Editorial
Editorial de Daniela Bluth

Influencers del bien

Las redes sociales se convirtieron no solo en una forma supermasiva de comunicación, sino en una herramienta de formación y cambio

18.02.2021 07:00

Lectura: 5'

2021-02-18T07:00:00
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Por Daniela Bluth

La historia de Tilly Lockey es increíble. Y hasta ahora bastante poco conocida por estos rincones del mundo. Tilly es británica, tiene 15 años y se define como influencer y modelo biónica. No miente ni exagera. A los 15 meses le amputaron las manos, parte de los brazos y las puntas de los dedos de los pies debido a un tipo de meningitis. Les dijeron a sus padres que probablemente no sobreviviera. Pero Tilly no solo se salvó, sino que transformó su discapacidad en una forma de ayudar a los demás.

Como toda adolescente, Tilly es aficionada a Internet y las redes sociales. Las utiliza, sobre todo Instagram y su cuenta de YouTube, para compartir su historia, mostrar los avances en temas de accesibilidad y dar consejos a personas que se sienten inseguras por su condición. Muestra cómo se maquilla, se saca fotos con sus mascotas, cuenta sobre sus vacaciones y también explica cómo funcionan sus brazos biónicos (desde hace seis años es embajadora de Open Bionics, una empresa que hace prótesis en 3D de alta tecnología). En Instagram tiene más de 110.000 seguidores y en sus stories no solo se habla de discapacidad, también se habla de autoestima y bullying. "Realmente no hay suficientes influencers discapacitados en las redes. Aquí trato de alentar a las personas a aceptar sus diferencias", explicó. "Recibo mensajes a diario de personas que simplemente dicen ‘muchas gracias' o que mi página les ofrece consuelo, que finalmente pueden quererse a sí mismos y tener la confianza para hacer alarde de su diferencia".

En ese sentido, las redes sociales se convirtieron no solo en una forma supermasiva de comunicación, sino en una herramienta de formación y cambio. Tilly, desde su casa en Gran Bretaña, las usa para eso. Como modelo, como actriz, como conferencista, como influencer quiere que su mensaje llegue cada vez a más gente. "Espero que en 10 años la moda biónica esté en todas las revistas, en todas las pantallas y sea genial ser diferente", dice.

Me quedo con esa última frase, un mensaje que a veces en las redes (igual que en la vida misma) no está tan claro. Porque aunque hay iniciativas e intentos de compartir opiniones, proyectos o realidades diferentes, son escenarios donde lo más fácil es uniformizar siguiendo la corriente, mostrar lo universalmente aceptado/bello/cool para ser "parte de" y bloquear o simplemente dejar de seguir cuando un contenido empieza a hacer interferencia. O lo que es más grave aún: la variedad pasa por el discurso, pero se queda allí (cosechando likes) sin llegar nunca al plano de lo real. En Uruguay, donde todos o casi todos nos conocemos y desde donde no hay tanta posibilidad de convertirse en un fenómeno de masas, hay gente desarrollando contenidos valiosos. Alfonsina Almandoz con su cuenta Cande Down Side Up (que primero fue un blog), donde cuenta sus aprendizajes a partir del nacimiento de su hija Candelaria, con síndrome de Down, fue una de las primeras en animarse a mostrar parte de su intimidad para derribar mitos con la naturalidad de la vida misma.

Hoy, ya son varias más. Florencia Risso tiene 34 años y es diseñadora de modas. Nació sin una de sus manos y parte del brazo y el año pasado, a partir de la pandemia, decidió compartir su historia en algunos programas de televisión y su cuenta de Instagram. Allí habló sobre sus propios prejuicios, esos que a veces pueden resultar aún más duros de enfrentar y superar que los ajenos. El contenido y el tono de la propuesta de Angela Blones, experta en comunicación digital y quien formó parte de una de nuestras últimas producciones de moda de 2020, apunta sobre todo a romper los estereotipos de la belleza hegemónica. Su discurso -y su actitud- apuesta a verse y sentirse bien, aceptándonos tal cual somos. "Eres feliz como eres, pero si no eres feliz con algo, tienes todo el poder para cambiarlo", escribió en uno de sus últimos posteos.

En esa misma línea está Vicky Ripa (que formó parte de nuestra producción del Día de la Madre 2020), quien en su cuenta de Instagram se define como cantante de Croupier Funk y "amante de la libre interpretación de la belleza". Autoestima, sobrepeso, diversidad y ley de talles son algunos de los temas que más trabaja con un discurso tan personal como firme.

Del otro lado de las pantallas, las variedad de realidades es infinita. Las edades, profesiones y circunstancias también. Pero hay más de una coincidencia. La aceptación y la empatía creo que son las principales. Construir un discurso imperfecto (un poco más cerca de lo real) es otra. En algunas de las tantas notas que Tilly Lockey dio a la prensa en los últimos tiempos -mientras asiste a la première de Battle Angels o comparte conferencia con el Dalai Lama- dijo que "la gente necesita saber que nadie es perfecto". Parece una aseveración simple y obvia, pero los hechos siguen demostrando que no lo es tanto.