Contenido creado por Gerardo Carrasco
Eleuterio Fernández Huidobro

Buenas experiencias

Eleuterio Fernández Huidobro

La reforma Constitucional aprobada por el pueblo en las elecciones de 1966 (hace casi medio siglo), estableció la presencia de empresarios, trabajadores y usuarios en el Directorio del BPS.

29.12.2009

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2009-12-29T10:19:00-03:00
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Transcurrieron veinticinco años sin que dicho mandato constitucional se cumpliera y fue necesaria una gran movilización de jubilados y trabajadores para que por fin en 1992 se realizara la primera elección del delegado por los jubilados en dicha Dirección.

Un aluvión inesperado de votos en medio de una gran participación ciudadana ungió a aquel pionero: Don Luis Colotuzzo.
Al mismo tiempo, empresarios y trabajadores designaban a los suyos.

Hubo a lo largo de ese cuarto de siglo y también en los momentos que venimos recordando furibundos alegatos en contra que pretendieron justificar la no integración del citado Directorio con los delegados que la Constitución mandaba y manda.

Según ellos, la nueva experiencia iba a traer un rotundo fracaso y por ende otro grave golpe a la Institución ya tan golpeada.

Llevamos casi veinte años de esa experiencia y es bueno de vez en cuando sacar cuentas y medir resultados. Conviene mucho además cuando en el país hablamos de Reforma del Estado. Y en estas Fiestas de un año tan caracterizado es positivo y alentador mirar cosas que anduvieron bien. Experiencias buenas. Reformas que en su momento parecieron muy audaces y de las que hoy podemos decir: fueron correctas y provechosas.

La evolución muy positiva del BPS a lo largo de esos años y hasta hoy, mostro, además de un éxito, la importancia decisiva que los delegados “sociales” tuvieron y el bien que le aportaron a ese “Banco” que antes fuera sinónimo de clientelismo, corrupción y despilfarro.

Otro ejemplo y distinto, en este caso de curiosa empresa mixta, que al principio fuera un sueño (imposible según algunos) y que a la postre floreciera, creciera y hoy es una realidad imponente, es CONAPROLE.

¿No habrá que extenderlo a otros ámbitos y realidades. No se podrá y deberá repetirlo?

Dicen que los uruguayos somos negativos o, mejor, negativistas. No lo creemos pero sí que somos melancólicos y no acostumbramos batir el parche de nuestros éxitos ni cuando son colectivos.

Además: ¿Para qué inventar la pólvora si ya la inventamos?

Esto es: en horas como las actuales en las que vamos a emprender la obra colosal de reformar este vetusto Estado, esos ejemplos son valiosísimo. Esa experiencia concreta y tangible es iluminadora.

No queremos decir que deban repetirse como un calco. Nos referimos a la sustancia del asunto que puede adaptarse a cada realidad y a cada necesidad.

Por ello creemos muy buena la presencia ciudadana en la Dirección de casi todas las Empresas Publicas... Por no decir todas.

Representación de usuarios y de trabajadores.

Con mas razón aun si se alega que ellas deben cumplir un rol social más que empresarial.

Se alega también que la ciudadanía está representada allí por los Partidos Politicos. Es verdad pero ha quedado largamente demostrada la potencia invicta de la burocracia que con los años se ha ido enquistando allí. Ella, casi por definición traspasa barreras partidarias y pugnando por el poder ha logrado conquistarlo.

A veces también coloniza muy hábilmente a los Partidos.

Es un escollo demasiado grande a superar como para que de el se hagan cargo solamente los Partidos: la ciudadanía debe acudir en su auxilio y mancomunar esfuerzos para erradicar dicha plaga.

Hay muchas otras entidades del Estado en las que puede hacerse lo mismo. La lista es muy larga.