Contenido creado por Gerardo Carrasco
Colaboraciones

Carne de Cañón

Fernando Rospigliosi

Artículo sobre el conflicto en Gaza.

12.01.2009 12:12

Lectura: 4'

2009-01-12T12:12:00-03:00
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Fernando Rospigliosi.

Periodista y analista político peruano. También fue Ministro del Interior en el Gobierno del Presidente Alejandro Toledo y es especialista en temas de seguridad ciudadana y reforma politica.

Carne de cañón

Los ataques de Israel a terroristas palestinos en la franja de Gaza han suscitado manifestaciones en todo el mundo. Incluso en el Perú, un pequeño grupo protestó ante la embajada de ese país.

Cuando ocurre lo contrario, nadie protesta. ¿Por qué?

Hace algunos años, terroristas palestinos suicidas volaban con cierta frecuencia ómnibus o restaurantes en Israel, atestados de hombres, mujeres y niños. Los israelíes pudieron, luego de muchas víctimas, detener los atentados.
Para lograr ese objetivo, atacaron a los terroristas en sus guaridas, construyeron un muro, aplicaron sanciones, etc. Medidas que en su momento, por supuesto, originaron también manifestaciones de protesta. Pero nunca nadie realizó nada parecido cuando los muertos eran civiles judíos.

Tampoco recuerdo haber visto manifestaciones en el Perú, ni en ninguna otra parte, cuando terroristas musulmanes, financiados por Irán y protegidos por autoridades argentinas, volaron en 1994 el local de la mutual judía en Buenos Aires matando e hiriendo a cientos de civiles inocentes. O cuando en 1992, terroristas musulmanes lanzaron un coche bomba contra la embajada de Israel en Buenos Aires matando e hiriendo a cientos de personas.

Hamas, que controla la franja de Gaza, se hizo del poder en una elección el 2006 y pronto estableció una feroz dictadura fundamentalista, cuyo primer blanco fueron otros palestinos, los de Al Fatah, de inmediato masacrados y expulsados. Los dirigentes de Al Fatah, incluyendo a su presidente Mahmud Abbas, están ahora en Cisjordiania.

El gobierno de Hamas es corrupto, ineficiente y dictatorial. Mantiene a los palestinos de la franja de Gaza en el atraso y la miseria. El único propósito explícito de los dirigentes de Hamas, es destruir Israel y echar a los judíos al mar.

Israel es el único Estado democrático de la región, donde los árabes que son ciudadanos, votan y tienen representación en el Parlamento, que es el que elige al gobierno.

El lugar más sagrado para los judíos del mundo entero, la explanada del Templo, en Jerusalén, está ocupado por dos mezquitas musulmanas. Ese Templo fue construido y reconstruido por los judíos durante miles de años, mucho antes que existiera el Islam. Pero ahora los judíos no tienen acceso a la explanada, están prohibidos de entrar por los musulmanes, a pesar que se encuentra en la capital del Estado de Israel. Los israelíes aceptan ese absurdo, y se limitan a orar en una las paredes del viejo Templo, el Muro de los Lamentos.

En sólo 60 años, los israelíes han edificado sobre una pequeñísima porción del desierto, un país próspero, a pesar que durante toda su vida han tenido que defender su existencia cada día, dedicando tiempo y recursos a la seguridad.

Israel se retiró de la franja de Gaza y Cisjordania, concediéndoles autonomía a los palestinos. Ese podría haber sido el primer paso para que constituyan un Estado independiente. Pero los fundamentalistas palestinos, que se imponen sobre el resto de la población, no han utilizado esa autonomía para mejorar las condiciones de vida del pueblo sino para oprimirlo y atacar a Israel.

Los fundamentalistas palestinos están financiados por otros fundamentalistas musulmanes que no tienen ningún interés en que el pueblo palestino mejore. Su único afán es usar a los palestinos como carne de cañón contra Israel, "mantener la herida abierta".

Con la cantidad de dinero que poseen los gobiernos musulmanes –árabes e iraní-, si quisieran hubieran podido convertir los territorios palestinos en lugares florecientes, como su vecino Israel.

Dedicándole sólo una mínima fracción de los miles de billones de dólares que han ganado en las últimas décadas con el petróleo, a ayudar a los palestinos, hoy día Gaza y Cisjordania podrían ser tan boyantes como Israel.

Pero no lo son. Viven en la miseria y el atraso porque así les conviene a los gobernantes de los Estados musulmanes y a los fundamentalistas palestinos.