30 años del Instituto Antártico Uruguayo

Desde su instalación en la Base Artigas de la Antártida, el Instituto Antártico Uruguayo realizó un promedio 15 investigaciones anuales que incluyen: microbiología, meteorología e incluso psicología para entender la vida del hombre en contextos inhóspitos.

El coordinador científico del Instituto Antártico Uruguayo, Juan Abdala, dijo a la Secretaría de Comunicación de Presidencia de la República sobre los proyectos de investigación que se realizan en la Antártida. El objetivo central del instituto implica la promoción del desarrollo de la ciencia en ese territorio.

Abdala explicó que los proyectos de investigación comenzaron una vez que se instaló la Base Artigas, tal como lo establece el Tratado Antártico que Uruguay suscribió en 1979. Los resultados de las tareas de la institución permitió la creación de bases de datos en diversas áreas del conocimiento científico, lo que permite contar con información sobre el clima y la fauna presente en ese confín del mundo.

Entre las investigaciones que promovió el instituto en 2011 se destaca el proyecto de estudio molecular de comunidades microbacterianas diazótrofas marítimas (Instituto Clemente Estable); así como también una investigación sobre cepas de interés biotecnológico para la producción de enzimas, biopolímeros y metabolitos (Dpto. Bioingeniería de la Facultad de Ingeniería, UdelaR).

Asimismo, la institución llevó adelante una investigación acerca de la caracterización ambiental de la cuenca del Lago Uruguay (Facultad de Ciencias, UdelaR) y un estudio de determinación de la prevalencia del STEC E. Coli -productor de toxina Shiga en la fauna antártica- (Laboratorio de Biología Molecular del Hospital Militar, Dpto. de Bacteriología y Virología, Instituto de Higiene de la Facultad de Medicina, UdelaR).

Por otra parte, y más allá de los trabajos que le encomiendan instituciones como las arriba mencionadas, el Instituto Antártico Uruguayo desarrolla sus propias investigaciones. Este año, el Área de Psicología del IAU desarrolló un estudio sobre las características psicológicas del hombre para su inserción en el medio ambiente antártico.

Hasta el momento, la promoción de los proyectos científicos se realizaba ad hoc, de acuerdo a los proyectos presentados al instituto y las necesidades de las investigaciones. El objetivo para 2012 es seleccionar -por primera vez- los proyectos a través de los Fondos Concursables del MEC que permitirán formalizar los procesos y la calificación de las propuestas, apuntando al perfeccionamiento del nivel de las investigaciones.

Esta iniciativa permite, además, diferenciar los proyectos científicos de las actividades relevantes que vale la pena apoyar pero que no pueden competir en la misma categoría que otras investigaciones y que deben contar con mecanismos distintos de categorización.

Además, la nueva modalidad de selección permitirá dimensionar la oferta de proyectos científicos que existen y fortalecerá el liderazgo y la capacidad de convocatoria del instituto, quien tiene la responsabilidad de llevar adelante estos proyectos.

Por ello, están en etapa de evaluación las propuestas presentadas para desarrollar el año próximo. Los requisitos para presentarse a los Fondos Concursables incluyeron a proyectos abiertos a todas las áreas del conocimiento, con la capacidad científica para ejecutarlo y el respaldo institucional correspondiente.

De los proyectos seleccionados, el instituto se encargará de financiar los viajes, la estadía y algunos gastos operativos. Los investigadores tendrán, además, un espacio para trabajar y montar sus laboratorios en la Base, deberán convivir en paz y tolerancia con los demás integrantes en la delegación uruguaya, y promoverán la convivencia pacífica entre las representaciones de los demás países presentes en la Antártida.

Abdala explicó que para el desarrollo de las investigaciones el instituto utiliza, además de su presupuesto anual, el aporte de las Fuerzas Armadas destinado al traslado y a los operarios. A su vez, los ministerios de Defensa, Educación y Cultura y Relaciones Exteriores promueven la participación internacional para que nuestro país esté representado en los foros y reuniones a nivel mundial, así como también el pago de las membresías de los organismos internacionales, como expresa el Tratado Antártico.

Empresas como UTE, ANTEL y ANCAP brindan su apoyo en generadores de energía, conectividad y combustible, tanto en el servicio como en su mantenimiento. Todo el presupuesto, que incluye el instituto y los demás organismos presentes, suma tres millones de dólares anuales, y cada persona que viaja a la Antártida por una semana le cuesta al Gobierno entre 2.000 y 3.000 dólares.