DISCOS | LA TRAMPA, UNA BANDA DE CULTO

Por lo menos 15 de tocar en escenarios del medio. Tanto es así que el corazón de La Trampa, o sea, Garabel Arakelián (guitarrista) y Sergio Schellemberg (teclados) fueron parte de bandas legendarias en nuestro medio. Garo, junto al ex - La Trampa, Chino en la batería tocaron con Juan Schellemberg (sí, el tercer integrante del clan musical Schellemberg) en la oscurísima Inquisición allá por finales de los 80 (86, 87). Sergio fue alma mater de ADN desde sus orígenes hasta su disolución. Y Alvaro Pintos, la batería, es uno del mítico Cuarteto. Vaya curriculum. A eso hay que sumarle la excelente voz de Spuntone y un bajo muy prolijo a cargo de Carlos Rolf.

En lo que a Resurrección se refiere, se podría decir que a a pesar de la mejoría en el sonido que este disco presenta en comparación con el anterior, y a pesar de la metálica rocanrolización de la música en general que ha sufrido, la filosofía se mantiene. Buenas letras, ambientes pesados presentados a veces con muy buenas y metaleras guitarras, callejones invernales pintados por un excelente vocalista como es Alejandro Spuntone.

Resurrección empieza con la furiosa Guerra en todas partes, sigue con la pegadiza, superpunkeka y archiconocida Maldición, y después con la existencialista Vendas en el corazón. En Contrapiso para el alma hay reminiscencias de los viejos 80. El Cielo frente a mí con coros del metal más clásico es quizá uno de los puntos más bajos del disco. Peligro es de alta factura, tanto en su música como en su letra y es junto al track11, Tus mentiras, lo mejor del disco. Ahuyentando el miedo es un muy buen homenaje a la mítica banda Zero. La decimosegunda canción, la que le da el nombre al trabajo, cierra esta muy buena obra de un grupo uruguayo que a esta altura y sin duda alguna, son un clásico dentro del rocanrol nacional.

Resurrección fue grabado y mezclado en Buenos Aires en el estudio El Abasto Al Pasto en agosto del 99 por Walter Chacón y Claudio Romandini bajo el sello nacional Koala Records. Un punto aparte se merece el destacado arte gráfico presentado tanto en la edición del CD propiamente dicho como en el librillo que acompaña al mismo. Tanto las fotos presentadas junto a las letras de las canciones como el papel, sus colores y su combinación son de una calidad inusual para el medio. De regalo: los 30 artículos de la Declaración de los DD HH. Muy bueno.

Quique Peluffo