Editorial
Columna, por Daniela Bluth

Por el planeta, todos los días

02.06.2022 07:00

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2022-06-02T07:00:00
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Por Daniela Bluth

Hace 50 años, un 5 de junio en Estocolmo, Suecia, se celebraba por primera vez la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano. De allí surgió la Declaración y el Plan de Acción de Estocolmo, que establecía 26 principios que colocaban a las cuestiones ambientales en el primer plano de las preocupaciones internacionales y marcaba el inicio de un diálogo entre los países industrializados y en desarrollo. Los principales temas de preocupación eran la contaminación del aire, el agua y los océanos, a los que se sumaba el bienestar de las personas de todo el planeta. Al parecer, en cinco décadas el mundo ha cambiado mucho, pero tampoco tanto.

Entre los resultados fundamentales de esa conferencia estuvieron la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y que se estableciera el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra desde 1974 y es la fecha más importante en el calendario oficial de las Naciones Unidas para fomentar la conciencia y la acción global en favor de la protección ambiental.

Este año, además, el aniversario redondo trae novedades y un poco más de fuerza a una causa que por relevante para todos muchas veces no pasa del discurso. El gobierno de Suecia —país abanderado de la causa ambiental, no es casualidad que la activista Greta Thunberg haya surgido allí— será sede de la conferencia “Estocolmo+50: un planeta sano para la prosperidad de todos —nuestra responsabilidad, nuestra oportunidad”. El objetivo de esta reunión internacional es conmemorar el 50º aniversario de la Conferencia de Estocolmo, acelerar la implementación de la Agenda 2030 y lograr una recuperación sostenible del Covid-19.

Además, el gobierno sueco y el PNUMA retoman el lema “Una sola Tierra”, el mismo que se utilizó cinco décadas atrás y que sigue vigente. “La consigna ‘Una sola Tierra’ destaca la necesidad de vivir de forma sostenible, en armonía con la naturaleza, a través de cambios sustanciales impulsados por políticas y elecciones cotidianas que nos guíen hacia estilos de vida más limpios y ecológicos”, explican los organizadores. A comienzos de este año, el PNUMA también publicó el informe Hacer las paces con la naturaleza, que apuesta a mejorar la relación con nuestro entorno, “comprender su valor y poner ese valor en el centro de la toma de decisiones”. Según la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, “en 2022 esperamos que el mundo comience a pasar la página del peor capítulo de la pandemia de Covid-19. Y lo hacemos con el conocimiento de que continuamos enfrentando las tres crisis planetarias que amenazan nuestro futuro: la crisis del cambio climático, la de la pérdida de la biodiversidad y la de la contaminación y los desechos”.

En Galería, hace tiempo que los temas vinculados al medioambiente, la contaminación en sus distintos formatos y la sustentabilidad son de interés y preocupación. Ahora, con la excusa y la espalda de esta celebración internacional decidimos hacer un ciclo de artículos referidos a estos temas. En la primera entrega abordamos un nuevo trastorno psicológico llamado ansiedad climática o ecoansiedad, generado por la incertidumbre y angustia que provocan las catástrofes naturales, la contaminación o el futuro de las nuevas generaciones. En Uruguay el fenómeno es incipiente y la discusión a su alrededor también, pero en el mundo ya se está estudiando, con voces a favor y otras más escépticas, tanto entre profesionales de la salud como entre ambientalistas. Según un estudio publicado a fines de 2021 en la revista británica The Lancet, especializada en Medicina, y realizado a unos 10.000 jóvenes de entre 16 y 25 años, los datos son preocupantes: 50% dijo que el cambio climático le generaba sensaciones como tristeza, enojo o ansiedad, 45% que le estaba afectando su vida cotidiana y 75% que veía el futuro como aterrador.

Las acciones en este sentido también se empiezan a ver. En 2019 se realizó en Lisboa, Portugal, la primera Cumbre Internacional sobre Psicología y Salud Global, que en breve tendrá su segunda edición en Bogotá, Colombia. Uruguay participará a través de la Coordinadora de Psicólogos del Uruguay (CPU) y allí se discutirá sobre los efectos del cambio climático en la salud mental, la vida cotidiana y los niveles de bienestar de las poblaciones. Fernando Traversa, exdirector del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) y hoy asesor de la CPU, le dijo a Leonel García en la nota de hoy que, justamente, una de las transformaciones más profundas que trajo el cambio climático es “que nos comenzamos a dar cuenta de que somos responsables de ese cambio”. Ser conscientes claramente no soluciona el problema, pero al menos es un primer paso. Otro estudio, esta vez de Opción Consultores realizado en 2020 a 1.500 adultos uruguayos, arrojó que casi la totalidad (94%) considera al cambio climático como un problema bastante importante para el país, casi 70% cree que el mundo estará peor en 30 años y casi 80% cree que la prensa habla poco o nada del tema. Por eso, desde nuestro lugar, empezamos a hablar, a presentar distintas visiones y a generar conciencia. La nota de esta semana es la primera de varias y se lleva la tapa, con una ilustración de Roberta Ponce de León que refleja el amor por el planeta en el que vivimos.