El nuevo estado feminista de Rojava pide tu ayuda para resistir a EI y Al Qaeda

Su nombre no suena a menudo en los medios, pero el estado autónomo autodeclarado de Rojava, en el norte de Siria, es un pequeño oasis de paz en una región devastada por la guerra.

Rojava es un área kurda con una población que se estima cercana a cuatro millones de habitantes, gente que logró expulsar a las fuerzas del presidente Assad a principios de la guerra civil siria, en 2011. Y a pesar de que desde entonces los grupos extremistas como Estado Islámico han mantenido la zona en jaque, la joven democracia ha logrado resistir los peligros y florecer.

El Gobierno y la sociedad de Rojava son feministas y poliétnicos. Disposiciones escritas en su constitución aseguran que cada municipio debe elegir un representante kurdo, otro árabe y otro cristiano, y que al menos uno de los tres debe ser una mujer, informa el periódico inglés The Independent.

La seguridad del naciente país es garantizada por el "YJA Star" ejército femenino, conocido como la "Unión de Mujeres Libres", y está respaldado por las milicias de los afiliados sirios del PKK, el movimiento kurdo que sostuvo una guerrilla antiestatal intermitente en Turquía desde la década de 1980.

Los ejércitos kurdos son la única fuerza militar que han tenido éxito en la derrota de los grupos extremistas, tanto al Estado Islámico como al Frente Al-Nusra, la rama siria de Al-Qaeda.

Si bien la vida en Rojava es pacífica y próspera en comparación con los horrores cotidianos que se sufren en otras partes de Siria, tampoco es perfecta. Rodeados de enemigos, Rojava afronta dificultades para obtener suministros, y los pozos petrolíferos que hasta hace poco eran la principal fuente de ingresos de la región, no pueden ser explotados.

Rojava controla las zonas que se ven en color violeta, en el norte y noroeste del mapa.

Uno de los mayores problemas que afronta la gente de Rojava es una creciente escasez de electricidad. Varios generadores diesel suministraron en los últimos tiempos energía a la región, pero la imposibilidad de realizarles el debido mantenimiento se convirtió en un dolor de cabeza. Según el Comité Económico que administra la región, tres de los cinco generadores instalados en la ciudad de Amuda están actualmente fuera de servicio.

Si bien las autoridades Rojavas están buscando soluciones más sostenibles para la crisis energética, algunos miembros del mencionado comité contactaron al movimiento socialista sueco de ayuda Allt åt Alla. Junto a esa organización, lanzaron "una campaña en la plataforma web IndieGoGo para recaudar el dinero necesario para recibir desde Malmo, Suecia, las piezas que hacen falta para poner de nuevo en marcha los generadores averiados".

"En las últimas semanas se produjo un evento catalizador que nos motivó a apoyar este tipo de campaña, y fue el ataque a Suruc", explica Volodia Vagner, miembro de Allt åt Alla.

Vagner hace alusión al atentado perpetrado en la localidad turca de Suruc, localizada cerca de la frontera siria y gobernada por un partido kurdo. A mediados del mes pasado, un atentado con bomba atribuido a Estado Islámico mató una treintena de personas que estaban reunidas en un centro cultural.

Estábamos todos muy conmovidos por eso, y sentimos que teníamos que hacer algo para que las muertes de esas personas no fueran en vano", agrega el sueco.
Cuando os contactaron desde Rojava, nos dimos cuenta de que esa campaña era una buena manera de hacerlo", agrega.

Según se informa en la página de la campaña, una vez que los tres generadores dañados estén de nuevo operativos, podrán producir un total de 1320Kw y proporcionar energía a más de 800 hogares que actualmente cuentan con electricidad sólo durante algunas horas al día.

Haciendo clikc aquí podés colaborar para que Rojava tenga de nuevo en marcha sus generadores.