Seguramente escuchaste hablar de la cúrcuma o quizás la has usado en algún plato de inspiración oriental. Pero más allá del aroma y sabor, esta especia aporta beneficios a la salud.
Existe variada evidencia científica que vincula la cúrcuma con la prevención del cáncer: el colorrectal, el cáncer de páncreas, de pulmón, mama y próstata son los tipos de tumores en los que más se han profundizado científicamente.
Según reportan en Nosotras, la curcumina, su compuesto central, es la que ha demostrado tener un efecto fisiológico interesante sobre estos tipos de cáncer, favoreciendo su prevención y/o complementando su tratamiento. De todos modos, desde la comunidad médica se destaca son necesarios más estudios para confirmar su eficacia.
Cúrcuma y diabetes
Otro de los efectos demostrados de la curcumina es el de ser hipoglucemiante, es decir, ayudar a reducir los niveles de azúcar en sangre. De aquí que se recomiende su consumo en personas con prediabetes o bien ya con diabetes diagnosticada.
Cúrcuma y el sistema digestivo
Por otro lado, se ha evaluado el efecto de esta especia sobre el sistema digestivo y sus funciones: en especial, sobre ciertos trastornos intestinales como son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Si bien los resultados aún son escasos, los expertos consideran que la curcumina bien podría ayudar a estos pacientes a mejorar sus síntomas.
También se ha encontrado mayor protección ante úlcera gástrica o ante infección porHelicobacter pylori, una de las bacterias que más frecuentemente ocasionan trastornos en el sistema digestivo.
Inflamación
En los procesos inflamatorios que se presentan en gran cantidad de enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, neurodegenerativas o metabólicas, la curcumina también podría ser un buen complemento.