Morochas y gorditas: las modelos que más lencería venden

La marca de lencería Adore Me, con sede en Nueva York, realizó un estudio acerca de los efectos de sus anuncios en las ventas. Y comprobó que a la hora de facturar, la modelo morocha y rellenita aporta más ganancias que las rubias delgadas que mandan en los estereotipos.

La investigación se basó en tres anuncios de televisión lanzados en enero: uno con modelos rubias, otro con modelos morochas y el tercero con una morocha rellenita. Luego se recurrió al sistema clásico del marketing, en el que se muestra a los consumidores anuncios con el fin de medir sus hábitos de compra y preferencias.

El resultado inesperado fue que la morocha de talla grande generaba cuatro veces más ventas que la rubia flaquita.

"Hay una mentalidad global que apunta a que las modelos deben ser muy delgadas... nosotros queríamos enfatizar que tenemos ropa interior para cualquiera", dijo Morgan Hermand-Waiche, fundador de Adore Me, en declaraciones a CNN.

Uno de sus artículos más exitosos son los sujetadores, ya que ofrecen prendas de tamaños que no comercializan las marcas más famosas (hasta 120 de busto).

"Sentimos orgullo de presentar modelos de tallas grandes en nuestras campañas, y nos alegra ver que su presencia en los avisos cuadriplica las ventas. La cantidad y la calidad de tráfico claramente mostraron que las modelos de talla grande causan empatía con las mujeres de todos los tamaños y aumentan las ventas en todos los ámbitos, no sólo en la línea de tallas grandes", dijo un portavoz de la marca al periódico The Independent.

"Y más allá de cuestiones de pesos y medidas, el sondeo de marketing demostró que los spots televisivos con morochas funcionaban mejor que los protagonizados por rubias.

"Nuestras clientas —y las mujeres en general— prefieren morenas cuando se trata de comprar ropa interior. Es lo que hemos visto ", añadió Hermand-Waiche.

Según Adore Me, las fotos retocadas no se traducen en ventas, contrariamente a lo que proponen muchas marcas. En realidad, sucede todo lo contrario: las compradoras prefieren figuras curvilíneas realistas.