Vacaciones en campervans
Una opción económica para vacacionar, que permite reducir costos en transporte, alojamiento y comidas, recorrer varios puntos del país con el mínimo contacto posible entre personas y priorizando el acercamiento a la naturaleza, es el alquiler de campervans o minicampers. Existen dos emprendimientos que se dedican a esto. Oveja Negra Campers se dedica al alquiler de camionetas totalmente equipadas para dos y cuatro personas. Todas ellas cuentan con camas, sillas, mesa, utensilios y zona de cocina. También incluyen un baúl con todos los accesorios necesarios para pasar un buen momento al aire libre. Si no sos experto en el tema, en su página web y en la cuenta de Instagram brindan la información necesaria para elegir qué destinos visitar, dónde parar y cómo funciona el sistema de alquiler. En verano las campervans se alquilan por un mínimo de cuatro noches, y el modelo para dos personas tiene un costo base de US$ 75 por noche. La empresa Beway, dedicada a la fabricación de mini campers (tráiler que se puede trasladar con cualquier auto) en fibra de vidrio, cuenta con dos modelos diferentes para alquilar. Todos incluyen cama, ropero, espacio de cocina, tomas USB, tanque de agua y batería independiente. En verano, estas minicampers se alquilan por un mínimo de dos días a US$ 69 por día.
@orbita.shop
Los accesorios del verano
Collares y pulseras de colores, tamaños y diseños diferentes y el arte de superponerlos y combinarlos para lograr nuevos estilos son tendencia esta temporada, así como lo fueron a finales de los 90. Funciona muy bien para looks de playa, combinar collares de caracoles, mostacillas y piedras; y para looks de noche combinar collares de perlas, con gargantillas y cadenas de plata y de oro. Cualquiera sea la opción, el minimalismo queda a un lado para sumarse a la tendencia del verano. Se pueden conseguir buenas opciones en ferias artesanales de balnearios o tiendas multimarca como Las Molas en La Pedrera o Santo Mar en Manantiales. En Instagram, las cuentas @oceana_uy y @orbita.shop tienen varios modelos y proponen diferentes formas de combinarlos. También es una buena oportunidad para dar nueva vida a viejos accesorios o adquirirlos en marcas de segunda mano.
Pan&Co Atlántida
“Nos consideramos panaderos pandémicos. Por más que conocíamos el rubro gastronómico, comenzamos con el tema de la masa madre en la pandemia”, cuenta Santiago Cerisola, quien, junto con su esposa Fiorella Gandini, abrió una panadería en el garaje de su casa de El Pinar hace ya un año y medio. Desde ese entonces, los rolls de canela y las focaccias son los más buscados en la zona. Esta temporada, impulsados por dos amigos de Cerisola, sumaron un nuevo local en Atlántida con el mismo concepto. “Mi familia es de Atlántida, tengo una gran barra de amigos allá, y mis primeros pasos como propietario de algún bar o pizzería fueron en ese lugar”. Con las aberturas de El Chingolo —una antigua casa emblemática de la zona— que tenía uno de sus socios construyeron este nuevo espacio de apariencia rústica. Allí venden los productos horneados en El Pinar, pero también se puede tomar un café o un vermú en el patio, junto a la huerta o bajo el níspero. Otra novedad de la temporada es que cuentan con el asesoramiento de Francisco Seubert de Atelier Fuerza, quien les transmite sus conocimientos sobre pan y masa madre para mejorar los productos que ofrecen.
Ambos locales abren los viernes y sábados desde las 9 horas hasta agotar stock. Por más información: Instagram @_pan_co_ y @_pan_co_atlantida_
La onda del crochet
Hace varios años que el crochet dejó de ser el tejido de las abuelas para convertirse en una técnica con presencia en pasarelas, y este verano se impuso en los balnearios. Gorro pescador y bolso es lo que más se puede ver en las playas, pero las más jugadas optan por tops y vestidos al atardecer. Hay quienes compran estos productos en tiendas multimarca como Casa Ribera en Manantiales o El Beso en La Barra. Otros eligen las marcas que se especializan en tejidos, como The Farra o Tach. Y están también quienes tejen sus propios diseños en vacaciones sumándose al movimiento DIY.
Estero, entre vinos y tapas
Ximena y Nicolás son de Buenos Aires, aunque ella creció, hizo temporada en el rubro gastronómico y pasó la mayor parte de su vida en Uruguay. Vivieron durante un año y medio en Punta del Este gracias a la pandemia. Mientras estaban acá, extrañaban la costumbre de ir a comprar una botella de vino a un lugar con una propuesta joven, relajada, con selección de vinos modernos y ligeros, naturales y sin sulfitos, donde poder tomar una copa, comer algo o simplemente elegir una botella para un momento especial. El único lugar en el que se sentían como en casa era en el almacén de vinos y tapas Solera, de José Ignacio, pero la distancia con la zona de La Barra y Manantiales era importante. En noviembre de 2021, con la ayuda de Soledad Bazzini, de Solera, armaron una propuesta a su medida y abrieron las puertas con el nombre de Estero. También sumaron una selección rotativa de vino por copa y unas tapas para acompañarlos. Las botellas a la venta son en su mayoría uruguayas, pero también trabajan vinos españoles, italianos, neozelandeses, argentinos y chilenos. El rango de precios es variado, pero casi no difiere con grandes tiendas y supermercados. “Todo lo que compres para consumir en la tienda te lo podes llevar”, dice Nicolás. Las copas de vino van de los 280 pesos a los 420, y se pueden comer unas aceitunas negras, humus o conservas por 250 pesos, o una tabla de quesos madurados y producidos en Maldonado por 550 pesos.
