Las mujeres prefieren a los hombres humildes, revela estudio

Pese a ser engreídos y avasallantes, los "chicos malos" -encarnados a menudo por ejecutivos exitosos o profesionales autoritarios- se quedan con la chica en numerosas películas. Este hecho incluso podría verse respaldado por el reciente éxito de la serie de libros "Cincuenta Sombras de Grey", cuyo protagonista -que hizo las delicias de millones de mujeres- es un "macho alfa" dominante y subyugador.

Sin embargo, un reciente estudio realizado por el Hope College de Michigan, EEUU, parece señalar otro camino en la preferencia femenina.

Dicho trabajo constató que ser humilde es la clave para que un hombre sea considerado como un buen compañero amoroso, mientras que la arrogancia y el egoísmo no puntuaban bien en el tema. Según los autores, la humildad en los hombres es tan importante para atraer a las mujeres, como lo es en las mujeres para atraer a los hombres.

Estos resultados pueden ser una luz de esperanza para los hombres que se sienten más identificados por el torpe personaje torpe de Hugh Grant en ‘Cuatro bodas y un funeral' que con Leonardo DiCaprio en ‘El lobo de Wall Street'.

Los psicólogos que llevaron a cabo la investigación definieron la humildad en el amito de las relaciones como "la capacidad para superar los deseos de poder y superioridad en una relación, y en lugar de eso poner la relación en sí misma en primer lugar".

Esto significa que la propuesta no sólo es atractiva para la potencial pareja desde el primer momento, sino que también protege contra el desgaste en una relación a largo plazo.
"Estos resultados apoyan la idea de que la humildad es importante tanto para la formación y como para la continuidad de las relaciones románticas", dijo el autor principal, Dr. Daryl Van Tongeren, en declaraciones recogidas por Daily Mail.

'La humildad parece ser un rasgo de la personalidad deseable, y útil para el mantenimiento de las relaciones románticas bajo presión", añadió.

Los autores dijeron que las personas humildes ver sus fortalezas y debilidades con mayor claridad que las soberbias o arrogantes, aceptan las críticas tan fácilmente como los cumplidos, y es probable que sean útiles y generosos.

La investigación, publicada en el Diario de la Psicología Positiva, incluyó tres estudios realizados por el Dr. Van Tongeren y varios colegas.

En el primer estudio, 41 estudiantes crearon perfiles para sitios de citas y respondieron a las preguntas sobre su personalidad en la creencia de que los demás iban a ver sus resultados, y que a su vez ellos iban a ver los datos de otros estudiantes.

Pero en cambio, a todos los participantes se les enseñaron varios perfiles falsos. Las descripciones eran todas muy similares, y abundaban en términos habituales en esos casos, como "extrovertido" "alegre" "sano", etc. Pero mientras en algunos casos, estos falsos perfiles abundaban en descripciones sobre sus éxitos y valía, otros se calificaban a sí mismos como "humildes" o "muy humildes".

Tanto los participantes masculinos y femeninos dieron calificaciones significativamente más altas a estas personas humildes, y demostraron mayor interés y en mostrarles su propio perfil, obtener datos de contacto y encontrarse.

El segundo estudio, con la participación de 133 estudiantes, fue similar pero varió el lenguaje utilizado en las fichas de perfil, evitando la palabra humildad pero dando a entender esa característica.
Así, algunos de los perfiles falsos de esta segunda tanda, contenían frases como "hay gente que me dice que soy muy inteligente porque obtengo buenas notas, pero no me gusta mucho que se fijen en eso, supongo que es algo natural", o "prefiero no llamar la atención".

Por ejemplo, el perfil humilde declaró 'que otras personas dicen que soy inteligente, pero no me gusta la atención ", mientras que el otro me leen" Soy una muy buena estudiante y muy inteligente ... Supongo que sólo es algo natural".

Una vez más, tanto los hombres como las mujeres prefirieron los perfiles humildes para una potencial cita, y dejaron de lado a los arrogantes.

Finalmente, la última etapa del estudio reunió a 416 personas que llevaban muchos años viviendo en pareja. A ellos se les preguntó acerca de desavenencias y crisis que pudieran haber atravesado, así como la capacidad de ser perdonar y el ser perdonados.

Las personas que calificaban a sus cónyuges como personas humildes y sencillas, también se mostraban más proclives a perdonarlos en caso de que se diera tal necesidad, todo lo contrario que sucedía en personas calificadas como soberbias o dominantes.

Los autores sugieren que las personas humildes pueden "ver rápidamente el punto de vista de su pareja, expresar remordimiento e intentar reconstruir la relación, mientras que los arrogantes tienden a poner distancia, actuar a la defensiva, negar su culpa e incluso intentar trasladarla a quien es en realidad víctima".