Pasaron 20 años desde que se hiciera pública la relación entre el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, y su subalterna Mónica Lewinsky, una historia de sexo consensuado que destruyó la carrera de una joven y la sumió en una fuerte depresión.

Lewinsky huyó de la vida pública y fue catalogada como la "destrozahogares" del siglo XX. Fue a terapia durante años, empujada por la presión mediática que había destrozado su vida normal.

En 2015, empoderada, ofreció una charla TED en Vancouver titulada El precio de la vergüenza, donde daba datos del dolor: "Veo el bullying como algo similar a la automutilación. Las personas que se cortan están tratando de localizar su dolor. Creo que con la intimidación, las personas sufren por innumerables razones y las están proyectando. En lugar de cortarse a sí mismos, cortan a otra persona".

Luego, disparó un poderoso mensaje contra el acoso en internet: "Hay un precio muy personal para la humillación pública, y el crecimiento de Internet ha elevado ese precio. [...]El cambio comienza con algo simple, pero no es fácil: tenemos que volver a un valor que perduró por mucho tiempo: la compasión".

 

Desde entonces, ha inspirado a millones de mujeres en campañas contra el ciberacoso con el apoyo de estrellas de cine como Salma Hayek, Jamie Lee Curtis y Olivia Wilde.