La embajadora Faye O'Connor participa en la mayoría de las ceremonias en sitios escogidos por los propios destinatarios de los árboles.
El punto de encuentro elegido por el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, fue el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, que ha tenido fuertes vínculos con el Reino Unido a través del intercambio de investigadores en universidades de ese país, experiencia de la que fue protagonista su propio presidente, Pablo Zunino. "En este lugar trabaja un equipo de científicos de primer nivel y quisimos aprovechar la ocasión para destacar la importancia de mantener relaciones basadas en la ciencia y la tecnología", remarcó Da Silveira.
Por su parte, la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, escogió el frente del Hospital Pereira Rossell y fue acompañada por el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani; la directora general del hospital, Victoria Lafluf; y el director del Hospital Pediátrico, Álvaro Galiana, entre otras autoridades. Arbeleche agradeció el regalo y explicó el porqué de su elección: "No hay mejor símbolo de la primera infancia que el Pereira Rossell. Plantar el árbol en este lugar significa plantar el foco en las políticas sociales, en los niños, en las mamás y en las embarazadas". En esta línea, O'Connor expresó que el ibirapitá, que representa la figura de José Gervasio Artigas, simboliza la esperanza hacia el futuro, mientras recordó que el primer tratado comercial con el Reino Unido fue realizado por el prócer antes del nacimiento de nuestro país. El obsequio significa un mensaje de concientización sobre el cambio climático y la celebración de los esfuerzos de Uruguay en la reforestación.
Otros sitios protagonistas de la plantación fueron la Pista de Atletismo, la Fuerza Aérea, la Escuela de Policía, el Hospital Británico, la plaza de avenida Brasil y Libertad, el hogar de ancianos Emma Ferreiro de Lalanne en San José (elegido especialmente por el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, ya que su padre fue director del centro), entre otros.
En este marco de celebraciones también se realizó una conmemoración en el Cementerio Británico, donde se plantaron cinco rosales en honor a la diferencia de edad que existía entre la reina Isabel II y su difunto esposo, el príncipe Felipe. "El pasado 10 de junio el príncipe hubiese cumplido 100 años y nos pareció un lindo homenaje plantar estos rosales en un entorno donde reina la paz y el respeto", detalló la embajadora, recordando que el cementerio fue la primera institución británica instalada en Uruguay, en 1828.
