Perfil de los enfermeros homicidas

La muerte de 16 personas a manos de dos enfermeros en el Hospital Maciel y en La Española, constituye un caso único en la historia de Uruguay.

Con la sospecha que quedan muchos casos por descubrir y más allá que hayan actuado en coordinación, M.P y J.A.A ya pueden ser considerados los asesinos en serie más importantes en la historia de Uruguay.

El psicólogo Robert Parrado, licenciado en seguridad pública, dijo a Montevideo Portal que "apareció un elemento interesante: se conocían. Lo que habla de cómo se potenciaban y las características de sus personalidades. Más allá que habrá que estudiar sus personalidades, esto habla de la sincronización que tenían y de las fallas en el sistema para controlarlos. El Ministerio de Salud Pública va a tener que chequear dónde trabajaron, hay que ir desde su ingreso y desde allí generar un chequeo de todas las muertes que se dieron en los horarios en que ellos se desempeñaron. Eso va a generar una movida muy importante, que dará transparencia al sistema y dejaría a la gente con más confianza".

Sobre la confirmación que ambos enfermeros se conocían y que incluso intercambiaban información sobre su accionar, Parrado destacó "que en un primer momento pensamos que sería muy atípico tener a dos asesinos en serie con el mismo modus operandi y que no se conociesen. Los hechos demuestran que se conocían y que había publicidad entre ellos. Hoy por hoy son los asesinos seriales más importantes del país. Recuerdo uno de principios de siglo que le decían ´El negro Caoba´que mataba prostitutas. Después tenemos el caso y las dudas sobre Pablo Goncálvez y el caso de ´El Cosita´. Ahora hablamos de dos personas que estaban trabajando entre comillas en equipo lo que habla de asesinos seriales que llegan a 16 muertes entre los dos".

Confirmación

Inés Massiotti, abogada de uno de los dos enfermeros procesados el domingo por homicidio dijo que ambos "eran amigos, a tal punto que mi cliente era el padrino de la niña", del otro implicado. No obstante, señaló que no estaban coordinados para matar a sus víctimas.

Según la profesional, "acá no hay una organización, ni una asociación criminal", además "hay diferencias" entre los mecanismos utilizados por ambos para concretar los homicidios.

A juicio de Parrado, "ambos se manejan con cierto sentimiento de impunidad. Hay que ver las personalidades de cada uno. En algunos casos se puede dar que no sentían culpa, en otros que ellos tuvieran una lucha interna entre el aspecto de saber que está mal lo que hacen y por otro lado sentir que estaban dando alguna solución de piedad o misericordia. En realidad, en el fondo había un mensaje de más maldad y de competencia al transmitirse los resultados. Habría que ver si en el futuro no aparece alguna fotografía o situación, porque hay muchos que tienden a guardar recuerdos de sus víctimas. Sea en su casa o trabajo".

"Quedó debilitada la credibilidad del sistema de salud. Tanto las autoridades de Salud Pública y privada tiene que recomponer el vínculo entre el usuario y los profesionales. Con mucha transparencia y reconociendo los errores. La gente debe hacer su propio proceso. En algunos casos una segunda opinión, equipos que se puedan consultar con determinada autonomía, equipos alternos que puedan canalizar una historia clínica y dar una opinión extra. El ejemplo más claro es cuando uno vuela: cuando volamos depositamos la vida y todo lo que somos en la capacidad del piloto. Confiamos en los controles del país y la empresa. No preguntamos esta cosa. Tenemos que ser concientes que tenemos capacidad de preguntar y cuestionar. Pero al mismo tiempo confiar", destacó Parrado.

Para terminar, el psicólogo y licenciado en seguridad pública, considera que no sería descabellado instalar cámaras de de seguridad en los CTI o en las salas de cirugía.