Contenido creado por Martín Otheguy
RKOrson

El Aura

CRÍTICA DE CINE. POR RKORSON

Se estrenó "El aura", segundo largo de Fabián Bielinsky, después del éxito de "Nueve reinas". Crítica por RKOrson.

18.10.2005

Lectura: 3'

2005-10-18T00:00:00-03:00
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Fabián Bielinsky tiene el orgullo de ser quien le rompió los prejuicios a unas cuantas personas respecto a las dotes histriónicas de Ricardo Darín.

Fabián Bielinsky es el director de la película industrial más atractiva producida en Argentina, Nueve Reinas. Un auténtico punto de referencia sobre un género cinematográfico (policial sin policías) que tiene muchas puntas de donde asirse.

Pero como todo pudo haber sido una simple casualidad, un golpe de suerte o un momento de lucidez, era necesario esperar la aparición de la segunda película del tal Bielinsky para sacar conclusiones sobre la pasta del autor.

Segunda película

Algunas cosas quedan claras apenas inicia la cinta: la curiosidad y la expectativa serán motores de toda la narración. Y eso, se sabe, es un comienzo prometedor.

El director tiene oficio. No son muchos los que pueden contar sin palabras. Pasan unos cuantos minutos antes que se diga algo con la voz y cuando eso sucede se hace de manera que sea inaudible. El mensaje es claro, todo se verá desde el punto de vista del protagonista y al hombre no le gusta hablar, ni que lo molesten.

Contar desde la piel de alguien del que no sabemos nada, es un arma de doble filo. La ortodoxia se opone por entender que la atención del espectador se pierde rápidamente o sencillamente no se da. La tan mentada búsqueda de la empatía protagonista público es la clave del éxito de todo cuento.

Pero acá la atracción está dada por esa particularidad. Se desconoce al personaje, se desconocen sus motivaciones y se desconoce hacia donde va la historia.

Esperando el temblor

De esa manera transita el hombre interpretado magistralmente por Ricardo Darín, pausado, sabiendo que la implosión interior puede llegar en cualquier momento. Un estruendo incontenible que define la personalidad y la historia, y que por tal motivo, conviene no ser develado.

Un espectador de su propia existencia, que parece verla pasar junto a nosotros desde la butaca del cine.

La película podría ser catalogada como un thriller psicológico, con toques de policial negro y algo de drama existencial. Como sea, la obra logra desatarse de cualquier rótulo facilista y obliga al público a pensarla más que a mirarla pasivamente.

Una excelente fotografía hace del bosque, donde transcurre parte esencial de la historia, un lugar claustrofóbico. La música compone sutiles fragmentos narrativos y de opresión. Los detalles poéticos del montaje y un guión muy inteligente (aunque al inicio quizá se le note la punta del as bajo la manga) hacen del todo algo muy atractivo y destacable.

Darín probablemente esté llegando a lo más alto de su carrera artística, con una interpretación casi opuesta a la de "Nueve Reinas", lejos del estilo "porteño" de su rol en la anterior película de Bielinsky.

Al concluir, el aplauso para el director que definitivamente (aunque dicen que tres es la confirmación y no dos) con su segundo filme demuestra talento especial para un cine de autor e industrial (mainstream que le dicen), en una acertada conjunción que pocas veces se ve en Argentina o en cualquier otra parte del mundo.

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