Contenido creado por Gerardo Carrasco
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Es difícil decir lo siento

Sarah Massey y su gigantesco trasero

Sarah Massey, una estadounidense de 33 años de edad, se arroga el mérito de poseer uno de los traseros más grandes del mundo. Orgullosa de su anatomía -admite que una vez rompió un inodoro apenas se sentó en él- pretende inspirar a otras mujeres corpulentas para que acepten su físico sin complejos.

30.12.2013 10:43

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2013-12-30T10:43:00-03:00
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Oriunda de Chicago, Sarah pesa 203 kilos y está lejos de ser una chica 90 - 60 - 90, ya que sólo su cadera mide 2,13 metros.

Su trasero impresionante le dificulta hacer cosas tan simples como pasar por na puerta. Por eso, ella percibe algo más de 1000 dólares mensuales como asistencia por discapacidad.

"En la escuela era objeto de burlas, me decían ‘culo de remolque', pero soy así por una condición hereditaria, y no hay nada que pueda hacer al respecto", dice la mujer en declaraciones citadas por Daily Mail.

"Durante mucho tiempo viví preocupada por lo que pensaba la gente cuando me veía, pero ahora decidí sentirme orgullosa de mí misma"

Con esa nueva actitud, ha comenzado a realizar sesiones de fotos subidas de tono, que publica en la red para disfrute de los amantes de su figura, que al parecer son unos cuantos.

"Algunas personas no pueden creer que alguien tenga semejante culo, especialmente en mi caso, ya que mi parte superior es más bien chica. A muchos les cuesta creer que soy real", detalla.

Sin embargo, para su bien o para su mal, la anatomía de Sarah es tal cual se ve en las imágenes. "Llevo este peso conmigo todo el tiempo, dondequiera que vaya , definitivamente no hay nada de falso", dice.
Tras ser descubierta por la comunidad online de hombres que gustan de mujeres obesas, Sarah asegura que no le faltan admiradores.

"Todo comenzó cuando comencé a tomarme fotos para documentar mi pérdida de peso, y un amigo fotógrafo las publicó en Facebook", relata.

El profesional le contó luego que las imágenes habían gustado a mucha gente, y le ofreció posar para un álbum de tomas más profesionales. Esas nuevas imágenes terminaron de convertirla en un éxito en la red.

Aunque está satisfecha con su trasero, Sarah dice que tenerlo más pequeño le simplificaría las cosas. Además de romper un inodoro en el baño de un teatro, ha destruid varias sillas. Además, sufre frecuentes dolores de espaldas.

Más allá de la antes mencionada condición hereditaria, ella reconoce que su amor por la comida chatarra no ayuda a mejorar las cosas, así como tampoco lo hace su pasión por el helado. "Esa es mi debilidad, tengo verdaderos problemas para controlar las porciones", cuenta.

A pesar de los problemas que le trae su desproporcionado trasero, Sarah dice que no se arrepiente de tenerlo y espera inspirar a otras mujeres.

"Estoy tratando de sacar el máximo provecho de lo que me ha sido dado, y pueden estar seguros de que eso me hace feliz. Si puedo inspirar a otras chicas a aceptar sus curvas y ser grandes mujeres orgullosas y hermosas, me sentiré muy feliz", concluye.

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