llamado Síndrome de la Excitación Sexual Persistente (PSA) o Trastorno de la Excitación Genital Persistente (TEGP) . El informe fue realizado en la Societat Catalana de Sexología de la Academia de Ciencias Médicas.

En entrevista con El Mundo, la médica aseguró que"la mujer experimenta todos los cambios genitales pero sin haber tenido la sensación de una excitación previa".

"Es como si sensaciones intrusas invadieran tu cuerpo y te provocasen orgasmos", aclara. Si bien puede ocurrir de forma aislada a lo largo de la vida, el problema surge cuando esto se repite de manera continuada e interfiere gravemente en el día a día.

El Síndrome fue descrito en 2001 por las investigadoras Sandra Leiblum y Sharon Nathan. Las características de este síndrome son: sensación de excitación genital sin un desencadenante sexual previo, que persiste durante períodos prolongados de tiempo, y no desaparece a pesar de tener uno o varios orgasmos. En las mujeres con este problema genera sentimientos de vergüenza o culpa, ansiedad y angustia personal. "Puede darse también casos de depresión", indica Molero a El Mundo.

En 2005, Leiblum hizo una revisión del tema, tomando en cuenta los testimonios de cientos de mujeres que contestaron a una encuesta publicada en la revista "The Journal of Sexual Medicine". Se planteó entonces el problema como "Desorden o Trastorno de la Excitación Genital Persistente (TEGP), considerado como la generación incesante de sensaciones genitales.

Puede ocurrir en cualquier sitio y cualquier situación y se desconocen las causas, aunque las investigaciones apuntan a factores neurológicos, vasculares, hormonales o por efectos secundarios de medicamentos.

Son muy pocas las personas que vencen su vergüenza y confiesan este problema. Además, no hay un tratamiento a seguir y lo importante es controlar los síntomas.

"La investigación actual sugiere que las mujeres son capaces de una mayor capacidad de respuesta sexual de lo que se pensaba", apunta Molero, ya que pueden experimentar sensaciones genitales de excitación sin sensación subjetiva de excitación.

Los estudios de sexología coinciden en señalar que las mujeres responden a una mayor gama de estímulos sexuales, como miradas u olores, concluye el informe.