LA COLUMNA DE E. FERNÁNDEZ HUIDOBRO

Más recientemente, vino la telefonía celular a posibilitar el envío y recepción de llamadas sin que (salvo captores muy sofisticados) nadie pudiera saber desde dónde se llama o atiende. Este adelanto científico, dotó al ser humano de una enorme potencia. Fue también un poderoso impulso a la industria hotelera de alta rotatividad y similares.
Resulta que en estos días llega (tardía en Uruguay) la telefonía celular de tercera generación (3G), que permite oir la voz y ver las imágenes de ambos interlocutores.
Este avance viene a destruir las ventajas anteriores. Constituye una imponente policía en manos de patrones, vigilantes, guardabosques, maridos, esposas

Ahora, con sólo tener y obligar a tener ese diabólico aparatito, ya no se puede afirmar estar dónde no se está: la imagen, en especial el "telón de fondo", evidencia el sitio concreto que cada uno ocupa en ese conciso y sorpresivo momento.
Sin embargo de tal fatalidad, o mejor dicho gracias a ella, la investigación, innovación, desarrollo y tecnologías apropiadas, avanzando vertiginosamente, vienen produciendo, con descomunal creatividad, larga serie de servicios para bien de la humanidad: una especie de "cuarta generación" (4G) en la telefonía móvil y sus prestaciones concomitantes.

Guionistas, escenógrafos, actrices, actores, dramaturgos y, en fin, una gran caravana de artistas vienen elaborando en distintas empresas, convincentes "telones de fondo" para cada necesidad: trabajando en la oficina, manejando el camión, caminando por la rambla (por receta médica), discutiendo en acaloradas reuniones políticas o empresariales hasta altas horas
¡Esto va a ser una formidable fuente de trabajo para el Teatro Independiente y la Cinematografía Nacional.
Dadas las características propias del país, pronto exportaremos tan imprescindibles y urgentes servicios.
Con muy poco dinero, e incluso por teléfono, se podrá adquirir el "telón de fondo" que se necesite para cada circunstancia.

Si usted dijo estar en el Estadio, podrán llamarlo y verlo con el gorrito, la camiseta, y la bandera, rodeado de otros energúmenos desgañitados. Y si usted llama a su esposa, podrá verla en la cocina de su casa. Aunque los dos yazcan en otros lados.
Se ha superado con creces la época de los teléfonos descompuestos y hemos llegado a la era más refinada, de la telefonía equívoca.

No habrá escapado a vuestra percepción, que ella, saliendo por la otra culata, puede "producir" pruebas irrefutables, a pedido, para divorcios y demás alevosos menesteres en boga.
Ambos fenómenos han tenido, tienen, y tendrán, importantes consecuencias políticas en todos los partidos.

ELEUTERIO FERNANDEZ HUIDOBRO