Llega Shanghai, de Gabriel Peveroni

"Año 2010. Primero de enero. Ese mismo día escribí exactamente eso. ‘Año 2010. Primero de enero'. Escribí también ‘Yo no odio'. Lo decía Xiaomei, una china sobreviviente de la tragedia de Nanjing, un personaje que atraviesa el siglo veinte y de quien me interesó descubrir varios de sus misterios. Entender, en primera y última instancia, por qué no odiaba. Escribí de un tirón ese primer texto. La aventura de ‘Shanghai' daba comienzo", explica el narrador y dramaturgo uruguayo Gabriel Peveroni acerca del nacimiento de su nueva obra.

"Después vendría el 2 de enero, el 3 de enero, y así sucesivamente. Otros personajes se fueron sumando. Fui completando un calendario en el que se superponen historias de diferentes tiempos y lugares. Un día tras otro, casi sin pausa", añade.

Shanghai es una saga de doce nouvelles que transcurre a lo largo de doce meses vertiginosos, entre digresiones temporales, personajes que circulan por biografías acaso inexactas y la certeza de que todos los caminos conducen a Shanghai.

Narrada de forma coral, desde las cavilaciones de avatares en perpetuo movimiento, se sigue la pista de historias nunca contadas: las aventuras sicotrópicas de Ziggy Stardust, las novelas chinas de un tal César Aira, los desvaríos de la última amante de Kurt Cobain, la leyenda del grupo protopunk rioplatense Los Suicidas y la conspiración de los clones diseñados por una secta milenarista.

Cada nouvelle puede leerse forma independiente, pero se recomienda armar el puzzle de las historias que se desarrollan en la totalidad de la saga Shanghai, una de las aventuras literarias más arriesgadas y provocativas de los últimos años en nuestra lengua.

"Todo empezó, debo decir, un tiempo atrás, cuando obtuve el fondo Iberescena para escribir una obra que se llamara ‘Shanghai', tercera parte de una trilogía que tuvo su primera etapa en ‘Groenlandia' (estrenada en el 2005 en el piso 26 de la Torre de Antel) y una segunda ‘Berlín' (en el 2007 en el Instituto Goethe). Antes de escribir la obra teatral me propuse, como ejercicio, como aventura, como investigación, escribir una novela. La idea era acercarme a Shanghai, desde las palabras, desde pequeñas historias y personajes que fueran apareciendo", detalla el artista.

"Desde el 1 de enero al 31 de diciembre. Doce meses de diferentes años. Diferentes relatores, cada día, en diferentes ciudades y tiempos. Historias que se van armando y desarmando, cruzándose o no. La escritura como un juego hacia adelante, descorriendo tramas que se abren y se cierran. No fue fácil. Seguí adelante", recuerda.

"La fecha del estreno se acercaba y tuve que cortar con la escritura, hacer un paréntesis. Escribí entonces la obra ‘Shanghai' a fines de 2010. La ensayaron durante varios meses Noelia Campo, Fernando Amaral y José Ferraro. Fede Deutsch le puso la música y se vistió de Ziggy Stardust. La dirigió María Dodera. Unos cuantos pudieran verla en el subsuelo del Museo de las Migraciones en el invierno de 2011", dice Peveroni, señalando luego las conexiones entre esa obra teatral y la novela -o saga de novelas breves- que ahora presenta.
"Ziggy, Xiaomei, Alaia, Arturo, Joy y Melina son algunos de los que recorren los sótanos de la obra teatral ‘Shanghai'. Son también algunos de los relatores de la extraña novela que seguí escribiendo, avanzando en meses y días, investigando en años tan raros como 1994, 2017, 1999, hacia atrás y hacia adelante".

En cuanto a las influencias que atraviesan su nueva obra, el autor indica que "buena parte del impulso de escribir, de lanzarme hacia lo desconocido, se lo debo a libros inspiradores de Cesar Aira, Agustín Fernández Mallo, Mario Bellatin y Roberto Bolaño. Ellos oficiaron de disparadores, porque sus autores coinciden además en asumir la escritura como una invención (casi) desesperada. La banda sonora fue David Bowie, sus primeros discos, todos sus primeros discos, hasta que Ziggy se fue... a Shanghai".
El tiempo pasó, y fue aportando estructuras al edificio de Shanghai, pero el último ladrillo todavía está por colocar.

"Año 2013. Ocho de octubre. Pasaron muchas cosas en estos casi cuatro años desde que trato de entender el perdón de Xiaomei a los asesinos de su familia y que sigo tras los pasos de Ziggy, de Los Suicidas, de la última amante de Kurt Cobain y los amigos montevideanos de María Zauber. Sigo escribiendo, y es una sensación rara, porque publicar por entregas -como nos propusimos de común acuerdo con Julián Ubiría (Gerente de Ediciones Generales de Santillana Uruguay) y la gente de Alfaguara- lleva a esta paradoja de publicar una novela que no se ha terminado, a la que no le he puesto el punto final", detalla.

"¿Por qué escribí ‘Shanghai'? Porque quería saber más de Xiaomei y de cada uno de los personajes que fueron apareciendo. Porque una vez tuve la sensación -en un viaje en tren entre Princeton y Nueva York- que hay un mundo subterráneo donde se mueven todas las cosas, una cinta sin fin de mercancías y personas que atraviesa todo el mundo conocido, un no-lugar llamado ‘Shangha'. Porque no quería quedarme tranquilo tomando miles de fotografías digitales que no volveré a ver. Porque me aburre el cine y creo en la palabra. Porque hay gente que todavía prefiere leer y tratar de descubrir, una y otra vez, intrigas como las de Xiaomei", concluye el autor.

"Shanghai" se presenta este sábado 12 de octubre a las 21.00 horas en el Salón Dorado de la Intendencia de Montevideo. La primera entrega, "Shanghai #1. Enero 2010", está disponible exclusivamente en Nosgustaleer.com

Un adelanto de la obra puede leerse aquí.