Fiorella es contadora pública y Gonzalo controlador aéreo. Se conocieron a los 13 años cuando, el primer día de clases del liceo, se sentaron en el mismo banco del salón. En segundo año decidieron ponerse de novios y comenzar esta historia de amor.
Los testigos de esta unión fueron María Inés Vázquez, Natalia Piñeiro, Lucía Soriano, Anaclara Sorio, Giovanni Ferrari y Juan Dávila y en la ceremonia religiosa se encargaron de las lecturas María Inés Vázquez, Antonella Porcaro, Juan Dávila, Paula Tarabal, Sandra Dávila, Giovanni Ferrari y Lucía Soriano.
Martina Bonasso musicalizó y cerró la ceremonia. Al salir de la iglesia, la novia tuvo la oportunidad de lucir su vestido off white en tul de seda, con bordados a mano y apliques de tul bordado que recortaron y rebordaron en la base del vestido. Esta creación de Monaqueda estuvo acompañada por una capa, también en tul de seda.
El peluquero Diego Alfonso logró un resultado integrado y delicado con el tocado elegido por Fiorella y elaborado por Isabel Navarro. La novia llevó una megacorona metálica plateada, con un diseño romántico y ecléctico a la vez, decorado con perlas de río, cristales Swarovski y cristales checos en tonos blancos y grises. El maquillaje con piel luminosa, rasgos y pómulos contorneados, ojos esfumados, pestañas muy marcadas y labios naturales de Lucía Peradejordi acompañó el estilo elegido por la novia.
Llegó el momento de la fiesta y los novios, acompañados de su familia y amigos, se dirigieron a la Chacra Finca Clara, que estuvo decorada por Harmony Deco. Esa noche se disfrutó de una amplia propuesta gastronómica a cargo del catering del mismo salón, que dio energías para que todos los invitados bailaran y se divirtieran. El cotillón en colores flúo dio un toque diferente a la fiesta, que se extendió hasta la madrugada.
Las experiencias compartidas en los últimos 17 años se multiplicarán en las tierras de Dubái, Tailandia y Filipinas, en donde los esposos disfrutarán de su esperada luna de miel.
