Uruguay exporta más carne que Argentina

Hace pocas semanas, se conocieron los datos del Instituto Nacional de Carnes, (Inac), en los que se destacaba que nuestro país ocupaba el primer lugar en consumo de carne per cápita a nivel mundial, desplazando a los argentinos, quienes históricamente ostentaron la marca. Por el contrario, el mercado argentino registró este año el menor consumo de carne de la década.

Un informe de Juan Diego Wasilevsky publicado por el portal IProfesional.com señala que la medida tomada por la Secretaría de Comercio argentina de limitar las exportaciones de carne con el fin de controlar el abasto e impedir la suba de precios en el mercado local "está lejos de arrojar los resultados esperados", y explica que, durante los primeros 7 meses del año se faenó un 25% menos que en el mismo período de 2009, y que esa merma impidió el abastecimiento de "mercados estratégicos en el exterior", y que la suba de precios en el mercado local hizo que cayera el consumo interno.

El fenómeno actual de la carne argentina se explica, según el autor, por la expansión de los controles de precios al final de la administración Kirchner, sumada al cierre de exportaciones y la enorme sequía de 2008, que hizo que los productores liquidaran vientres, disminuyendo el stock: en tres años se perdieron 10 millones de animales.

Y como hay menos animales, y pese al control estatal, los precios de la carne aumentan. Según las fuentes del autor, algunos cortes, como la milanesa, aumentaron un 75% en lo que va del año. Para peor, y de acuerdo al Instituto para la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), durante los primeros siete meses del año se exportaron cortes enfriados, congelados y procesados por casi 110 mil toneladas, una caída del 50% en relación al mismo período de 2009. Uruguay, en cambio, con 11,7 millones de cabezas (38 millones de cabezas menos que Argentina), llegó a exportar 174 millones de toneladas. Más aún, nuestro país colocó en el mercado argentino un 71% más de carne que en 2009.

Y finalmente, lo que preocupa más a los analistas argentinos es la relación entre el stock vacuno y la población: nuestro país tiene 11 millones de cabezas, lo que representa, aproximadamente, 4 animales por habitante. En Argentina, en cambio, la relación es de poco más de una vaca por persona, algo que consideran como un "síntoma del déficit estructural que atraviesa el país".