Los vestidos trapecio con cuellos y puños de puntilla blanca abrieron un recital con pieles y terciopelo, rigor cromático, líneas rectas y bordes formados por consecutivas semicircunferencias, transparencias, escotes geométricos y brocados.
Los modelos largos y fluidos proporcionaron una excelsa elegancia a los diseños concebidos por Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli.
El zafiro, el gris perla y el rubí se engarzaron con el blanco y el negro en una pasarela que contempló desde la primera fila la actriz estadounidense Jessica Alba.
Fuente. EFE