Editorial
Editorial de Daniela Bluth

Compañeros a imagen y semejanza

Sobre el amor hacia los animales, esos amigos incondicionales que vale la pena tener, y cuidar

01.10.2020

Lectura: 5'

2020-10-01T16:09:00
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Por Daniela Bluth

Pilou y Cloé, los dos gatos que completan mi familia de humanos, empezaron su cuarentena mucho antes de que el coronavirus llegara a Uruguay, hace ya unos 500 días. Cuando me mudé de una casa a un apartamento, estos felinos pasaron de ser animales semisalvajes que trepaban a techos y árboles, corrían ratones y cazaban algún que otro pájaro, a ser unos bacanes que deambulan de la cama al sillón y toman sol en el balcón, al resguardo de una red especialmente colocada para velar por su seguridad. Desde que tengo memoria recuerdo la frase que dice que los gatos son más del lugar en el que viven que de sus dueños. Y aunque nunca estuve muy de acuerdo, reconozco que un poco de verdad hay en ella.

Con el tiempo, los efectos del estrés de la mudanza empezaron a pasar. Cada uno fue encontrando su lugar y descubriendo sus nuevos rincones favoritos. Pilou tiene un podio preferencial frente al ventanal del living, donde da el sol en las mañanas. Cloé, más joven y movediza, prefiere las alturas, llegando incluso arriba de los muebles que parecen inaccesibles. Hasta ahí la vieja normalidad. El comienzo de la pandemia marcó un nuevo corte: de estar solos casi todo el día, estos dos gatos rescatados -uno de un campo en Florida y otro de Nuevo París- pasaron a acompañar clases por Zoom, siestas de sofá, todos los almuerzos y las cenas en casa durante seis meses. Adoptaron nuevas rutinas, como tuvimos que hacer también los humanos.

Lo que sucedió en mi casa también pasó en muchos hogares alrededor del mundo. Motivados por este nuevo escenario, en los últimos meses se publicaron varios estudios que señalaban la importancia del rol de las mascotas durante la cuarentena. Un informe desarrollado en España y divulgado por el Journal of Veterinary Behaviour, realizado a tres semanas del confinamiento y basado en 1.300 respuestas a una encuesta, aseguraba que los animales de compañía suponen un beneficio para la salud mental, emocional y física de las personas. Tres de cada cuatro personas entrevistadas contestaron que su mascota (perro o gato) les ayudó a superar el encierro. Y la mayoría de las respuestas revelaban una mejora en la relación con el animal. "Si ya tenían una buena conexión, se ha reforzado más. El vínculo emocional se ha estrechado", decía uno de los autores del trabajo, Jaume Fatjó, en un artículo en El País de Madrid. Las respuestas destacaban que la interacción con las mascotas había aumentado, así como las instancias de mimos y juegos, incluso los besos.

Lo que es un poco más complejo de determinar es qué pasó del otro lado. Si bien la mayoría de las mascotas pasaron de quedarse solas unas cinco horas por día a tener atención las 24 horas, no todo ha sido beneficios. En los perros, mucho vieron reducidas sus horas de paseo, sobre todo durante las primeras etapas de cuarentena, aunque después sacarlos a pasear también se volvió una excusa y motivo para salir un poco de las casas. Con los gatos, en tanto, la situación es más difícil de descifrar. Para empezar, porque son animales mucho más independientes y que les gusta socializar a su voluntad, algunos son pasivos y otros se las ingenian para manifestar su descontento. "Aunque establecen vínculos intensos, a todos los gatos les gusta regularlos, decidir con quién quieren contacto, cuándo y durante cuánto tiempo. Para nosotros el confinamiento ha sido un punto educativo muy importante. Te hace tomar perspectiva. Vas a mirar de otra manera tu relación con el gato. Muchas veces lo tenemos en casa y no nos preocupamos. Pero ¿tiene suficiente?", cuestiona el investigador a cargo del estudio.

En la redacción de galería, donde los gatos ganan por goleada como la mascota más elegida, las charlas sobre sus mañas, hazañas y costumbres son cuestión de todos los días. Por eso, con la excusa del Día Mundial de los Animales, que se celebra este domingo 4, en este número elegimos homenajearlos con una nota diferente. Desde hace meses Adrián Echeverriaga y Valentina Villano vienen trabajando en un fotorreportaje en el que los dueños se mimetizan con sus mascotas, y en un juego de gestos, poses y colores, logran parecerse a ellos. Los resultados que lograron son increíbles y es imposible que no despierten una sonrisa. La nota se completa con los textos de Alejandra Pintos, dueña de los felinos Fedra y Pascal, que entrevistó a veterinarios y expertos en comportamiento animal, quienes dan algunas pautas de las características de cada especie y consejos prácticos para una mejor convivencia. Y como yapa, Juan Andrés Ferreira escribió sobre el vínculo entre los felinos y artistas como Charles Bukowski, Raymond Chandler, Jorge Luis Borges o Julio Cortázar.

En Uruguay, según cifras recogidas por Equipos Consultores en 2017, hay más de 1.740.000 perros y casi 690.000 gatos, lo que representa 67% y 28% de los hogares respectivamente. El informe, además, confirmaba un problema que muchos suponían, que hay superpoblación canina (no especificaba el tema entre los felinos, pero también sucede), situación que lleva a que haya gran cantidad de animales sueltos y abandonados en las calles. Rescatar, adoptar y castrar son algunas de las soluciones al problema. El fotorreportaje de esta edición cuenta distintas historias de amor hacia los animales, esos amigos incondicionales que vale la pena tener, y cuidar.