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Casamiento Dávila - Porcaro

El 2 de setiembre de 2018, en la isla de Mykonos, en Grecia, Gonzalo Dávila tomó una de las decisiones más importantes de su vida: proponerle matrimonio a Fiorella Porcaro. Luego de ese viaje, que fue clave para el futuro de la pareja, decidieron oficializarlo con su casamiento por civil el 20 de febrero de 2020 y, dos días más tarde, celebrarlo con una ceremonia religiosa en la capilla de San José de Manga

19.03.2020
2020-03-19T07:00:00
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Fotos: Lucía Durán.

Fiorella es contadora pública y Gonzalo controlador aéreo. Se conocieron a los 13 años cuando, el primer día de clases del liceo, se sentaron en el mismo banco del salón. En segundo año decidieron ponerse de novios y comenzar esta historia de amor.

Los testigos de esta unión fueron María Inés Vázquez, Natalia Piñeiro, Lucía Soriano, Anaclara Sorio, Giovanni Ferrari y Juan Dávila y en la ceremonia religiosa se encargaron de las lecturas María Inés Vázquez, Antonella Porcaro, Juan Dávila, Paula Tarabal, Sandra Dávila, Giovanni Ferrari y Lucía Soriano.

Martina Bonasso musicalizó y cerró la ceremonia. Al salir de la iglesia, la novia tuvo la oportunidad de lucir su vestido off white en tul de seda, con bordados a mano y apliques de tul bordado que recortaron y rebordaron en la base del vestido. Esta creación de Monaqueda estuvo acompañada por una capa, también en tul de seda.

El peluquero Diego Alfonso logró un resultado integrado y delicado con el tocado elegido por Fiorella y elaborado por Isabel Navarro. La novia llevó una megacorona metálica plateada, con un diseño romántico y ecléctico a la vez, decorado con perlas de río, cristales Swarovski y cristales checos en tonos blancos y grises. El maquillaje con piel luminosa, rasgos y pómulos contorneados, ojos esfumados, pestañas muy marcadas y labios naturales de Lucía Peradejordi acompañó el estilo elegido por la novia.

Llegó el momento de la fiesta y los novios, acompañados de su familia y amigos, se dirigieron a la Chacra Finca Clara, que estuvo decorada por Harmony Deco. Esa noche se disfrutó de una amplia propuesta gastronómica a cargo del catering del mismo salón, que dio energías para que todos los invitados bailaran y se divirtieran. El cotillón en colores flúo dio un toque diferente a la fiesta, que se extendió hasta la madrugada.

Las experiencias compartidas en los últimos 17 años se multiplicarán en las tierras de Dubái, Tailandia y Filipinas, en donde los esposos disfrutarán de su esperada luna de miel.