El Municipio B contra el vandalismo

Semanas antes de Navidad, el Municipio B - que abarca a los barrios Ciudad Vieja, Centro, Cordón, Aguada y Parque Rodó - decidió instalar un árbol navideño en la esquina de Constituyente y Jackson, en el marco de una serie de acciones para "embellecer la ciudad" incluidas en el programa de gobierno municipal. Algunos días después, el árbol fue incendiado y luego destrozado.

Además de denunciar el hecho públicamente, el alcalde del Municipio B Carlos Varela estaba seguro de cuál era el camino a seguir: volver a colocar el árbol. Sin embargo, "los costos y los tiempos" no permitieron ejecutar la estrategia que el alcalde defiende en la "batalla" contra el vandalismo: volver a colocar todo lo que se rompe.

"Nuestra estrategia contra el vandalismo es, en la medida de lo posible, eliminar el hecho vandálico", aseguró Varela, en diálogo con Montevideo Portal. En ese marco, el Municipio B intenta reponer los objetos públicos que son dañados o volver a pintar los muros y columnas graffitteadas.

En el caso del árbol la restitución no fue posible, pero Varela se mostró igualmente conforme con la reacción de los vecinos. "Mucha gente nos mandó su reconocimiento hacia el esfuerzo que habíamos realizado", contó el alcalde, destacando como positivo que "la gente repudió el hecho".

En efecto, para Varela el compromiso de los vecinos es fundamental en la lucha contra el vandalismo, ya que sostiene que "si nos acostumbramos a esto es peor". Casi como si fuera un lema, el alcalde remarca que "en vez de bajar los brazos tenemos que hacer, porque ellos son menos y son ellos los que tienen que cambiar".

La extensión del Municipio, con una alta densidad de espacios públicos relevantes para la ciudad, hicieron además que la administración de Varela se topara con varios hechos vandálicos: "al puente que está sobre la calle Galicia lo vandalizaron con saña", recuerda, mencionando también que las intervenciones sobre "la estatua del Papa", la Plaza Varela a la que "pintaron de Peñarol" o la escalinata que une la calle Edil Hugo Prato con Bulevar Artigas, la que pintan y graffittean con frecuencia y que, además, "se ha convertido en un urinario público".

"¿Tienen necesidad de hacer eso, son más hinchas por pintar una columna de los colores de su cuadro?", se pregunta Varela, cada vez que tiene que lidiar con pintadas alusivas al fútbol. En ese sentido, no duda en señalar que "tenemos que reprobar y reprimir" ese tipo de conductas.

En todos los casos, el gobierno municipal actuó para recomponer la situación, aplicando pintura "antigraffitti" a muchos de los muros y colocando el logo del Municipio B sobre ellos, como forma de marcar presencia en el territorio. La estrategia genera, en ocasiones, una especie de ida y vuelta entre "vándalos" y "restauradores" pero para Varela "hay que hacerle una guerra a ese tipo de actitudes".

Varela es consciente de que esa guerra no se gana "solamente con más gasto" en reponer todo lo que se rompe. Por ese motivo, apela a la identificación de los vecinos con la ciudad, a través del "embellecimiento" de áreas porque "la gente cuida más algo que es lindo que algo que ya está destruido". La otra pata de la estrategia es la Ley de Faltas aprobada por el Parlamento este año, aunque sus disposiciones aún no han dado demasiados frutos. "Lo que pasa con la Ley de Faltas es que tenés que agarrar a los autores en el acto, porque ninguno te deja la cédula después de cometer un hecho vandálico", lamentó. Más allá de eso, el Municipio ha denunciado ante la Justicia varios de los destrozos producidos en su jurisdicción, aún antes de estar vigente la norma.

Luego, el trabajo se sustenta con las "cuadrillas de mantenimiento" que cada Centro Comunal - el Municipio B abarca a los Centros Comunales Zonales 1 y 2 - cuenta para el arreglo de los diferentes espacios públicos. Además, una ong tiene contrato con el municipio para "descolgar la cartelería" que se encuentra en las columnas, fundamentalmente políticas.

Varela asegura que "más o menos todos los municipios estamos en la misma línea", con respecto al combate al vandalismo, ya que el cuidado de los espacios públicos era uno de los objetivos del programa de gobierno departamental. Sin embargo, reconoce que "hay distintas estrategias".

"En nuestro caso hemos visto que, para fomentar su cuidado, los espacios públicos tienen que estar limpios, iluminados y fundamentalmente tener cosas para hacer", sostuvo, remarcando que "muchas veces se diseña el espacio público en el escritorio, pero hay que saber bajarlo a tierra".

Erigido como el alcalde que le declaró más claramente la batalla al vandalismo montevideano, Varela destaca que el esfuerzo del municipio se nota en que "cuando arrancamos teníamos la sensación de que muchas cosas no las podíamos hacer porque las rompían". Hoy, el alcalde asegura que "si lo rompen vamos a volver a hacerlo tantas veces como sea necesario".