Nueve consejos para adelgazar sin estrés

Si piensas que ponerte a dieta es sacrificarte y renunciar a todo lo que te gusta, es más que probable que tu intento fracase. Esta sensación provocará ansiedad y estrés, que no ayudará en nada a que bajes de peso. 

Por eso te vamos a dejar nueve consejos con los que adelgazar de una manera sencilla modificando alguno de tus hábitos.

1- Los horarios son importantes: debes comer cinco veces al día, procurar hacerlo a la misma hora, sentarte y tomarte tu tiempo para que la comida te satisfaga.

2- Comida casera: comiendo lo que más te gusta y poniendo cariño en los platos que preparas será más fácil hacer dieta. Recupera la costumbre de ir al mercado y cocinar tú mismo, esta comida es más sana y está menos procesada. Incluso si te has de saltar la dieta con algo dulce es mejor que sea algo casero, que llevará menos grasas trans y azúcar.

3- Apoya los cubiertos en el plato y mastica: la sensación de saciedad tarda entre 15 y 30 minutos en llegar a tu cerebro, así que si comes despacio apoyando los cubiertos mientras masticas, ganas tiempo para que esta señal llegue a su destino. Procura masticar mucho la comida, esto también ayuda a que te sientas lleno antes.

4- Mindfulness: mientras comas no hagas otra cosa, ni tele, ni leer, oir música, etc. Todo esto dispersa tu mente y no te darás cuenta de lo que has comido, ni de la cantidad, ni de si estaba bueno, dulce, salado... Pon presencia en lo que haces, saborea y disfruta del momento.

5- Cubiertos grandes y plato pequeño: es una cuestión psicológica pero parece que te llenas antes y tienes la sensación de que comes más si pones la misma ración en un plato pequeño. Los cubiertos grandes te llenarán más la boca y parece que comes más cantidad.

6- Evita las comidas de tapas o picoteo: este estilo de comida no te ayuda, no sabes muy bien lo que has comido ni en qué cantidad y es fácil que te excedas. Para perder peso es mejor que comas un plato principal, que leas la carta y veas qué es lo que mejor se adapta a tu dieta.

7- Conoces tus fortalezas y debilidades: es importante conocerse a uno mismo, todos tenemos debilidades pero hay que aprender a controlarlas, por ejemplo si te pierde el dulce, déjalo para un día especial o ponte un tope antes de empezar a comer. Tira de tus fortalezas (fuerza de voluntad, motivación, ganas de conseguir un reto...) para mantener a raya las debilidades.

8- Hambre física o emocional: antes de empezar a comer cuando sientes hambre, analiza tu situación: ¿estás triste? ¿ansioso? ¿enfadado? ¿has comido hace poco? Todas estas preguntas te dirán si tu hambre es física o emocional y podrás actuar en consecuencia.

9- Beber abundante agua: beber agua te ayuda a evitar el hambre ya que es saciante y es la mejor manera de mantener tu organismo hidratado. Debes beber al día alrededor de 2 litros de agua que son unos 8 vasos. El primero lo puedes tomar en ayunas con unas gotas de limón y recuerda que también puedes tomar infusiones y caldos que te ayudarán a completar la ingesta de líquidos.

Fuente: Dieta Coherente