Contenido creado por Jorge Luis Costigliolo
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Entrevista a Rody Silva

Rody Silva se define como “un tipo común, del Frente, del MPP y de Peñarol por decreto”. Es el responsable de los informes diarios desde Cerro Largo para Telenoche, tiene una decena de grupos de fans en Facebook, y cree que eso “es un disparate”.

31.05.2009 16:08

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2009-05-31T16:08:00-03:00
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Jorge Costigliolo | Montevideo Portal
jcostigliolo@montevideo.com.uy

Guy Debord, fundador de la Internacional Situacionista, escribió, en los años sesenta y con lucidez premonitoria, en su libro “La sociedad del espectáculo”, que “el espectáculo no es un conjunto de imágenes, sino una relación social entre personas mediatizada por imágenes“. Nadie piensa en estas cosas, (o al menos, nadie debería pensar) al momento de encender la caja boba. Hoy, allí, se cruzan travestis que bailan, políticos que se acusan y asesinos con vocación de protagonistas con estrepitosa continuidad. Showtime.

Hasta hace unos meses, los televidentes de la capital ignorábamos olímpicamente las noticias venidas desde el norte del país. No exagero al decir que, a partir de los informes para Telenoche de Rody Silva, los montevideanos tomamos contacto con la desde aquí lejana Melo, como una mítica Santa María pletórica de crímenes pasionales, animales monstruosos y acontecimientos bizarros, espectaculares.

El responsable del “fenómeno”, aunque le moleste el mote, es Rody Silva, un periodista melense pero “hijo adoptivo de Montevideo”, que ostenta un importante “prontuario”, tal vez más importante que el folklore de sus informes. “Trabajé muchos años en Montevideo con Fernando Vilar, con el “Chato” Silveira, con Marcelo Irachet, con toda la barra que está ahora en Canal 4” dice Silva, y recuerda a viejos compañeros como “Luis Carlos Cotelo, que está en CX30 de mañana, que lamentablemente no llega a Melo y no lo puedo escuchar; lo amo, es un amigazo, trabajamos 12 años juntos. Con él estuvimos en El Espectador y en Panamericana, y además trabajé free lance para Canal 12, para La Mañana, trabajé en El Día, en CX20, anduve en un montón de lugares. También en agencias de publicidad, en Ingenio, con el “Flaco” Casella, en Anelo, con el “Flaco” Anelo, cuando hicimos aquella campaña de Lacalle en las elecciones del 89. Tengo unos cuantos años en el tema; ahora cumplo 44 con el micrófono en la mano, comencé muy jovencito acá en “La voz de Melo”, voy a tener 60, así que imaginate.”

Silva trabaja junto a sus hijos en “Telediario Día a Día”, que va por Melo TV Cable. Desde allí, realiza sus envíos para Canal 4, que son seguidos con avidez por cientos de televidentes capitalinos. “Trabajo con mis dos hijos menores, que me dan el apoyo técnico y de filmación. Yo empiezo el informativo a las 7:30, y voy en auto de pelotudo porque estoy a 5 cuadras del canal; a las 7:20 arranco con todas las notas grabadas en DVD y chau, y a las 9 de la noche estoy en casa de vuelta. Ahora trabajo más con mi hijo menor, Eric Maximilian, porque el otro, Henry, está con mi hija, que ganó la licitación del Casino de Melo, pero él fue el que empezó conmigo con todo este tema”, explica. “Tengo el informativo, compro el espacio, y manejo los contenidos como quiero, no tengo que darle explicaciones a nadie, y así es la cosa, no hay censura, digo lo que quiero. En casa somos del Frente, del MPP y de Peñarol por decreto. Ahora estamos sufriendo un poco, y a Peñarol no lo miro nunca; el día que juega me tomo unos buenos vinos y me duermo una regia siesta de espaldas al televisor, ni me caliento”.

 

El “estilo particular”, la “espectacularidad” que imprime a sus informes, dice, no son premeditados, y descree del “personaje” que interpreta. “La llevo bien, riéndome siempre, lo que vos ves ahí en Telenoche es lo que soy yo todos los días; acá, en mi informativo, cuento chistes verdes, cualquier locura. Soy así, eso de abrir los ojos grandes, como loco, que ahora parece un suceso, lo hago así desde chico, el “sigan ustedes”, que digo, y pienso, ‘qué bajo que estamos, qué jodidos, para que diga ‘sigan ustedes’ y sea la revelación del siglo, es un disparate”. Ese disparate del que habla Silva hizo que, por ejemplo, se crearan más de una decena de grupos de fans en Facebook, y que sea catalogado como “celebridad” en la Meca de las redes sociales. Sin embargo, el periodista minimiza su popularidad. “Qué chato, que bajo que está todo para tener fanáticos en Facebook. Para mí está bárbaro, yo me siento muy halagado, muy contento, mi familia está chocha de la vida, me llegan correos permanentemente, pero ¡caramba! ¿Qué hice yo para estar en una posición de esta naturaleza? No descubrí nada, no inventé nada nuevo, soy auténtico, hago lo que hice toda la vida y parece que hubiera descubierto la pólvora”.

 

Es, dice, un tipo común, que va a ver a Cerro Largo “todos los fines de semana con los gurises, tranquilo, termo y mate”, que en sus años mozos fue “campeón nacional en levantamiento de pesas en potencia durante muchos años” con “records nacionales que pasaron añares en ser batidos”, y que probó suerte con el fútbol pero abandonó porque “tenía menos cintura que un pollo”. “Mi vida es como la de cualquier ciudadano normal, mi señora es no vidente por un accidente que tuvo en Montevideo, ella está conmigo permanentemente, la llevo en el auto a todos lados. Somos una familia muy unida, cuatro hijos, ocho nietos, creo en Dios pero no voy a ninguna iglesia, me gusta tomar un ‘cañonazo’ de vez en cuando, un espinillar cortado con amarga, o un whisky sin hielo, ‘a lo pampa’, tengo un Monza negro del 91, gasolero, y con eso vamos pa’rriba y pa’abajo, llevo una vida muy tranquila, no hay muchas chances de hacer más cosas acá en Melo, no hay misterio ninguno, nada raro, no hay entrenamiento especial”, apunta.

 

Y aunque sin ensayos ni entrenamiento, esta misma noche, y mañana, y pasado, varios de nosotros se sentarán frente a la TV, esperando el informe de Rody Silva desde Cerro Largo, puntualmente, con la cámara de alguno de sus vástagos, hasta que el “sigan ustedes” dé paso a otras noticias, más o menos importantes, más o menos interesantes, con mayor o menor morbo. Show must go on.

 

 

Montevideo Portal / Jorge Costigliolo

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