Nuevo libro de Horacio “Tato” López

Reseña

En agosto de 2012 el gobierno uruguayo planteó la intención de legalizar en forma regulada la producción y comercialización de marihuana. Su consecuencia inmediata fue la explosión de opiniones en todo el planeta. En poco tiempo legalizadores y prohibicionistas se radicalizaron. Se habló de drogas legales e ilegales, de consumo moderado y abusivo, de disfrute y posible daño; sin embargo, poco se dijo sobre la adicción, esa dolencia mental, física y emocional que afecta todos los aspectos de la vida de quien la padece.

Alrededor de un 15% de la población mundial es adicta o tiene una relación problemática con las drogas legales o ilegales, juegos de azar, trabajo, compras, comida, sexo, pantallas, etc. A los adictos se los suele juzgar como carentes de ética y moral cuando en realidad son portadores de una enfermedad que es involuntaria, progresiva, crónica y mortal, y que, veloz o lentamente, los conduce al cruce de sus cinco destinos posibles: recuperación, marginación, hospital, cárcel o cementerio.

Lo no dicho es uno de los tantos significados que se la han adjudicado a la palabra adicción.

Adelanto

"En el 2010, vísperas del año que cumplirá medio siglo, decidí hacer lo que por un motivo u otro había dejado pendiente en la vida: adiestrar perros, tocar la guitarra, defensa personal, curso sobre adicción, etc. Hoy los resultados están a la vista: mi perra hace lo que se le antoja, con la guitarra no soy capaz de cantar ni una sola canción, y durante un buen tiempo me costó respirar hondo a causa de los golpes en las costillas que me comí queriendo aprender a defenderme. Pero en el curso de adicción hasta mis calificaciones fueron buenas (esto me ha pasado pocas veces).

El removedor tema me dejaba temblando en la silla de clase con los cinco sentidos en estado de alerta. A los compañeros - psicólogos, asistentes sociales, policías comunitarios, adictos en recuperación, parientes de adictos, etc.- les pasaba algo similar.

En los últimos veinticinco años, gente cercana, simples conocidos e incluso algún amigo de fierro, por consumo abusivo de alcohol y cocaína, fundamentalmente, han entrado en recuperación en los grupos de Narcóticos o Alcohólicos Anónimos. Yo, que en mi adolescencia, cuando becado jugué al básquetbol universitario estadounidense, había tomado un curso sobre alcoholismo y sus efectos, creía entender algo de lo que se trataba esta enfermedad.
Y así era. Entendía un poquito y nada más. Cosas que daba por sobreentendidas -quizás a vos te pase lo mismo- no tenía nada que ver con la realidad.

En La vereda del destino -autobiografía publicada en el 2006- cuento cómo en dictadura fui procesado por suministro de estupefacientes. El relato también recuerda cuando, décadas después, viajando por India, un sadhu (hombre sagrado) me dio a fumar marihuana opiada como una forma de conectarme con mi mundo interior. Semanas antes, en los Himalayas indios, un hombre, al verme pálido por causa de la fiebre, sin decirme qué era, me dio a masticar la sanadora medicina de la región: opio. En Almas de vagar -diario de viaje publicado en el 2009-, es un nepalí que vive en un pequeño poblado a más de cinco mil metros de altura el que prepara un ancestral té de marihuana. Los drogas y las plantas sagradas, para bien o para mal, han sido parte de mi vida.

La adicción como enfermedad, que amenaza con destruir a la humanidad hizo explosión en los años sesenta y setenta del siglo XX con el consumo de drogas ilegales (cocaína, marihuana, heroína, LDS, etc.) y legales (tabaco, alcohol, psicofármacos, etc.). Aquí en Lo No Dicho desarrollo qué es la enfermedad adicción y la relación que encuentro entre ella, las políticas imperiales y la sociedad de consumo.

Si bien los objetos de la adicción son muchos, en Lo No Dicho, en general me voy a referir a alcohol y drogas ilegales. Desarrollar el funcionamiento de esta enfermedad es como armar un gran rompecabezas; por eso, en el camino vas a leer varias veces que más adelante nos vamos a encontrar con este o aquel tema. Y el periplo no lo vas a transitar en soledad. Contigo van a estar los Sospechosos de Siempre, Mamá Helicóptero, los Locos Adams, King Kong, Clark Kent, el señor Recaída y otros amigos.

Para llevar adelante el trabajo, aparte de lo dado en el curso y de las lecturas sugeridas en él, me nutrí de innumerables fuentes extraídas de la red, y de un montón de artículos, libros y entrevistas que me facilitaron profesionales que trabajan con la adicción.

Dedicatoria

"A los adictos en carrera y, con admiración infinita, a los grupos de anónimos de ayuda mutua".

Presentación

Jueves 11 de abril a las 19.00 horas en Casa de los 7 Vientos.
Gonzalo Ramírez 1595