James Maki se convirtió en el receptor del segundo transplante de rostro en Estados Unidos, y compareció ante la prensa en el hospital de Massachusetts donde fue intervenido a principios de abril, cuenta El Mundo.

El hombre de 59 años perdió su nariz, el labio superior, las mejillas, el paladar y varios músculos y nervios de su cara al caer sobre un riel electrificado en el metro de Boston, en 2005.

Durante años no se había atrevido a salir a la calle, porque la gente retrocedía al verlo. Ahora apareció con un rostro nuevo, algo hinchado y a la espera de nuevas operaciones, pero con la esperanza de una "vida normal".

La operación duró diecisiete horas, donde los médicos transplantaron la nariz, paladar, labio superior, parte de la piel, así como músculos y nervios de un donante.

El paciente debió esperar cuatro días para verse en un espejo, y cuando lo hizo dijo a los médicos: "no puedo creer que me hayan hecho tan parecido a como era". El tono del piel del donante era parecido al de Maki y tenían la misma edad.