Fotógrafo logra divertidas fotos de cetáceos

El fotógrafo ruso Andrey Nekrasov, especializado en tomas subacuáticas, visitó recientemente junto a su hijo el delfinario Nemo en Odessa, hogar de una gran variedad de cetáceos.

En dicho lugar, el artista decidió sumergirse en una piscina de 20 metros de longitud donde se aloja una pareja de belugas, cetáceo marino conocido vulgarmente como ballena blanca, aunque en rigor no se trata de una ballena.

Especie amenazada de extinción, la beluga se adapta bien al cautiverio y suele ser una de las especies favoritas para quienes visitan los acuarios, dada su gran expresividad y la curiosidad que demuestran hacia los humanos.

Y si bien Nekrasov conocía de sobra estas características, la actitud de Bola de Nieve y Helado -tales los nombres de los animales- superó sus expectativas.

Helado, un macho de cinco metros, y Bola de Nieve, una hembra de cuatro, interactuaron de inmediato con los visitantes, y -según el artista- no parecían dispuestos a quedarse afuera de ninguna foto.

"En ningún momento sentí que bucear con ellos fuera algo peligroso. Por el contrario, me sentí feliz y relajado", asegura el fotógrafo.

"Me río cuando veo las fotos, parezco ridículo", dice Nekrasov refiriéndose a imágenes donde los cetáceos incluso parecen tomarle el pelo., recordando que las belugas "son muy comunicativas, alegres e inteligentes".