Desde la detención del capitán de navío Jorge Tróccoli, la prensa de Italia publicó una serie de artículos acerca de la coordinación represiva de las dictaduras en América Latina, conocida como Plan Cóndor.
Tróccoli está acusado por la desaparición de uruguayos descendientes de italianos durante los años setenta. Su captura a pedido del fiscal Gianncarlo Capaldo reactivó un caso encajonado de la justicia italiana, desempolvando la orden de captura de 140 represores de la región, informa Roger Rodríguez para La República.
"Cuando en Italia se habla de Uruguay y de su dictadura, de inmediato surge la historia de las operaciones de la Logia Propaganda Due, que en los años de los gobiernos militares en el Cono Sur tenía una de sus sedes de operación política y financiera en Montevideo", escribía al respecto un periodista italiano que había sido corresponsal en nuestro país.
La citada logia masónica tendría entre sus actos de corrupción, la sospechosa muerte del papa Juan Pablo I en 1978. El grupo fue creado por Lucio Gelli, quien dirigía inversiones en Uruguay a través de su socio, Humberto Ortolani. Él instaló la Banca Financiera Sudamericana, que luego quebró.
Gelli operaba en nuestro país desde la sede de la Orden de Malta, la empresa Promociones y Servicios del Edificio Artigas, y se asoció con estudios jurídicos. En 1981 se realizó un allanamiento en Carrasco donde se incautó el archivo de la Propaganda Due, negociado luego en las visitas de los primeros ministros italianos Guilio Andreotti y Bettino Craxi.
En Europa participó de una organización terrorista anticomunista llamada Operación Gladio. Allí conoció al neofascista Stefano Delle Chiaie y al ultraderechista Vincenzo Vinciguerra, quienes formarían parte del intento de homicidio del chileno Bernardo Leighton en Roma, en 1974, uno de los atentados más importantes elaborados por la coordinación represiva del Plan Cóndor.
Tróccoli fugó a Italia para evitar la extradición por su condición de ciudadano, pero probablemente no conociera la causa de Capaldo.