MIsokinesia: un fenómeno que afecta a millones y aún así es poco conocido

Tamborilear la mesa con los dedos, balancear la pierna, morder la tapa de la birome o retorcerse el pelo, son ejemplos de comportamientos repetitivos que pueden causar intenso disgusto o irritación en quienes los observan.

Un equipo dirigido por el psicólogo Sumeet Jaswal, de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), profundizó en la comprensión de esta condición mediante el estudio de una muestra de más de 4.000 personas.

Se considera la primera investigación científica exhaustiva sobre la misokinesia, que literalmente significa odio o aversión (miso) y movimiento (kinesia) . Los resultados revelan que este fenómeno poco conocido afecta a más personas de lo que se creía.

En una serie de experimentos con más de 4100 participantes , investigadores evaluaron la prevalencia de la misoquinesia entre estudiantes universitarios y la población general. El estudio, publicado en la revista Nature , evaluó el impacto y los posibles orígenes del fenómeno.

“Aproximadamente un tercio de las personas encuestadas informaron algún grado de sensibilidad a la misokinesia en su vida diaria ”, dijeron los autores del estudio a Science Alert .

"Estos resultados indican que la misokinesia no es un fenómeno limitado a casos clínicos, sino más bien un problema previamente poco reconocido y compartido por muchas personas", añadieron los investigadores, según consigna SIC Noticias.

Según los datos recogidos, la misokinesia puede asociarse en ocasiones a la misofonía, una reacción emocional intensa y negativa al oír sonidos específicos , habitualmente comunes y repetitivos, que la mayoría de las personas consideran neutrales o ni siquiera notan.

Ejemplos de sonidos que pueden provocar ira, irritación o ansiedad en algunas personas son: masticar o comer con la boca abierta, respirar fuerte, hacer clic en un bolígrafo, el tictac de un reloj o beber líquidos con una pajita.

En cuanto a la misokinesia, el estudio concluyó que la intensidad del fenómeno varía de un individuo a otro: algunos sienten una leve molestia, mientras que otros se ven profundamente afectados.

“Estas personas se ven afectadas emocionalmente y experimentan reacciones como ira, ansiedad o frustración, así como un menor disfrute en situaciones sociales, entornos laborales y contextos educativos”, explicó el psicólogo de la Universidad de Columbia Británica , Todd Handy.

“Algunos incluso evitan las actividades sociales debido a este trastorno”, añadió, hablando con Science Alert.

Handy comenzó a estudiar el tema después de que su novia le dijera que estaba inquieto y que eso le causaba estrés, ya fuera a él o a cualquier otra persona.

"Como neurocientífico cognitivo especializado en percepción visual, tenía mucha curiosidad por entender qué estaba sucediendo en los cerebros de estas personas ", dijo Handy.

¿Por qué puede resultar tan perturbador observar a alguien realizar movimientos repetitivos?

El estudio puso a prueba la hipótesis de que la misokinesia está relacionada con una mayor sensibilidad visual , es decir, la dificultad para ignorar estímulos distractores en el campo visual periférico.

Sin embargo, los resultados iniciales no confirmaron esta teoría: no se encontró evidencia concreta de que los mecanismos automáticos de atención visual contribuyan significativamente a la misokinesia.

Todavía estamos en el comienzo del estudio científico del fenómeno, pero los investigadores ya están señalando algunas pistas para futuras investigaciones.

“Una hipótesis que queremos investigar involucra las llamadas ‘neuronas espejo’”, dijo Sumeet Jaswal.

Estas neuronas se activan cuando nos movemos, pero también cuando vemos a otras personas moverse. Por ejemplo, cuando vemos que alguien se lastima, podemos estremecernos o hacer una mueca, como si sintiéramos ese dolor.

Así, es posible que las personas con tendencia a la misokinesia estén, inconscientemente, reflejando el estado emocional de quienes se mueven, pero de forma negativa.

Solo investigaciones futuras podrán confirmar si este es realmente el proceso en cuestión. Un estudio de seguimiento realizado por Jaswal en 2024 con 21 voluntarios sugirió que el problema podría estar más relacionado con la dificultad para desconectarse de los estímulos visuales que con la incomodidad inicial.

Una cosa, sin embargo, parece clara: este fenómeno poco conocido es, en realidad, mucho más común de lo que se creía.

"Para quienes sufren de misokinesia: no están solos ", dijo Handy. "Este desafío es real y más común de lo que creen ", concluyó el investigador.