Supongamos que un niño llamado Paco durante el día ha vivido intensas emociones. Por ejemplo: ha ido al monte y lo picaron las avispas, se ha metido en un río para ahuyentarlas, pero al meterse en el río se dio cuenta de que detrás de él venían un montón de desconocidos también picados por avispas. Al regresar a casa tiene el brazo hinchado por una picadura y ha pasado mucho miedo… Esa noche Paco, agotado, se va a dormir temprano, pero apenas apaga la luz, las avispas regresan en forma de pesadilla y las empieza a sentir más cerca, más cerca…
Entonces sueña lo siguiente:
Los círculos en el agua se van agrandando con el movimiento de los cuerpos. El río se puso más oscuro que nunca porque le alborotaron la arena del fondo y, si desciendo un poco, no veo las piedras ni mis peces, ¡mis peces! Es inútil quedar en suspenso con mis alas abiertas hasta que vuelva la calma, pero no me quiero perder cómo termina todo esto.
Como la nube negra se está yendo, yo decido posarme en la orilla. Desde aquí no veo las cabezas, solo el agua un poco agitada y una espuma finita cerca de mis patas. Más lejos está el horizonte verde del monte, y un poco más cerca, un bote que viene navegando muy despacio hasta que se detiene. Me sobresalto cuando todos levantan las cabezas casi al mismo tiempo y se ponen a gritar.
Paco se despierta de golpe, confundido, como si hubiera estado en otro lugar. Puede revivir algunas imágenes. En el sueño aparecía él, pero al mismo tiempo no era él quien contaba. ¡Difícil de explicar como en todos los sueños!
El punto de vista
Cuando queremos escribir un relato, tenemos que tomar algunas decisiones. Una de ellas es elegir el punto de vista de la narración, es decir, desde qué ángulo se contará la historia y en qué persona se va a relatar.
Para el sueño de Paco, quien narra eligió el punto de vista de un ave de la costa, que se presenta con características humanas porque siente, piensa y ve como el niño. El personaje habla en primera persona, “veo una nube negra”, “siento un miedo que parece de otro”, “me sobresalto”, y todo lo que sabemos es a través de su propia voz.
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¿Y si contáramos el sueño de Paco desde otro punto de vista? Por ejemplo, desde la mirada de quien estaba navegando en el bote que queda detenido en el río. ¿Quién sería y por qué se detuvo? ¿Cuánto vio de lo que sucedía? ¿Cómo se vería el paisaje desde el medio del río?
Este texto, adaptado a las características de la revista La Mochila, está tomado del libro ¡No hablemos de piratas! Una aventura para leer y escribir de Silvana Tanzi y Silvia Soler, con ilustraciones de Denisse Torena, Ediciones de la Banda Oriental y + Cerca.
En este libro, a partir de un cuento, se proponen algunas experiencias de escritura y herramientas sencillas para la redacción. Los protagonistas del cuento, Paco y Lupe, además de vivir sus aventuras escribirán una carta, un retrato, una noticia, una entrevista, un mensaje por celular y un relato basado en el sueño de Lucas, este que transcribimos aquí.
¡No hablemos de piratas! aúna el placer de leer un cuento con una mirada más reflexiva sobre la lectura y la escritura. ¿Qué hacemos cuando no nos sale la primera frase? ¿Cómo tratamos de evitar la repetición de palabras? ¿Qué hago cuando no conozco el significado de una palabra? Todas estas cuestiones de la práctica del escribir aparecen reflejadas en el libro.
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