El sonido de las migraciones: la curiosidad cosmopolita en la comparsa Valores

Una curiosidad cosmopolita e inmigrante muy particular se reúne en este 2025 en la comparsa Valores, que participa en el concurso oficial en la categoría de Sociedades de Negros y Lubolos.

El conjunto comienza su espectáculo, denominado “Animal”, con un solo de su cantante cubana, Eileen Sánchez, y lo finaliza con un dúo cantado por la propia Eileen, y el colombiano Oscar Célis González, acompañados por el bajo del costarricense Jorge Centeno.

Además, en el cuerpo de baile está la venezolana Andrea Chiribao, y la coreógrafa del cuerpo de baile para las Llamadas fue la también cubana, Maritza Pérez, quien ha recibido varias veces el premio a mejor cuerpo de baile en carnaval.

Esta realidad no es nueva para su director artístico, Coco Rivero, quien en ocasión de trabajar para Tronar de Tambores había marcado un espectáculo que transitaba por los caminos migrantes del candombe en la ciudad.

“Hace muchos años, en el 2020, en el espectáculo “Ser o no ser” hablábamos de cómo el sonido de Montevideo estaba cambiando. La mixtura que nos regala las nuevas olas migratorias nos permite recibir los sonidos de otros lugares de nuestra América. Mixtura de pulsos rítmicos, de colores sonoros de vibraciones. Ese encuentro cultural genera un nuevo color. Luego de aquel cuadro de Tronar, me parece que ahora Valores va camino a encontrarse con esa mixtura”, afirma Coco Rivero.

“Toda la música que no logre fundirse con las corrientes migratorias del siglo XXI se va a quedar en sonidos antiguos. Es un hermoso debate artístico que necesita de aperturas mentales. Por suerte, en Valores tenemos la belleza de que esa apertura existe”, añadió el multipremiado director teatral.

La voz cubana

Eileen Sánchez llegó a Uruguay hace más de un lustro luego de haberse iniciado a sus 9 años en la música. Transitó por la Universidad Tecnológica (UTEC) en Mercedes, Soriano, y decantó luego en Montevideo. Formó parte de Pa'ntrar en Calor, es vocalista de la Imbailable Orquesta y del proyecto Afrocuban Mistery, que llevan adelante entre otros los percusionistas Coby Acosta y Japo Castex. Mientras, acaba de editar su primer disco solista, Mercedes, luego de sus sencillos “Amor amor”, y “Oro y favor”.

Sánchez se incorporó este año a Valores, luego de “ver y descubrir todo lo que hay por dentro, toda su tradición y personajes”. “Desde que llegué a Uruguay fui muchas veces a las Llamadas y a ver ensayos. Después de conocer toda esa familia, estoy fascinada por la posibilidad de participar en Valores. Es tremenda experiencia”, dice.

La artista afirma que aún está en el debe en relación al canto del candombe. “Justo siento que Valores tiene un estilo muy especial. Siento que es más candombe, que por lo que escuché en otras comparsas musicalmente se mezclan más músicas. Creo que en Valores el sonido es más tradicional”, analiza.

“Cuando recuerdo las rumbas cubanas, siento que la rumba y el candombe son muy hermanas, ya sea por las danzas, por la clave musical. Está más hermanada la rumba cubana con el candombe que el propio son, que veo que se usa mucho aquí. La forma de acompañar en el bajo, o como tumba el piano es muy parecida a la música cubana, pero siento que la rumba es lo que me parece que estoy más emparentado con Cuba”, señala.

La voz colombiana

Oscar Celis es egresado de la Universidad Distrital de Bogotá como maestro en artes musicales. Fue parte en Colombia del Grupo de Canciones Populares Nueva Cultura, del Ensamble Baquiano, y fue cofundador y director de la Cuadrilla Murguera Bogotana. Esta cuadrilla fue la primera murga de estilo uruguayo de aquel país y se pueden encontrar registros de su música uruguayo-colombiana en las redes. Desde 2019 es docente en el TUMP [Taller Uruguayo de Música Popular] y, con su voz, cierra en dúo con Eileen Sánchez el espectáculo “Animal”.

“Muchas veces en los ensayos pensaba en esta locura de cerrar juntos el espectáculo de candombe. Con Eileen muchas veces hablamos de que las migraciones nos llevan a diferentes sitios, y nos vinimos a encontrar en el lugar del candombe. Llegué a Uruguay en busca de la murga y hace tres años que salgó en comparsas y apenas uno en una murga”, dice Oscar Celis asombrado, y a la vez feliz.

Su llegada a Valores fue gracias a la participación de Germán Aicardo, el arreglador musical y coral de la comparsa de Ansina.

“Germán ya estaba trabajando en este espectáculo y desde que me sumé todo ha sido aprendizaje con esta barra de artistas y con la dirección de Coco Rivero. Me siento supercontento y agradecido”, afirma el artista colombiano.

“Lo afro trasciende las fronteras de América del Sur, entonces se generan muchas conexiones. Por ejemplo, hay un momento del milongón en el que tenemos que bailar libremente. Yo bailo salsa ahí, pero no por ir a contramano del género, sino por los que me conecta con mi esencia y con algo que me permite vivirlo con alegría. Así logro aprender del género, de los personajes, de la gente que lo vive y del barrio, que como en toda Latinoamérica, tiene su grado de pertenencia y de hacer colectivo”, agrega.

“Lo afro rioplatense es algo que a los colombianos no nos entra en la cabeza por un tema de estereotipos, porque la cultura real de los pueblos no llega, porque lo que se difunde es otra cosa comercialmente hablando. Descubrir esta raíz afro rioplatense ha sido cuestión de ir día a día y muy atrevidamente puedo decir que lo entiendo mucho más, pero también que me falta mucho más”, finalizó Celis.

El bajo tico

Jorge Centeno es el bajista de la banda en vivo que acompaña el espectáculo de Valores.

“Tengo la suerte de estar en tremendo equipo y formar parte de un bandún”, indica el músico y cantante de las bandas Mestizo, Sabrisón y de Forró candombe.

“El candombe fue de las primeras cosas, de las muchas, que me encantaron de Uruguay. Ya llevo 10 años viviendo en este país, algunas cositas he aprendido”, agrega.

Centeno señaló que, en referencia al candombe como hecho cultural, le gustaría que en su país “mostraran el mismo interés por la música autóctona”.

Baile venezolano

Hija de padre uruguayo, Andrea Chiribao nació en Venezuela y luego de superar el segundo casting para integrar el cuerpo de baile, quedó seleccionada para salir en Valores.

“Me presento a casting más por diversión y curiosidad que por realmente estar decidida a salir en carnaval. Pero al final quedé tanto para subir al Teatro de Verano como para desfilar en las Llamadas”, comentó la joven de 19 años.

“Me gusta mucho bailar y ese era el objetivo con el que me presenté”, explica. “Me gusta el candombe y lo disfruto mucho. Me encantó participar de las Llamadas. Fue un hermoso momento. Siempre las veía de afuera, y vivirlas fue muy lindo y emocionante”, dice también quien hace cinco años que se vino a residir a Uruguay.

“Siempre me hablaban en mi casa del carnaval de Uruguay, pero el candombe fue lo que más me atrapó”, concluye.