Un cuadro de Figari no vale lo que costaron tela y pintura. Un buen diamante tampoco vale la excavación para conseguirlo. Tales cosas son valuables, pero diamante y obra de arte valdrán muchísimo más porque son escasos o, a veces, únicos.
La escasez , obviamente, es el resultado de una demanda que puede estar basada en necesidades de vida o muerte, o culturales. Incluso en necesidades muy personales: el objeto de un ser querido puede tener para alguien un valor muy superior al que indica el mercado porque no es lo mismo para una persona la silla que hizo su abuelo, que el valor universal de las sillas fruto de la fría ley de oferta y demanda.
Si la ecología y los conocimientos acerca del medio ambiente nos llevan a la conclusión de que los bienes son finitos o de que las fronteras del planeta (aún las invisibles) son nítidas y no pueden ultrapasarse sin fatales consecuencias, debemos concluir que la economía y en especial la economía política serán necesarias porque seguirá habiendo escasez de bienes.
Por ende el estado no podrá ser disuelto, porque aún cuando no existan clases ni lucha de clases será necesaria una fuerza coactiva que impida traspasar aquéllos límites vitales.
la economía política, a pesar de cualquier ropaje o aroma que la perfume, es una ciencia indisolublemente ligada a la policía. Sin ella es inviable. Su palo es bastos.
Pues bien: incluso dejando a un lado la discusión propuesta, es evidente que una de las cosas más escasas del mundo es el tiempo libre con dinero para disfrutarlo.
Este dato a veces inadvertido, es el terrible origen de muchas cosas pero en especial de las burocracias habidas y por haber. Públicas y privadas.
Hay quienes para los que tener dinero TRABAJANDO no tiene absolutamente ninguna gracia. Algo así como ser Senador con votos: eso lo consigue cualquiera. La maravilla es serlo sin voto alguno (como por otra parte ha sido y es dable percibir fácilmente).
La gracia entonces radica en tener dinero sin trabajar. Y sin arriesgar absolutamente nada (mucho menos dinero).
La concupiscencia humana puede basarse en muchas cosas: coleccionar dinero sin gastarlo o gastándolo, tener poder, gozar de aplausos, disfrutar placer sea cual sea, no hacer absolutamente nada Es inútil averiguar en qué se basa porque puede reposar en las más inverosímiles cosas. Como se dice vulgarmente: en cuestión de gustos no hay nada escrito.
Por lograr esas cosas hay gente capaz del martirio con tal de conseguirlas. Incluso pueden ser por ellas flor de militantes o, en su defecto, audaces empresarios
Pero para los burócratas es vital el tiempo libre remunerado (de ser posible muy bien) para no hacer nada y siempre y cuando sea a cambio de nada.
Es por eso que una de las maneras de descubrirlos es averiguar quién cobra plata sin arriesgar nada, por no hacer nada o por hacer muy poquito.