Durante su visita a Nicaragua, el presidente brasileño Lula Da Silva dijo en un discurso que le gustaría formar un equipo de fútbol con los gobernantes latinoamericanos, y que una buena oportunidad será la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.

Lula se encargó de alinear el posible equipo, y descartó algunos jugadores. Dijo del presidente nicaragüense Daniel Ortega que "no tiene el biotipo de un gran jugador de fútbol", y en cambio dijo de sí mismo que, a sus 61 años, "tiene cuerpo de atleta". Lula siguió pasando lista de los mandatarios americanos, y se refirió a Hugo Chávez, que no juega al fútbol, "sólo bésibol", agregó, y a Evo Morales. El presidente de Brasil dijo que Felipe Calderón, gobernante de México, le comentó en una reciente reunión que practicaba el deporte, y aseguró que el argentino Néstor Kirchner "juega al fútbol todos los sábados".

En cuanto a la anfitriona del encuentro, la presidenta chilena Michelle Bachelet, Lula lamentó que no jugara al fútbol, y dijo que "sólo practica voleibol".
El mandatario brasileño explicó que el partido sería entre los presidentes de Sudamérica contra Centroamérica, México y Caribe, pero no descartó la posibilidad de realizar un amistoso entre los mandatarios latinoamericanos y los presidentes de España y Portugal, José Luis Rodríguez Zapatero y Cavaco Silva.

Las declaraciones de Lula fueron acompañadas de una promesa de su gobierno de apoyar a Nicaragua, ofreciendo pasantías a los jóvenes de ese país en clubes brasileños. "No puede ser privilegio de Brasil tener un Ronaldinho o un Kaká, por qué no puede haber un Ronaldinho o Kaká nicaragüense", concluyó Lula.